La Agencia Pandi de Colombia protestó hoy por un reportaje español por considerarlo una "violación a las normas básicas del periodismo mundial que se refieren a la protección de los niños y niñas que han sido víctimas, testigos y agentes de actos delictivos"
Una "carta abierta" de la directora de Pandi (Periodismo Amigo de los Derechos de la Infancia), Ximena Norato, dirigida al periodista español David Beriain y difundida en Colombia a la prensa, reclama a la productora Cuatro.Com por la difusión del reportaje audiovisual "Baby sicarios".
Ese trabajo periodístico "relata la vida de algunos niños y niñas colombianos que han delinquido gravemente", revela la carta.
"Vi el reportaje con indignación y mucha extrañeza, ya que viniendo de un medio español, moderno, del grupo Prisa, con códigos de auto-regulación, esperaba un respeto integral por la niñez", advierte Norato.
La directora de Pandi añade que no entiende cómo Beriain y "quienes permitieron la transmisión del programa violaron sin la menor auto-regulación las normas básicas del periodismo mundial" que profesan la protección de menores víctimas, testigos y agentes de violencia.
Según Norato, Beriain no acató "ni uno de los tres mandatos", y denuncia que, en el reportaje, este periodista "dejó en evidencia los rostros enteros, los perfiles de las caras, las voces, los sitios, los barrios, las casas de esos niños, niñas y jóvenes" que él llama "sicarios".
La directora de Pandi advirtió: "Así como usted lo relata ('nos han abierto sus vidas') la exposición sin censura y sin condolencia de sus identidades puede costarles la vida, y usted lo sabe".
Además, recordó que el comunicador "conoció la realidad que se puede llegar a vivir bajo las condiciones de extrema pobreza" en las que muchos de los niños y niñas colombianos están inmersos, pero que son "condiciones que no convierten al 60 por ciento de la población" del país en sicarios.
Norato también pidió a Beriain "por la vida de esos niños y niñas que inocentemente le concedieron su confianza" en el reportaje, y le pide que "elimine los rostros, modifique las voces y con ello repare un poco del daño hecho".
La directora de la agencia también le recuerda al responsable del informe que su propio medio de comunicación "exhibe un código de auto-regulación, que al parecer se desconoció completamente".
Norato transcribe, entre otros puntos de ese código, uno que señala que "no se emitirán imágenes ni menciones identificativas de menores como autores, testigos o víctimas de actos ilícitos", y que "no se entrevistará a menores identificados en situaciones de crisis (fugados de su casa, que hayan intentado el suicidio, instrumentalizados por adultos para el crimen (...)".
La titular de Pandi exhorta "a las autoridades colombianas a proteger de inmediato a los niños, niñas, adolescentes y jóvenes que se involucraron en el funesto reportaje", ya que según ella, se sabe "que se ha expuesto su vida e integridad personal de manera gravísima".
Al final de la misiva Norato dice que confía en que ojalá "este escandaloso reportaje no se convierta en un premio de periodismo a la infamia".
Pandi es una agencia colombiana de información que facilita el diálogo entre la sociedad civil y los medios de comunicación para que los temas que afectan a los niños, niñas y adolescentes tengan una mejor y mayor presencia en los medios.
La organización fue creada en Colombia por organizaciones como la Unicef, la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, la Fundación Imaginario, la Oficina de Programas Especiales de la Presidencia de la República, la Asociación Nacional de Diarios (Andiarios) y el Ministerio de Comunicaciones.
Fuente: EFE