jueves, 28 de noviembre de 2019

El día que apagaron La Voz

“Los que trabajamos en La Voz sabemos que son retiros involuntarios”
Por: C. Garcia
Esteban Liendo, secretario gremial del CiSPren, evaluó que la jornada de lucha llevada a cabo hoy por los trabajadores “fue contundente”. Cuestionó la actitud empresarial que niega l os hechos “lo cual es absolutamente mentiroso y canalla porque los que trabajamos en La Voz y lo vivimos en carne propia sabemos que son retiros involuntarios”. La secretaria general, Mariana Mandakovic, dijo que “los retiros voluntarios son pan para hoy y hambre para mañana”. A pleno sol, se realizó un festival con artistas de primer nivel, volanteada y bocinazos.

En el Departamento de Conciliación y Arbitraje del ministerio de Trabajo de la provincia de Córdoba, se realizó esta mañana una audiencia entre el CiSPren y la empresa La Voz del Interior. Una vez analizadas las posiciones expuestas la autoridad laboral emplazó a la empresa a presentar datos concretos que demuestren la existencia del retiro voluntario. Esto es: “cantidad de trabajadores que lo integran, plazo de duración, ofrecimientos económicos, modalidades de negociación, y cualquier otro dato que sirva para esclarecer dicho registro”. La próxima audiencia será el miércoles 4 de diciembre a las 12:45.

Mientras la audiencia se desarrollaba en el centro de la ciudad, los trabajadores se movilizaron hasta el edificio del diario para realizar una actividad de protesta y visibilizar el conflicto que tiene en vilo a decenas de familias de prensa y gráficos.

Al final de la jornada de lucha, el secretario gremial evaluó que la actitud de la empresa “fue negar los hechos, lo cual es absolutamente mentiroso y canalla porque los que trabajamos en La Voz, y lo vivimos en carne propia, sabemos que son retiros involuntarios”. En ese sentido apuntó que “Son aprietes de la empresa para lograr acuerdos y que la gente se vaya. Quieren liquidar la relación laboral y armar un staff con un número reducido, con condiciones laborales por fuera de convenio, y avanzar hacia el monotributo”.

En relación a la movida al aire libre que contó con el acompañamiento de Ilda Bustos y la comisión directiva del gremio Gráfico que también mantiene un conflicto con la empresa periodística, y con la presencia de representantes de otros sindicatos y centrales manifestó que la jornada de paro y el acto festival frente al edificio del diario “fue contundente más allá de que el diario salga porque lo hacen los trabajadores que no pudieron adherir a la medida y los jefes”. En este punto aclaró que “Ayer salió temprano por el temor al escrache popular de los trabajadores y posiblemente hoy se repita del mismo modo”.

Mandakovic, sostuvo que “los retiros voluntarios son pan para hoy y hambre para mañana. Porque sabemos que quedarse sin trabajo, en estos momentos, en esta situación de país es terrible. ¡Qué diciembre vamos a pasar!”, se preguntó. Recordó que justamente cuando se está discutiendo la paritaria para recuperar el “salario perdido por la inflación y todo lo que hemos pasado en estos años de gobierno neoliberal donde muchos de estos empresarios son cómplices, nos corren la cancha para discutir retiros voluntarios. No son voluntarios”, enfatizó.
Respondiendo a la empresa. Liendo, Funduklián y Mandakovic, junto al abogado Ignacio Ferrer
La audiencia
A media mañana se realizó la audiencia entre las partes ante la autoridad de trabajo. Concurrieron por la compañía el abogado Gerardo Viramonte y por el Círculo Sindical de la Prensa y la Comunicación (CiSPren) Mariana Mandakovic (secretaria general), Esteban Liendo (secretario gremial) y Andrés Funduklián (delegado gremial y miembro de Comisión Directiva) representados por el letrado Ignacio Ferrer.

