sábado, 1 de abril de 2023

Claudia Abraham: El daño que hizo Adriana Cantero en Educación fue enorme

La ministra de Educación de Santa Fe, Adriana Cantero, presentó su renuncia y dejó el cargo. Su lugar es ocupado por Víctor Debloc. Según ella contó, tomó la decisión de renunciar por motivos vinculados a su salud y así se lo hizo saber al gobernador Omar Perotti. Si bien todas las políticas desplegadas en materia educativa están ratificadas, también estarán abiertos a sugerencias para eventuales cambios, expresó el gobernador. 

En Señales escuchamos a Claudia Abraham, docente con más de 30 años en las aulas e histórica militante de AMSAFE, que traza un perfil de su segunda gestión al frente de la cartera educativa:
Algunas ideas para un provisorio balance sobre la gestión de Adriana Cantero
Cuando después de seis meses de haber ganado las elecciones, el gobernador Omar Perotti designó a Adriana Cantero como Ministra de Educación, desde la agrupación a la que pertenezco, la Resistencia Docente, no sentimos ningún asombro.

Sabíamos que se venía un escenario de ajuste a nivel nacional por la enorme deuda que Mauricio Macri había contraído con el Fondo Monetario Internacional; que el gobierno de los Fernández no se iba a ocupar de perseguir a quienes habían fugado ese dinero y exigirles que lo devolvieran y que quienes terminaríamos haciéndonos cargo de esa deuda seríamos los trabajadores y jubilados. También sabíamos que en nuestra provincia ese ajuste venía "recargado".

¿Qué se podía esperar de Perotti, que privatizó el Banco Provincial de Santa Fe en los tiempos de Obeid y en el 2008 apoyó a las patronales agropecuarias en el conflicto por la 125? Ninguna confianza nos merecía alguien que cuando fue Senador votó la aprobación de los pliegos de Rossatti y Rosenkranz , los cortesanos mentores del 2X1 a los genocidas Ninguna ilusión podíamos hacernos con alguien que le votó a Macri el pago a los fondos buitres y la firma del pacto fiscal. Y como nada bueno se podía esperar, Cantero era la Ministra ideal para aplicar el ajuste en educación, destruyendo lo que estaba bien hecho y agravando aquello que estaba mal.

También conocíamos a la perfección el paso de Adriana Cantero durante las gestiones de Obeid y Reutemann. Una persona que hizo toda su trayectoria docente dirigiendo escuelas privadas confesionales y ocupó durante la primera gobernación de Jorge Obeid el cargo de representante de la Región VI en el Ministerio de Educación. Desde ese lugar aplicó a rajatablas la Ley Federal de Educación, que entre otras cosas implicó el vaciamiento y destrucción de las escuelas técnicas, el cierre de cargos en diferentes niveles y modalidades del sistema educativo y la incorporación de los octavos y novenos grados a las escuelas primarias. En esos tiempos, cuando los profesores faltaban y no había preceptores, tenían que hacerse cargo los equipos los directivos o las maestras de grado que estuviéramos en horas especiales. Lo hacíamos en instituciones que no estaban preparadas desde lo edilicio para atender dignamente a los estudiantes que allí llegaban y que en muchos casos eran alojados en aulas conteiner, debían compartir los baños con niños mucho más pequeños o utilizar baños químicos que no tenían el debido mantenimiento y están pensados para uso provisorio.

Cantero continuó por dos años en su función durante el segundo gobierno de Carlos Reutemann. Posteriormente, a mitad del segundo mandato de Obeid, asumió el cargo de Ministra de Educación y ejerció un permanente maltrato hacia los docentes y los estudiantes de las escuelas públicas: nos negó sistemáticamente el derecho a la estabilidad a través de concursos; mantuvo el presentismo para aplicar descuentos cuando hacíamos medidas de fuerza; dejó a los edificios escolares en total estado de abandono y ni siquiera garantizó la cobertura de un sistema de emergencias médicas en la región sur de la provincia de Santa Fe.

