sábado, 27 de septiembre de 2008

Fallo a favor de la libertad de expresión. El hijo de Jorge Antonio perdió un juicio civil contra Carrió

Era por calumnias e injurias y reclamaba una indemnización de 300 mil pesos.
Por: Pablo Abiad
La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, volvió a ganarle un juicio a un empresario pesquero al que acusó de tener vínculos con el kirchnerismo y al que vinculó con un crimen. A un año de ser absuelta en una querella por calumnias e injurias, un juez en lo Civil rechazó la demanda que el mismo empresario le había entablado por daño moral.
Héctor Antonio, hijo del fallecido dirigente peronista Jorge Antonio y representante en el país de una pesquera española, pretendía que Carrió lo indemnizara con 300 mil pesos. El juez Roberto Parrilli se lo negó en base al "lugar eminente" que los "antecedentes históricos y jurídicos" reconocen para la libertad de expresión en el sistema constitucional argentino.
"No parece razonable suscitar conflicto de derechos cuando las expresiones que se pretenden injuriosas constituyen opiniones vertidas por una dirigente política en el ejercicio del rol de líder de su partido y de interés público", afirmó el juez Parrilli en su fallo.
Los cruces con Antonio hijo datan de 2003, cuando el empresario pesquero Raúl Espinosa fue asesinado en Chubut. Carrió inició una investigación, que incluyó una entrevista grabada con la joven viuda de la víctima, e hizo declaraciones periodísticas en las que afirmó que Antonio estaba implicado en el hecho; también lo relacionó con el tráfico de drogas y le atribuyó favores del kirchnerismo.
Denunciada penalmente, Carrió fue sometida a juicio por esto mismo en plena campaña presidencial, el año pasado. Un juez en lo Correccional, Luis Schelgel, la absolvió. Esa sentencia está firme,
Tozudo, Antonio fue por la reparación económica. El juez Parrilli, sin embargo, entendió que Carrió tenía buenos motivos para decir lo que dijo; por empezar, porque Héctor Antonio -según se lee en esta sentencia civil- "no estaba (sólo) insinuado, sino mencionado (por la pareja de Espinosa) explícitamente en el expediente" sobre el homicidio; por otro lado, Carrió como dirigente política, "se limitó a transmitir a la opinión pública líneas de investigación" en ese caso de fuerte interés público.
Carrió no se retractó de estos dichos. La demanda incluía un pedido para que una eventual sentencia condenatoria fuera publicada en los medios. El rechazo de la demanda puede ser apelado.
El juez Parrilli tomo nota de otro dato, que el propio Antonio aportó en el expediente. Junto con su socio Fernando Alvarez Castellano, que en su momento fue citado a indagatoria en el caso Espinosa, Antonio compró una yegua de carrera y la bautizó "Lakarrió". En el juicio penal, dijo que era una forma de "marcar la injusticia de lo hablado por la doctora Carrió".
Ahora, Parrilli le hizo notar lo siguiente: "Esa extraña forma de buscar justicia -además de abrir dudas sobre la magnitud de la condena que reclama, pues cuesta comprender la existencia de sufrimiento espiritual de quien procede de ese modo- le resta entidad y seriedad a su pretensión frente a la libertad de expresión".

Paso a paso
En 2003 el empresario pesquero Héctor Espinosa fue asesinado en Chubut. Carrió involucró en el crimen a, entre otros, Héctor Antonio, al que le adjudicó vínculos con el kirchnerismo.
El año pasado, Antonio logró sentar a Carrió en el banquillo de los acusados. Un juez Correccional la absolvió: 1 a 0 para Carrió.
Aun así, Antonio quiso 300 mil pesos de reparación por daño moral. Le acaban de rechazar esa demanda: 2 a 0.

Fuente: Diario Clarín

Foto: Maxie Amena, La Nación