sábado, 9 de diciembre de 2023

El futuro de la TDT en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones 2023 de Dubái

Por: Elena Puigrefagut*
La Television Digital Terrestre forma parte de nuestro día a día desde hace más de 20 años. Ha aprendido a convivir con nuevas formas de consumir contenido audiovisual vía plataformas de streaming que ofrecen servicios de VOD, video bajo demanda. La TDT también ha evolucionado para ofrecer mayor calidad con servicios de HD y también UHD/4K como fue el Mundial de Futbol de Qatar 2022 retransmitido por RTVE y como serán los Juegos Olímpicos de Paris 2024. Pero su futuro está comprometido a la disponibilidad de frecuencias en la banda UHF. Esta banda forma parte de la orden del día de la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones que está teniendo lugar actualmente en Dubái hasta el 15 de diciembre 2023, la CMR-23.

Las frecuencias utilizadas por la TDT se planificaron en el 2006. El Plan de Ginebra 2006 planificó el espectro disponible para la televisión terrestre, 470-862 MHz, en Europa, África, países de Oriente Medio e Iran. El espectro también se usa para audio PMSE (Programme Making and Special Events), equipos inalámbricos para la creación de contenidos.

Desde entonces, este espectro ha despertado un gran interés por parte de la industria móvil que, con el argumento de mejorar la cobertura IMT de zonas rurales gracias a la buena propagación de estas frecuencias ha conseguido que la banda de 800 MHz (790-862 MHz, primer dividendo digital) y la de 700 MHz (694-790 MHz, segundo dividendo digital) se les haya otorgado para el desarrollo de 4G/5G. Debido a la incompatibilidad técnica de IMT con la TDT, esas frecuencias se han tenido que liberar de las señales de televisión. Y es precisamente el único espectro que le queda a la TDT, la banda de 470-694 MHz, que está actualmente en discusión para un posible uso futuro de IMT.

La preparación de las posiciones de las diferentes regiones ha sido larga y complicada. En Europa, la TDT reina en ciertos países como España, Italia, Francia, Reino Unido, Grecia, pero es minoritaria en otros como Alemania, Bélgica, Países Bajos, Suiza. Y otros como Finlandia y Suecia quieren proteger su industria móvil. La posición europea es de no favorecer el uso de la banda para IMT de momento, pero abrir la posibilidad a otros servicios móviles (no IMT) que sean compatibles técnicamente con la TDT; Europa también propone reconsiderar este uso en una conferencia futura, la CMR-31. Esta posición ha sido coordinada también por todos los países de la Union Europea donde la ley DECISION (EU) 2017/899 prioriza el uso de la banda 470-604 MHz para la TDT hasta al menos el 2031.

Los países africanos, muchos todavía en plena transición a la TDT, no quieren cambiar el uso de la banda por el momento. En la mayoría, el espectro asignado al 4G/5G, el 1er y 2º dividendos digitales, permanece vacío, todavía disponible para el despliegue de redes celulares. Rusia y sus países aliados mantienen una posición similar. Por otro lado, muchos de los países de oriente medio no prevén un mayor desarrollo de la TDT y quieren asignar esas frecuencias al servicio móvil. 

Las conferencias mundiales tienen como objetivo harmonizar el uso del espectro a nivel global y minimizar las diferencias entre diferentes partes del mundo o incluso entre regiones. En este caso, la CMR-23 empieza con posiciones muy dispares respecto al uso de la banda UHF y tendrá que encontrar una solución que satisfaga a la mayoría. La primera semana de la conferencia ha dejado en evidencia la fragmentación de propuestas y la firme postura de los diferentes países o regiones. En estas próximas tres semanas todos tendrán que hacer concesiones para ponerse de acuerdo con respecto al futuro de esta banda de frecuencias, vital para que la TDT siga garantizando el acceso gratuito, universal y accesible a la información a toda la población.
*Senior Engineer. Department of Technology & Development European Broadcasting Union (EBU-UER)

El futuro de la televisión digital terrestre española se dirime en Dubái
La conferencia de radiocomunicaciones que se celebra en Dubái debe decidir si la televisión seguirá teniendo en exclusiva el espectro que se ha reservado para la TDT hasta 2030 o si se traspasará a las telecos’

El futuro de la televisión digital terrestre (TDT) en España, una realidad en declive, pero aún con un formidable peso sociológico, político y electoral, se está decidiendo estos días en el Golfo Pérsico. La Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones es la asamblea mundial organizada por la ITU -una agencia de la ONU para las telecos- que decidirá el uso de las frecuencias radioeléctricas como las que usa la TDT en todo el mundo para los próximos años. Y actualmente se está celebrando su edición de 2023, -se reúne cada cuatro años- desde el 20 de noviembre hasta el 15 de diciembre, en Dubái, bajo la denominación de CMR23.

Y uno de los debates importantes que se decidirán en la CMR23 es la asignación, es decir, el destino, que se le dará a las frecuencias radioeléctricas por debajo de la banda de 700 MHz -las frecuencias de 470 a 694 MHz de la banda UHF- y que es la que está asignada a la TDT en España y Europa.