Ese era el historial con el que cargaba quien estuvo a cargo de la cartera educativa hasta el 10 de diciembre de 2007, y su retorno tuvo en muchos aspectos el sello inconfundible de los‘90. Tal es así, que su primer acto de gobierno fue sacar un decreto que establecía que se iba a hacer una revisión de todas las horas y cargos que se habían titularizado por concurso en los primeros días de diciembre de 2019 y que meses después se tradujo en la destitularización de 400 compañeros que habían accedido a la estabilidad a través de un acuerdo paritario basado en el criterio de reparación histórica. Así fue como los docentes que se desempeñaban en los equipos de Formación Profesional y Capacitación Laboral, en los Equipos Territoriales con Eje en la Convivencia y en la EEMPA 1.330 vieron vulnerados sus derechos sin ninguna contemplación.

Esta decisión también implicó un enorme perjuicio para los estudiantes. La EEMPA 1.330 tuvo el mérito de ser pionera en la educación secundaria de manera virtual. Muchas de las madres y padres de nuestros alumnos, luego de largas jornadas de trabajo, podían sentarse a tomar las clases por la noche desde sus hogares y concluir sus estudios. Pero por obra y gracia de la señora Cantero, a partir del año 2022 se suspendió la inscripción a este establecimiento educativo, que terminó vaciándose y además fue intervenido.

A partir de acá me interesaría hacer una breve cronología que de alguna manera dé cuenta del daño sistemático que provocó.

Enero de 2020: El gobierno provincial difirió nuestro cronograma de pago de manera tal, que había compañeros que iban a terminar cobrando el 15 de enero. Ni siquiera se respetaba la Ley de Contrato de Trabajo. Evidentemente se pretendía aplicar la lógica cambiemita del "si pasa, pasa" que vivimos con Macri. Afortunadamente los maestros no se lo dejamos pasar. En Rosario hicimos una masiva movilización y a partir de febrero empezamos a cobrar a término.

Marzo de 2020: La señora Ministra y el señor Gobernador ofrecieron un 3% de aumento y eliminaron la cláusula de actualización salarial, conocida como cláusula gatillo. Fue la peor oferta que recibimos desde que en el año 2008 comenzó a regir la Ley de paritarias en nuestra provincia. Los docentes manifestamos nuestro rechazo con dos semanas de paros de 48 horas y movilizaciones locales y provinciales. A los poquitos días se dispuso el decreto de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por la pandemia, y el gobierno tuvo la mejor excusa para dar un portazo y cerrar la paritaria.

Septiembre de 2020: Seis meses transcurrieron hasta que se presentó una nueva oferta con sumas no remunerativas y no bonificables, que terminaban vaciando nuestra obra social y nuestra Caja de Jubilaciones. Esto fue así durante toda la gestión. Ya llevábamos 9 meses con nuestros salarios congelados.

Atrapados por un reglamento que sacó de la galera la conducción provincial de nuestro sindicato y que rompía con el criterio histórico de participación democrática, la oferta se terminó aceptando. En el "mientras tanto", los docentes de los distintos niveles nos cargamos al hombro la educación en forma virtual, pagando de nuestro bolsillo la conectividad y los dispositivos, buscando la forma de llegar a todos los estudiantes que no contaban con herramientas tecnológicas y manteniendo abiertos en forma permanente nuestros teléfonos para recibir a cualquier hora las circulares sin ton ni son que llegaban desde el Ministerio de Educación. Los Equipos Territoriales con Eje en la Convivencia, que tanta falta nos hacían en ese momento para ayudarnos en nuestra tarea de recuperar el vínculo con aquellas familias que tenían dificultades, no pudieron cumplir con su función porque Cantero no les permitía hacer nada. No se les asignó ninguna tarea. Si algún compañero o compañera se enfermaba, nuestra labor se duplicaba porque no se llamaba a reemplazante.