El CiSPren denunció que la patronal argumentando una supuesta “necesaria restructuración” presiona a los trabajadores para que dejen de ser empleados. Informó además que algunos trabajadores estaban recibiendo comunicaciones por correo donde se les informaba la “extinción del vínculo laboral”. A todo esto, continúa el método de realizar reiteradas entrevistas aun cuando el trabajador ya expresó que no está interesado en retirarse. Sobre este punto el abogado recordó un antecedente cercano cuando de forma unilateral les fueron modificadas las condiciones laborales a cronistas volantes, afectándolos económicamente. En ese orden, solicitó que se ordene una inspección general donde la empresa exhiba la documentación de todo el personal. Por cuerda separada, pidió que intervenga el área de violencia laboral e investigue las denuncias de presión. Luego informó que mañana se realizará una “asamblea informativa, deliberativa y resolutiva” sobre la marcha del conflicto.

A su turno el abogado de la compañía Gerardo Viramonte negó que hayan habido presiones y advirtió que las asambleas deben “contar con autorización previa” de la patronal. Cuestión que Ferrer refutó con argumentos legales.
Volanteada y festival
La actividad de protesta realizada frente al edificio contó con la adhesión y la presencia de representantes de las siguientes organizaciones sindicales: Unión Obrera Gráfica de Córdoba (UOGC), CTA-Autónoma Córdoba y CTA-A Rio Cuarto, CGT Regional Córdoba, ATE-ANSES, Gremio de Odontólogos, Sindicato de Músicos, Sindicato de Ladrilleros y Osplad, entre otros.

¡Trabajadores y Trabajadoras de prensa presentes!
También hicieron el aguante Liliana Olivero, Ezequiel Peressini, Maru Acosta, militantes de organizaciones sociales y periodistas de medios alternativos y autogestionados.

El festival a puro sol contó con la actuación de músicos notables que acercaron su arte y solidaridad a los presentes y a la lucha de los trabajadores en contra de los despidos encubiertos. Toch, El Frasco, Mery Murúa, Lucas Heredia, Martín Mamonde (La Cruza)y Raly Barrionuevo aportaron ritmo y tiñeron de mística la jornada.
Los trabajadores bailando al ritmo de una chacarera de Raly Barrionuevo

Un paro es una extrañeza en La Voz
El periodista Gabriel Rosenbaun pasó por la redacción de La Voz y fue despedido en 2015, como pocos se animó a contar sin rodeos en su cuenta de Twitter sobre la situación en que vivió y que hoy sufren sus compañeros:
Hacer ese hilo fue una especie de catarsis dolorosa. Fui escribiendo ideas sueltas en el celu, las pasé a un Word en la compu, revisé documentos que no había vuelto a tocar, reescribí, imprimí, releí. Al fin y al cabo, solidaridad para lxs que luchan

“Es un espanto”. “Un horror”. “Es un velorio”. “Estoy llorando, después te escribo”. Así, en el mismo registro, responden amigxs y ex compañerxs sobre el clima que se vive en @LAVOZcomar. Es difícil, para ellos, expresarse en público. Para hoy decidieron paro y movilización ✊

Un paro es una extrañeza en La Voz. Sus empleados no se caracterizan por ser combativos. La empresa lo sabe, y además juega a atomizar situaciones: cada laburante suele ser un mundo. Para todxs aquellxs que tomaron esta valiente decisión, toda mi solidaridad

¿Cuál será la incidencia del paro en La Voz para el gran público? Los editores son, desde siempre, encargados de disimular ausencias: seguramente saldrá el diario (menos páginas, seguramente) y se actualizará la web (aunque aquí la empresa la tendrá más difícil)

Al momento de hacer efectivamente paro, más de unx se preguntó qué hacer: si no era masiva la adhesión, los que se plegaran quedarían en evidencia. Y en este contexto de “retiros voluntarios” sería jugar con fuego. Igual, parece que será masivo: el más contundente en 30 años

El mecanismo es perverso: editorxs y empleadxs con cierta jerarquía, temerosxs de perder privilegios, deben defender los intereses de la empresa; empleadxs de todo tipo, temerosxs de perder su laburo, hacen equilibrio entre cierta lucha colectiva o la salvación personal

Más allá de la incidencia periodística, el peso del paro para el gran público puede vislumbrarse desde lo simbólico. Otros medios –para los cuales La Voz era intocable- rompieron el cerco y visibilizaron la situación. No quedará en el dique de medios alternativos. Triunfazo 💪

Lo de modificar condiciones laborales tuvo otro ensayo –exitosísimo para la empresa- hace tiempo. La Voz (“la gran familia”) es, en ese y otros temas, una empresa insensible. Lo viví a fines de 2015. Brutal cambio asentado en el aire: sólo llamados telefónicos “tranquilizadores”

"No van a trabajar más en el diario, pero sí para el diario. Pero «tranqui»...", nos dijeron, por teléfono, una mañana de noviembre de 2015. Querés entender. La cabeza te estalla. Flotás en una película ajena. ¿Esos cambios –un horrible sacudón en tu vida- quedan asentados? ¡Ja!