La situación hasta esta CMR23 era que esa banda estaba reservada como destino principal o uso primario (primary allocation) para broadcasting, es decir, para transmitir los canales de TV por medio de señales radioeléctricas terrestres, que en España distribuye principalmente Cellnex -aunque existen otros operadores autonómicos de menor tamaño- y que se reciben en las antenas de los hogares. El acuerdo, que procede de la anterior CMR de 2019, reserva ese uso primario para la TDT hasta 2030.

Pero todo esto puede cambiar en esta CMR23. Y la razón es que hay muchas presiones para que eso suceda, ya que las frecuencias radioeléctricas son un recurso muy escaso -hay las que hay y no se pueden crear más- y su uso para la TDT “compite” con otro uso para las telecomunicaciones móviles.

Las telecos ya ganaron 2 veces
Esa competencia ya se ha producido en el pasado y hasta ahora han venido ganando las telecos móviles frente a la TV. Por eso se han concedido el llamado Dividendo Digital -el traspaso de la banda de 800 MHz de la TDT a las telecos en 2015- y el Segundo Dividendo Digital (2020), que hizo lo mismo con la banda de 700 MHz.

El problema es que a la TDT cada vez le queda menos espectro para emitir. Y, aunque afortunadamente las tecnologías de compresión de la señal permiten cada vez emitir más canales de TV con menos frecuencias, hay un límite a esta optimización. Sin embargo, el consumo de datos en las redes móviles continúa su crecimiento exponencial, demandando una mayor capacidad. El Internet de las Cosas (IoT) masivo, con decenas de miles de millones de dispositivos conectados y los cada vez más cercanos servicios de realidad aumentada o virtual seguirán demandando de las redes móviles capacidades crecientes. Y para eso hace falta un espectro más grande.

A eso se une, además, que poner el espectro en manos de las telecos suele ser muy rentable para los estados, que lo subastan entre las operadoras a muy buen precio, mientras que el sistema de concesiones para la TV suele ser gratuito por lo que las haciendas de los estados no reciben ingresos directos.

Sin embargo, los partidarios de que siga siendo utilizado por la TDT no están inermes. Hay una realidad incuestionable. Las televisiones en abierto llevan años sufriendo un declive continuo de espectadores a manos de los servicios audiovisuales online -desde las plataformas de streaming como Netflix, a los servicios de vídeo online como Youtube o TikTok– como consigna el informe anual de la consultora Barlovento, que señala que los 15 minutos de oro del prime time -entre las 22:15 y las 22:30 de cada noche- atrajeron a 13,6 millones de espectadores en España durante 2022, frente a los 18,3 millones de 2013, una pérdida del 26% en 10 años. Y el negocio que mueven, con 1.700 millones de ingresos publicitarios en 2022, es una fracción de los 30.000 millones de las telecos.

Gigante político
Sin embargo, siguen siendo el principal medio de información y entretenimiento para muchos ciudadanos, especialmente de los más mayores y eso otorga a las cadenas de TV -públicas y privadas- una capacidad de interlocución y de lobby con el poder político muy notable, por lo que la pugna contra las teles para arrebatarles espectro es la de batallar contra un hobbit económico, pero un gigante político. De hecho, España, uno de los países -junto con Italia- con más uso de la TDT de Europa, defiende en Dubái el mantenimiento del uso primario de las frecuencias por debajo de los 700 MHz para la TDT, al menos hasta 2030 en la región 1 (Europa, África y Oriente Medio). Y, aunque teóricamente Europa también defiende lo mismo, hay países del norte donde la distribución de la TV es mayoritariamente por cable -la TDT se usa más en el sur- a los que la defensa de la TDT no les importa tanto. Y algunos, como Suecia -sede de Ericsson- y Finlandia -patria chica de Nokia-, los dos grandes fabricantes europeos de equipos de redes móviles, están a favor de asignar más espectro al sector teleco, porque eso se traducirá en pedidos para las dos empresas, que son buques insignia de sus respectivos sectores empresariales. También los países árabes están por la labor de dar ya más espectro a las telecos.

Así que no está claro qué es lo que se decidirá en la CMR23. Aunque los observadores señalan que podría acabar acordándose que la atribución para las telecos sea un uso coprimario de la banda del 470-694 MHz, en pie de igualdad con la TDT. Sólo eso supondría ya un duro golpe, puesto que permitiría que cada país en Europa tomase sus propias decisiones. Y si esa banda se empezase a usar en algunos países europeos para las telecos, la presión para los países que no lo hicieran sería cada vez mayor.

Las espadas están en todo lo alto y, como en todas las CMR anteriores, los acuerdos importantes sólo se alcanzarán en unos frenéticos últimos días de negociaciones a muchas bandas. Pero lo que está cada vez más claro es que la presión de la industria de telecos se va a hacer mayor para usar la mayor parte del espectro disponible. Aunque la TDT salve la bola de partido de la CMR23 y siga hasta 2030, la distribución de la señal de TV por medio de la TDT irá reduciéndose a medio plazo y previsiblemente acabará siendo desplazada por las diferentes modalidades de la TV online.
Fuentes: Expansión, TecnoNews