sábado, 6 de septiembre de 2025

Cosplay, censura y cinismo: la política argentina en clave de show

Las acciones del Gobierno no por torpes son menos efectivas. En una sociedad sin atención el entretenimiento constante es una forma de censura

Por: Lucas Arrimada*
La censura en tiempos de fantasías políticas.

1. De la simpleza a la torpeza

Milei ganó hace dos años con un relato tan intenso como simple. Propuso una fantasía competitiva que llegó a una mayoría de la sociedad enojada. La oposición todavía está construyendo su relato con dificultad.

Después de semanas de confusión oficialista y aparente crecimiento opositor, mañana se vota. En un mundo cada vez más cínico que permite hacer denuncias falsas de todo, cabe esperar que no haya fraude ni falsas denuncias ante una derrota.

Los torpes intentos del Gobierno contra los medios de prensa han sido directos pero no por eso menos efectivos. La destrucción cínica de la esfera pública es un hecho y participan muchos actores además del Gobierno. El juego político parece buscar más entretenimiento y distracción que un cambio sustancial. Esa sensación popular reforma el sistema y lo hace teatral.

Si a alguien le interesara la libertad de expresión se daría cuenta que las audiencias, los lectores, el público, los votantes se están ausentando de la democracia. Con audiencias saturadas no hay libertad de expresión. Sin alumnos no hay educación.

La privatización de la esfera pública en las plataformas de publicidad que llamamos redes sociales ya implicó un deterioro de esos espacios "públicos" y de las personas que los habitan. La desigualdad es parte del modelo de negocio. Ya está normalizada la segregación de clase y la desigualdad de status entre los que pagan por tener "más visibilidad" y "más poder comunicativo" en las plataformas. Esas personas dirán que pagan un acceso privilegiado para luchar por la igualdad, aceptan los privilegios de unos pocos para construir los derechos de todos.

La oposición entra en la guerra payasesca de Milei y ensaya su propio show, una fantasía participativa, contra quien derrotó a los partidos tradicionales haciendo cosplay.

Ambos reformulan el sistema político desde las reglas de una simulación, de un "Gran Hermano" irresponsable y peligrosamente con menos rating. Milei parece más indócil que el mismo Scioli, Reutemann, Palito Ortega o Nito Artaza, ejemplos de famosos devenidos políticos en décadas pasadas. Veremos a quién "expulsará" el pueblo de la casa del "GH democrático". Ojalá no cancelen directamente el programa.

En las reglas del espectáculo, el estímulo es más importante que la comprensión. El entretenimiento y distracción multinivel pueden ser formas de censura. No se puede censurar lo que no tenemos ni intención ni posibilidad de entender. El estímulo subordina, no libera.

2. La cancelación de la realidad
La censura en un mundo sin atención y sin verdad es innecesaria. El exceso de información, usualmente de malas noticias, desensibiliza, brutaliza y satura. Opera como otra forma sutil de censura.

Como afirmamos en la nota "Educación en la brutalidad" (NdE: No disponible en línea), del 26 de Octubre del año pasado: "creer ciertas cosas sirve para protegerse. Dar sentido es una necesidad vital". Un mundo cada vez más hostil y complejo invita a muchos a abrazar fantasías políticas, religiosas, económicas o tecnológicas que nos ofrecen protección en su simpleza. Trump y Milei supieron ofrecer un relato en esa sintonía.

La negación cínica de la Constitución y su literalidad es cada vez más común. Privacidad e intimidad han sido derechos derogados. La inteligencia artificial no reconoce ni respeta derecho de autor alguno. No hay mecanismo para proteger esos derechos ni voluntad de hacerlo. Todo se justifica con otra fantasía: la del progreso tecnológico. Los daños a una generación de niños y adultos se justifican porque el progreso está "asegurado". Esas fantasías permiten escapar de una amenazante realidad.

Tanto oficialismo como oposición viven en su mundo de fantasía y sin una realidad compartida. Nadie ofrece construir un puente entre ambos ni hacia la realidad material de un país empobrecido dirigido a otra crisis económica.

La política con sus fantasías alejadas de la necesidades de la sociedad parece incubar un autoritarismo cada vez más atractivo y competitivo. El liderazgo de Milei puede ser pasajero. El malestar que Milei supo capitalizar tiene todo para mantenerse, crecer y gestar algo peor.
*Abogado y profesor de Derecho Constitucional

Foto: Instagram del pintor Yari Casanova, Marzo de 2024.
Fuente: Diario Río Negro