Ningún compañero inscripto en los escalafones de reemplazos pudo acceder al Ingreso Familiar de Emergencia porque con un día de trabajo durante el año anterior era rechazado por el ANSES, ya que aparecía ingresado en el sistema. Reclamamos para ellos un salario de emergencia. Nos movilizamos muchas con AMSAFE Rosario por este motivo. Nunca fuimos escuchados. Cuando finalmente el Congreso aprobó una ley que establecía que cobrarían un bono, el gobernador la vetó, y hacia fin de año se les otorgó por única vez una exigua suma fija que abarcaba a un sector muy pequeño, porque se dispuso lo cobraría hasta el quinto docente que estuviera en el escalafón de cada escuela.

No les fue mejor a las familias durante esos aciagos tiempos. Un porcentaje altísimo de ellas vivía de trabajos precarios y se quedaron sin sustento. Las sumas de dinero que llegaban para realizar las compras del llamado "refuerzo alimentario" eran miserables. Semana tras semana, con un nudo en la garganta, los directivos entregaban esos pequeños paquetes con mercaderías que no alcanzaban para cubrir las necesidades básicas de nutrición. Fue realmente muy doloroso.

Así transitamos el año 2020, atravesados por enormes angustias y las pérdidas que ocasionó la pandemia, mientras el gobierno ahorraba plata y hacía plazos fijos. No se le ocurrió que ese dinero podía servir para reparar los edificios escolares que las gestiones socialistas habían dejado en condiciones deplorables, porque no fueron un dechado de virtudes los anteriores, como algunos periodistas cuentan por ciertos medios. Las condiciones terminaron agravándose en enero de 2021, cuando muchas instituciones fueron vandalizadas.
Marzo del 2021: Luego de muchos debates y presiones, logramos que se comenzara con la vacunación de los docentes de Nivel Inicial y Primario. Pero para quienes eran reemplazantes, incluyendo aquellos que se desempeñaban como asistentes escolares, las vacunas llegaron recién en junio. Se los siguió considerando desechables.

Otra vez iniciamos el ciclo lectivo con paros y no sólo porque la oferta salarial no nos conformaba. Eran muchas otras cosas las que se ponían en juego. En medio de los protocolos establecidos para los casos de contagios de Covid 19 y la condición de contacto estrecho, la Ministra Cantero dispuso otra forma original de ahorro: si faltaba algún docente de especialidades, no se le ponía reemplazante. Así transitamos todo el 2021, con los chicos y chicas sin acceder al derecho de educarse en el arte, el deporte y los talleres de mimbrería, carpintería, cerámica o aeromodelismo y con profesores de especialidades sin la posibilidad de cobrar aunque sea por unos pocos días de trabajo.

A los directivos las tareas se les multiplicaron. Cada vez que había un contagio, se debía aislar las burbujas. Pero esto no era algo tan simple como algunos se imaginan: antes había que dar aviso telefónico a la línea del Ministerio de Salud y esto podía demorar muchas horas. Las llamadas podían comenzar a las 16 en la escuela y la comunicación recién podía establecerse a veces a las 24. En la era de las tecnologías, las directoras y directores debían seguir trabajando en sus hogares hasta que las velas no ardieran.

Para completar su "obra de arte", la Ministra volvió a su antigua práctica de desorganizar los proyectos educativos: en lugar de establecer en marzo la toma de posesión de cargos de los compañeros que se trasladaban y titularizaban, lo hizo en mayo.

En el medio, el sistema de salud de la ciudad de Rosario iba estallando, con un 98% de ocupación de camas en terapia intensiva. Pero el gobernador, la señora Ministra y el intendente de Rosario, insistían con que debíamos continuar con la presencialidad, pese a que el gobierno nacional había establecido la suspensión de clases en aquellas zonas que eran consideradas de alarma sanitaria.

En ese juego perverso entre opositores y oficialistas se perdieron un montón de vidas, y cuando ya la cosa no dio para más, volvimos a la virtualidad. Unos días antes del receso invernal, volvimos a clase en burbujas. Cuando el 31 de agosto retornamos a la presencialidad plena y la vacunación ya se había hecho más masiva, tuvimos un pequeño respiro.

