Expresó el periodista y ensayista Omar Rincón, y sumó: "para muchos que son anti-Kirchneristas Lanata es un buen periodista porque tiene una mirada de odio claramente establecida". Rincón estuvo en la ciudad de Salta y dialogó con la periodista Marinela Pereyra, de el Diario El Tribuno. El periodista colombiano sostiene: “Hoy se requiere buen periodismo porque abunda la posverdad”
Omar Rincón, ensayista, periodista, oriundo de Maripi, Colombia, disertó en el tercer Encuentro de Ciencias de la Comunicación (EnCiC) que se desarrolló en la Universidad Nacional de Salta (UNSa).
En diálogo con El Tribuno, Rincón, que también es profesor asociado de la Universidad de los Andes e investigador, se refirió a la jornada, los desafíos de comunicar con perspectiva de derechos humanos, feminismo, narrativas, tecnologías, periodismo informativo y la obra del teórico de la comunicación Jesús Martín Barbero, cuyo libro “De los medios a las mediaciones” cumplió 30 años, motivo por el cual se realizó una mesa panel en homenaje.
¿Cuáles son los desafíos de comunicar con perspectiva de derechos humanos?
Lo que sucede es que el periodismo tiene que reinventarse y una forma de reinvención se logra asumiendo mucho más clara la transparencia, que es lo que le estamos pidiendo al periodismo que tenga. O sea el periodismo le pide a todo el mundo ser transparente: al gobierno, a las empresas, a las instituciones y creo que el periodismo siempre ha sido militante. Medios como Clarín, La Folha de San Pablo o El Comercio, de Lima, por citar a algunos, militan en un modelo de sociedad que es liberal, sin Estado, donde la libertad de empresa triunfe sobre la libertad de opinión y militan desde siempre, no de ahora. Entonces, en este momento los derechos humanos son una de las militancias del periodista como también puede ser la memoria, la perspectiva de género, las mujeres, las nuevas sexualidades, aunque creo que también hay que hacer periodismo militante lo cual no significa que hayan buenos y malos sino que hay que reinventar el periodismo en los formatos. Para contar derechos humanos de pronto hay que contarlos de otra forma distinta al periodismo clásico, para contar a las mujeres hay que contar en versión de género desde otras perspectivas. Yo creo que hay que comenzar a experimentar desde donde narrarnos y derechos humanos implica no un contenido sino una forma de narración de la sociedad. Considero que hay que aprender a narrar la sociedad en perspectiva de derechos humanos.
¿Cuál es el balance de este encuentro?
Lo primero que implica es celebrarlo porque en esta época en la que la universidad argentina está desfinanciada, seguir pensando en colectivo me parece que es un reto y una valentía porque lo más fácil es esconderse y dejar que todo se acabe y muera. Entonces me parece que es interesante para una carrera de comunicación joven como la de Salta poder encontrarse y dialogar de temas de importancia como el cambio social, el periodismo en tiempos digitales, eso me ha gustado. Lo otro que me parece super interesante también es la alta participación de estudiantes, lo cual quiere decir que el tema de comunicación sigue convocando mucha discusión, pensamiento y que estamos en un momento clave porque tanto política como tecnológicamente la comunicación, sea por el periodismo, el desarrollo, o por las diversas formas de hacerla, se está formando entonces estamos en un momento de búsqueda, de saber qué queremos ser o qué es lo que vamos a hacer.
Creo que este encuentro lo que nos permite es oírnos a nosotros y aprender a pensarnos. Es interesante también la participación de la gente de Bolivia que es un diálogo cercano con el norte argentino, la de profesores de Brasil, de El Salvador.
En este encuentro hubo ponencias sobre género...
El feminismo es lo que está jalando políticamente América Latina. Es nuestro lugar más revolucionario, diferente, politizante, activista y militante. Es lo que más está movilizado. Hay que comenzar a pensar que hacer periodismo con perspectiva de género no es como muchas veces lo pretenden hacer: el mismo reportaje, crónica, sino comenzar a elaborar otras maneras de narrar.
Ustedes aquí en Salta tienen un ejemplo de narración en forma de mujer que es el de Lucrecia Martel. Ella si narra, hace cine pero no hace cine masculino sino que narra en femenino y no por las temáticas sino por la manera de narrar, entonces creo que hay que empezar a trabajar mucho más en la narrativa en forma de mujer.
Usted enfatizó en que los comunicadores tienen que tener visión de mundo...