"No sé qué reclaman, si ustedes no son empleados ", nos dijo, canchero, en su oficina, el gerente de RRHH que nos había llamado esa mañana de 2015. Fue, ya cara a cara, un diálogo de extrema tensión. De un lado del escritorio cayeron algunas lágrimas. Las nuestras, claro

Para llegar a oír eso -y sentir que temblaba el piso: toda certeza, todo lo que hasta ayer era tu cotidianidad- hubo alguien que nos abrió una puerta: ya nos habían desmagnetizado las tarjetas con las que habíamos atravesado los molinetes de la Redacción hasta la noche anterior

De esas tres personas que estuvimos reunidas con el gerente de RRHH en la horrible noche de noviembre de 2015 yo era la más joven. Y la más “nuevita” en la empresa: había ingresado en 1997 (Nunca había escrito esto. Tengo ganas de llorar al ponerlo en palabras)

En los días siguientes supimos que no podríamos retirar pertenencias personales de la Redacción ni material propio que hubiera en el sistema. Abracadabra. Inclusive, la empresa aseguró que yo no había trabajado físicamente en la Redacción y otras barbaridades

Es evidente, además, que jamás pisé ni laburé en la Redacción de La Voz durante tantos años, tal como mi delirio hizo creer a muchos (?) 🤣

“Negamos que Ud. tenga elemento de propiedad y uso personal en la sede de esta empresa, y si por alguna circunstancia -desconocida por La Voz del Interior SA- Ud. hubiera ingresado algún elemento, ello ha sido sin autorización ni conocimiento de la empresa"

Así te deshumanizan. Así están lxs ex compañerxs: aturdidos, surfeando con la vista puesta en el futuro –dentro o fuera de la empresa- y con los ojos vidriosos por el presente: ayer podían ser plumas destacadísimas; hoy tal vez estén dejando en el pasado lo que mejor saben hacer

Puede que, a través del hilo, se perciba cuán “voluntarios” pueden ser los retiros y cuán inclinada está la cancha si del otro lado juega La Voz (y el DT es Clarín). Evitar la goleada es ganar. Sólo en la fortaleza colectiva –en esa lucha desigual- puede haber algo de esperanza

Si escribí en primera persona ciertos detalles no fue por ansias de protagonismo: los periodistas no debemos ser, nunca, el centro de la escena. Fue sólo para pintar algunos colores en un cuadro siempre fragmentado para el afuera (ese afuera para el cual La Voz es intocable)

Lo peor es que, según agitan algunos rumores (¿sembrados con intenciones aun peores?), el Grupo Clarín tiene la idea de achicar a fondo -todo lo que se pueda- todas sus unidades de negocios en Córdoba, donde también posee El Doce y Radio Mitre, por ejemplo

¿Sabés lo que es quedarse sin laburo en este contexto del país y del periodismo? ¿Sabés cuántos años pasan hasta que puedas ganar un juicio para cobrar una indemnización? Lxs empleadxs a los que la empresa sugiere un retiro voluntario no tienen la opción de la duda

Ojalá que el paro sea contundente y retumbe la voz. Cuesta digerir que lxs periodistas siempre expongan conflictos ajenos y jamás puedan siquiera mencionar los propios. Horrible incongruencia con forma de mandato impuesto por empresas que postulan una realidad “transparente”

(Tenía redactado el hilo y no pude evitar las lágrimas al terminar de tuitear. Me palpitaba el corazón en cada tuit. Vivir eso es horrible. No se lo deseo a nadie. Eso sos para una empresa: un numerito. Cuesta asumirlo. Lleva tiempo. Hay otras redes y otros abrazos que te salvan)
Íñigo Biain, titular del diario de infonegocios se preguntó, ante la salida de muchos gerentes y la crisis del medio del Grupo Clarín: ¿quién apaga la luz en La Voz: Jornet o Tillard?
Como en el relato de Alicia en el País de las Maravillas, una Reina de Corazones parece estar ordenando "¡Que le corten la cabeza!" en La Voz del Interior. La sangría sistemática de sus más antiguos periodistas se complementa ahora con la salida de gerentes "históricos" entre los que sobreviven solo Carlos Jornet (el hombre del traje gris) y Juan Tillard (hermano del presidente del Banco de Córdoba).

