El plan del Gobierno eslovaco de populistas y ultranacionalistas, de disolver la radiotelevisión pública RTVS y crear un nuevo ente, a debate parlamentario el próximo jueves, es visto por los trabajadores como un ataque a la independencia para crear una máquina de propaganda.
La propuesta, que ha generado multitudinarias protestas ciudadanas, ha partido del Ministerio de Cultura, en manos del partido ultranacionalista SNS, miembro de la coalición en la que están el SMER del primer ministro, Robert Fico, y La Voz, dos formaciones que han sido expulsadas del grupo de los socialdemócratas europeos.
La reforma, que se espera se debata este jueves, prevé la disolución de la Radio y Televisión de Eslovaquia (RTVS) y su sustitución por la Televisión y Radio Eslovaca (STaR), un cambio que va mucho más allá del nombre, como advierte a EFE en Viena la jefa del servicio de noticias internacionales de la radio pública, Soňa Weissová.
Las opiniones del Gobierno
"Quieren introducir más opiniones de la coalición en la emisión", señala esta periodista, una de las trabajadoras que ha dirigido las acciones de protesta, como la huelga del pasado lunes, la primera en la historia del ente público.
El Ejecutivo argumenta que la RTVS no cumple con su cometido de objetividad, respeto a la diversidad de opiniones, y promoción del interés nacional, apoyando valores y tradiciones culturales del país.
Weissová rechaza esa acusación y afirma que hay estudios que muestran que los informativos del medio público son más objetivos que los de las emisoras privadas.
La periodista ve similitudes con el ataque a la libertad de medios, y a otros pilares de la democracia, que en Hungría ha aplicado el primer ministro, el ultranacionalista Viktor Orbán.
La diferencia, dice, es que Fico quiere hacer en un año lo que a Orbán le llevó una década.
La reforma crea un consejo, nombrado por Cultura y por el Parlamento, que intervendrá en el diseño de la programación de la radio y de la televisión, así como un nuevo comité de ética cuyos miembros serán nombrados por la mayoría parlamentaria del Ejecutivo.
La vicepresidenta de la Comisión europea, la checa Vera Jourova, ha alertado de que los cambios proyectados pueden "acabar con la independencia informativa de los medios de comunicación públicos" en Eslovaquia.
La reforma que el Gobierno eslovaco quiere introducir en el servicio de radiodifusión es una violación directa de la legislación de la UE, concretamente de la Ley Europea de Libertad de los Medios de Comunicación de 2022, que exige el nombramiento transparente e imparcial de la dirección de las emisoras públicas y prohíbe claramente el despido de funcionarios ya nombrados antes de que finalice su mandato
Ministra ultra
La promotora de la reforma es la ministra de Cultura, la expresentadora de televisión Martina Šimkovičová, que fue despedida en 2015 del canal de televisión donde trabajaba por comentarios racistas.
Šimkovičová, miembro del partido SNS, trabajó luego en una emisora sensacionalista donde divulgaba, al igual que en sus redes sociales, teorías de la conspiración sobre la pandemia de la covid y comentarios xenófobos y prorrusos.
Ya como ministra, calificó de parásitos a las ONG que defienden los derechos del colectivo LGBTIQ+.
La propuesta de Šimkovičová implica también destituir al actual director de la RTVS, Ľuboš Machaj, sin dar motivos, para nombrar a uno nuevo.
"Antes ya estábamos sometidos al control político, pero esto es una usurpación de RTVS", dijo Machaj recientemente en una entrevista.
Periodistas prostitutas
El primer ministro Fico tiene desde hace tiempo muy mala relación con los periodistas.
En 2016 calificó de "sucias prostitutas antieslovacas" a periodistas de su país que investigaban presuntos casos de corrupción de su Gobierno.
Desde que regresó al poder el pasado octubre, tras haber tenido que dimitir en 2018 por protestas populares contra la corrupción, se ha ensalzado en una serie de disputas y acusaciones con los principales medios de comunicación privados, a los que ha sometido a un embargo informativo.
De hecho, Weissová cree que Fico quiere ahora aumentar su control sobre los medios tras la experiencia de haber tenido que dimitir por la presión de la calle.
Aunque la RTVS tuvo en la segunda mitad del 2023 una cuota de audiencia del 11 %, por detrás de las cadenas privadas Markiza (30 %) y Joj (21 %), Weissová señala que la tele pública es muy seguida por los eslovacos de más edad y que viven en los ambientes rurales, justo los sectores donde más apoyo tiene el actual Gobierno, mientras que la población más joven, urbana y educada vota por la oposición liberal.
Los cambios en RTVS ya empezaron en la anterior legislatura, con Ejecutivos liberales de centro, cuando la financiación del ente pasó de un sistema de tasas que pagaban los ciudadanos a un asignación presupuestaria del 0,17 % del PIB.
El gobierno de Fico bajó esa asignación al 0,12 % por los recortes derivados de la elevada inflación y ahora planea introducir otra vía de financiación a través de la publicidad comercial y de un convenio de colaboración con el estado.
Fuente: Agencia EFE