Fui profesor de comunicación 20 años y creo que hicimos mal todo porque nosotros les enseñamos a los estudiantes a hacer estudios de audiencias, crítica de medios, teorías de comunicación, análisis semiológico pero nunca les enseñamos a tener una mirada propia y la mirada es lo que hace la diferencia en un comunicador, o sea, por eso de pronto viene un filósofo o un historiador y nos ganan porque tienen mirada propia. Entonces lo que tenemos que hacer es enfatizar mucho más en el tema de que el comunicador también debe formar su cabeza, en arte, en antropología, en comunidad, en aprender a mirar el mundo. Creo que si tu ves hay demasiada información pero la información no está teniendo mirada propia entonces no te aporta un valor diferencial. Tengo que buscar que la persona tenga una mirada propia. Ese es un buen periodista, si tu miras, uno de los grandes periodistas argentinos era Jorge Lanata pero perdió todo su prestigio porque ahora es militante de Macri, del neoliberalismo y anticristina radical pero para muchos que son anti-Kirchnerista Lanata es un buen periodista porque tiene una mirada de odio claramente establecida, para otros es Horacio Verbitsky que es el que es Kirchnerista y para otros puede ser Martín Caparrós, que tiene una mirada más cosmopolita y que es como independiente por sí mismo entonces lo que nosotros compramos son miradas. No es que leamos un medio o escuchamos un medio porque sí.
¿Como influyen las nuevas tecnologías?
Lo que pasa es que con las nuevas tecnologías esta sociedad está sufriendo la desconexión. Es una sociedad donde nadie se habla con nadie y todo el mundo desconfía de todo el mundo. Los que andan en la burbuja K van en su propia burbuja, los que andan en la burbuja macrista van en su propia burbuja. Cada uno anda en su burbuja entonces lo que hay que comenzar a pensar es cómo hacemos para que el papel de la comunicación sea conectar a los diferentes, como conectamos diversos pensamientos y ponemos en diálogo a la sociedad. Ese es el objetivo fundamental de la comunicación y lo que esta la comunicación hoy, sobre todo en el periodismo informativo es dividiendo. No le interesa juntar sino dividir entonces creo que hay que pensar en el papel del periodismo, que es construir lazos entre la sociedad, la conversación pública entre todos.
Usted siempre recalca que un comunicador tiene que formar la cabeza, tener que decir y ganarse la escucha...
Esa es la fórmula de comunicación que yo le he copiado al gran maestro Jesús Martín Barbero. Su gran libro “De los medios a las mediaciones” es el más importante que se ha publicado en comunicación en América Latina y también en el mundo. Se cumplen 30 años de haberse escrito entonces se hizo una especie de panel homenaje. Barbero dice que hay que formar la cabeza, tener que decir y ganarse la escucha. Lo que significa formar la cabeza es que el comunicador en lugar de andar en la vagancia debería leer literatura, ver el arte. Con relación a tener que decir, normalmente un periodista no tiene nada que decir aunque lea las redes sociales y muchos periódicos porque todo el mundo dice lo mismo entonces hay que aprender a investigar y para ganarse la escucha hay que saber narrar bien, o sea saber contar bien las historias en el medio que sea, por Facebook, por Twitter, por prensa.
Lo que pasa es que es mucho más fácil no pensar con la propia cabeza sino con la del jefe. Es mucho mas fácil decir lo que a mí se me cante aunque sea estupideces en infinito, que investigar lo cual implica esfuerzo, pero tenemos tanto ego que nosotros creemos que pensamos rebien y con relación a narrar, es más fácil copiar que crear nuevas narrativas.
Un comunicador tiene que construir un estilo. Hoy en día lo que pasa es que las ciudadanías, las comunidades siguen a aquellos sujetos que narran mejor, o sea a los que tienen mirada propia, entonces de alguna forma, si yo no tengo una mirada autónoma pues nadie me va a seguir.
¿Cual es su visión de la universidad?
Creo que Argentina tiene una de las ventajas más interesantes y es que tiene mucha discusión política dentro de las universidades. Eso creo que ayuda a que la gente pues tenga una cabecita un poco más comprometida con la realidad. Hoy en día se requiere buen periodismo porque abunda la posverdad que es cuando las mentiras abundan y si aumentan las mentiras y salen en los medios es porque el periodista no está haciendo bien su oficio.
Foto: Camila Staudenmayr
Fuente: Diario El Tribuno