La Voz del Interior SA va a perder $ 50 millones este año y debería prescindir de otros 100 empleados para ser viable.

Los números mandan: La Voz del Interior SA (una empresa de Cimeco, controlada por Clarín) debía facturar $ 700 millones este año. Pero en una combinación fatal de recesión y caída del modelo de publicidad tradicional, este año apenas llegaría a los $ 550 millones.

No es poca plata para un medio. Pero sí es poca plata para un medio con 240 empleados que constituyen el 55% de los gastos.

Y aunque el resultado operativo de La Voz da positivo (ingresos corrientes menos gastos corrientes), el balance pasa a un rojo intenso cuando se computa intereses y pago de las deudas que tiene la empresa, buena parte derivada también de los sucesivos retiros de personal.

Así, el número final del 2019 rondaría una pérdida de $ 50 millones y en esa mala perfomance algunos incluyen la salida de Juan Castello, gerente de Administración y Finanzas y “mariscal de la derrota” en la cuenta final que mira Cimeco.

Esta semana se “sumaron” más periodistas a un retiro “voluntario” (en muchos casos retiros inducidos) con lo cual el plantel de La Voz luce hoy casi desconocido a la hora de los cierres. Muchas “plumas” siguen vinculadas como colaboradores externos, pero ya no en el día a día de la redacción.

Pero los recortes no se quedaron en la enorme redacción. A la salida prevista de Osvaldo Salas, por largos años gerente general, se sumaron este año la desvinculación de Pablo Bianco, gerente comercial y de Marketing y cara visible corporativa de la empresa y -la semana pasada- de Juan Castello, gerente de Administración y Finanzas con 20 años de trayectoria en la empresa; su área ahora será directamente ejercida y monitoreada por las oficinas centrales del grupo Clarín y algo similar pasaría con Recursos Humanos.

Como tampoco habrá reemplazo para Bianco, el diario no tendrá ni Gerencia de Marketing, ni Comercial, ni Recursos Humanos ni Administración y Finanzas. Solo quedan la Gerencia General a cargo de Tillard y la Gerencia Periodística a cargo de Jornet, dos directivos que tienen más puntos de distancia que de coincidencia.

Como sucedió en el mundo con los grandes diarios, La Voz del Interior atraviesa el penoso ocaso de su producto impreso, el que más monetiza entre lectores y anunciantes. La "transformación digital" de estas empresas ha significado casi ineludiblemente fuertes recortes de personal y optimización de la publicidad que entregan en formato digital, junto a suscripciones online. Mal no le está yendo en ese camino, pero aún así no alcanza.

La paradoja es notable: cada vez más gente lee La Voz, pero La Voz es cada vez menos relevante como medio (en la maraña de información disponible) y como canal publicitario.

“Hacé este número -nos dicen desde el edificio de Av. La Voz del Interior-; un empleado en promedio le sale hoy a la empresa $ 1 millón al año, contando cargas sociales y los 14 sueldos que otorga. Para poner en caja al diario haría falta que se vayan unas 100 personas de las 240 actuales. Se puede hacer el recorte de a puchitos, pero ese es el número al que se va: un diario de 150 personas, cada vez más digital, cada vez con menos papel”.

Decirlo es mucho más fácil que hacerlo. Ayer, por primera vez en mucho tiempo, empleados y gremios protestaron frente al edificio de La Voz, un gigante de cemento y espacios vacíos que es el mejor ejemplo de una estructura pensada para años que ya no volverán.
Fuente: prensared.org.ar, Infonegocios, Señales

Ver también: Estado de alerta por despidos en La Voz del Interior, Repudian ajuste y despidos en el Diario Los Andes, #DespidosEnClarín: Preocupación por más ajustes dentro del Grupo, Paro por despidos del Grupo Clarín en La Voz, Vía Córdoba y Vía Rosario