viernes, 24 de enero de 2014

A 17 años de su asesinato, no nos olvidamos de José Luis Cabezas

Cuando mañana, 25 de enero, se cumpla un nuevo aniversario -el número 17º-, del asesinato del fotógrafo de la Revista "Noticias”, José Luis Cabezas, el Sindicato de Prensa Rosario no sólo recuerda las causas del brutal crimen, -mostrar la imagen, ponerle rostro a uno de los empresarios fulgurantes de la década menemista, el ‘cartero’ Alfredo Yabrán-, sino también la impunidad que desde un comienzo rodeó a la causa que contó con la complicidad policial y con el accionar de una Justicia tan ineficiente, lenta y pesada que terminó negando, como en otros casos, la esencia de su misma existencia.
El crimen de Cabezas también tuvo un mensaje para toda la sociedad, ése que dijo que con los poderes económicos no se juega, y que la mafia, que cuenta siempre con el respaldo de algún resorte estatal, tiene la posibilidad de estirar su mano larga y tenebrosa para cazar a su presa.
Después de 17 años, el SPR cree necesario expresar que así como hoy se recuerda a Cabezas, las agresiones y amenazas a periodistas no cesaron, y que una de las mejores maneras de seguir rindiendo homenaje a su memoria y al trabajo que tanto amaba, es el trabajar día a día para que los sectores autoritarios que existen, tanto en las esferas públicas como en las privadas, depongan su actitud y entiendan el profundo contenido social que tiene el trabajo periodístico y el compromiso con la verdad.
El SPR no puede olvidar tampoco que después del asesinato de Cabezas ocurrieron otros muchos en los que la impunidad se enseñoreó, como el ocurrido en Rosario con la dirigente de las meretrices Sandra Cabrera, con las víctimas del Diciembre Trágico en 2001, con la desaparición de Jorge Julio López, el testigo en el juicio que condenó al genocida Miguel Etchecolatz, en La Plata; con el asesinato de la ex detenida durante la dictadura militar, testigo y querellante en los juicios por delitos de lesa humanidad, Silvia Suppo, y el más cercano en el tiempo, el de Mercedes Delgado, trabajadora del comedor comunitario San Cayetano, en barrio Ludueña. Esta enumeración es, sin duda, injusta por lo incompleta, y por la cantidad de otras víctimas que en todo el país integran esa terrible lista de muertes impunes ocurridas a partir del regreso a la tapa constitucional en 1983.
Ayer Gladys Cabezas dijo al SPR que a 17 años de la muerte de su hermano, la única sensación que permanece con ella “es la de la impunidad, porque están sueltos los asesinos”. Como se recordará la causa judicial que se siguió por el asesinato del fotógrafo, recibió numerosas críticas de especialistas del derecho, de los trabajadores de prensa y de distintos sectores de la sociedad por las decisiones que hicieron tan livianas, y a veces hasta incumplidas, las condenas de los responsables del macabro hecho. Gladys Cabezas también dio su acuerdo para que hoy viernes 24, en Buenos Aires, el acto principal se lleve a cabo frente a las puertas de Editorial Perfil, la empresa para la que en la Revista “Noticias” trabajó su hermano, y se lo haga en protesta por los 13 trabajadores despedidos al tiempo que se pedirá el cese de la persecución gremial.
Por eso hoy, como en 1997 y todos los días, nuestra voz se alza y hermana con los trabajadores de prensa de todo el país al decir: ¡Cabezas Presente! , ¡Cabezas Presente!
En Rosario, frente a la placa que recuerda a José Luis Cabezas en la Plaza Pringles, los fotógrafos de Rosario lo recuerdan:
Foto: Carlos Oscar Carrión