lunes, 17 de junio de 2024

Reabrieron una causa penal contra Roberto Navarro donde piden de 3 a 6 años de prisión

Por: Ari Lijalad
El mensaje en este contexto es claro: reanudan la persecución al dueño y director de El Destape para infundir miedo sobre todos los periodistas (los de El Destape y los de los demás medios) que quieran informar sobre lo que sucede, desde detenciones arbitrarias a manifestantes políticos hasta cómo el gobierno retiene millones de kilos de alimentos que son para comedores sociales.

El gobierno que estableció un Estado de excepción ahora va contra libertad de expresión y el derecho a la información, maniobra clave para instaurar el miedo.


Tenía razón Navarro: 15 días después fue el intento de magnifemicidio de CFK.
La denuncia ya fue desestimada en dos oportunidades por inexistencia de delito. En primera instancia por la jueza Capuchetti y el fiscal Rívolo, en segunda instancia por los camaristas Farah y Boico.

Ahora los jueces de Casación Petrone, Barroetaveña y Mahiques revocaron esa desestimación y mandan a reabrila.

Los 3 jueces fueron designados por Macri. En el caso de Mahiques directamente a dedo, sin concurso, y es uno de los que viajó a Lago Escondido invitado por Clarín. Ahora decide sobre la suerte del dueño del medio que publicó ese escándalo.

Es imposible no vincular este reimpulso de la persecución a Roberto Navarro con que El Destape fue el medio que reveló hace unos días la existencia de más de 5 millones de kilos de comida que Milei y Pettovello no repartían y corrían riesgo de pudrirse.

Esa investigación dejó al descubierto la crueldad de Estado del gobierno de Milei, que ahora retoma la táctica de la persecución con el Poder Judicial como herramienta.

Esta persecución contra Roberto Navarro busca disciplinar al periodismo.

Es contra el director de El Destape en particular pero es contra los periodistas en general. Es para que nadie se atreva a crear un medio donde se publiquen investigaciones incómodas contra el poder y para que ningún periodista se atreva a escribirlas.

Y es un paso más en el cercenamiento de libertades que el gobierno de Milei lleva adelante con una crueldad de Estado sin precedentes.