Aunque claro está, ese respiro no fue para todos igual, porque en consonancia con lo establecido por el Gobierno Nacional a través de la Resolución 91, que disponía el reintegro a las actividades presenciales de todos los trabajadores de la Administración Pública que hubieran recibido al menos la primera dosis de cualquiera de las vacunas contra el Covid 19- independientemente de la edad y la condición de riesgo - y el decreto 1430 firmado por el gobierno de la provincia de Santa Fe el 19 de agosto- que se orientaba en el mismo sentido- a las escuelas nos llegó la circular 24 del Ministerio de Educación que establecía que el 1º de septiembre deberán retornar a los establecimientos los compañeros que se encontraban con dispensas por diferentes problemas de salud.

Del extenso listado de personas que formaban parte de la población a proteger durante la pandemia, sólo quedaban exceptuados aquellos que tenían inmunodeficiencias, los pacientes oncológicos y transplantados.

Obligar a que los docentes con enfermedades respiratorias, cardíacas, con diabetes e insuficiencias renales crónicas volvieran a sus lugares de trabajo fue un experimento macabro, sobre todo porque ya habíamos visto lo que sucedió con distintos trabajadores de la salud que formaban parte de la población de riesgo a los que se les había ordenado regresar y terminaron de la peor manera. Lejos había quedado la frase "entre la economía y la vida, elijo la vida", que en su momento había proclamado el presidente Alberto Fernández. Eran tiempos de elecciones de medio término y todos querían hacer méritos que evidentemente no les sirvieron para nada.

Mientras tanto las escuelas seguían con problemas de infraestructura: muchas sin gas desde los años 2018 y 2019; otras, sin agua, con problemas en la electricidad y techos que se caían.

Hacia fin de año Litoral Gas se puso mucho más severo con los controles y ante el menor desperfecto llegaba el corte. Otra vez AMSAFE hizo relevamientos sobre la situación de las escuelas, otra vez nos movilizamos al Ministerio, otra vez hubo directores completando planillas y recorriendo los pasillos de las delegaciones del Ministerio para encontrar a alguien que los escuchara y resolviera su reclamo.

Marzo de 2022: Las primeras semanas del inicio del ciclo escolar nos encontraron nuevamente sosteniendo un plan de lucha. La medida duró poco tiempo, lo cual no significó que los docentes estuviéramos conformes con la oferta realizada y mucho menos con que se observaran cargos en la modalidad de Adultos y no se ofrecieran a concurso. Muchos docentes se quedaron sin poder titularizar en ese momento porque los cargos estaban observados.

Mientras tanto, ante tanta presión por los problemas de infraestructura, el Ministerio tuvo la peregrina idea de enviar a todos los establecimientos la misma suma de dinero para restablecer las conexiones de gas. Pero algunas escuelas tenían problemas más graves que otros y eso requería de más dinero. En algunos casos fueron las cooperadoras las que terminaron haciendo el desembolso. En otros, el camino fue seguir completando planillas y recorriendo los pasillos Ministeriales, porque muchas escuelas no tenían ningún recurso.
A mediados de año nos llegó la noticia del acuerdo del Consejo Federal de Educación- del cual también participa la CTERA- sobre la extensión de la jornada escolar, el famoso "plan 25". La CTERA no hizo ninguna consulta a sus bases para suscribir este acuerdo. Simplemente estampó su firma. Así fue como se aceptó una medida marketinera que lejos de resolver los problemas reales que existen en las escuelas a la hora de enseñar y aprender, no hace otra cosa que crear más caos del que ya existe. Con la excusa de recuperar los aprendizajes que no se lograron durante el período de aislamiento, se lanzó un engendro que no aporta en absoluto a la construcción del conocimiento.

Los niños no son frascos que hay que llenar con mermeladas. Son sujetos pensantes con distintos tiempos para aprender. Si realmente los gobiernos estuvieran interesados en contribuir a que sus procesos mejoraran, se destinarían recursos para trabajar con grupos de no más de 15 alumnos o se implementaría el trabajo en parejas pedagógicas para brindarles un acompañamiento más personalizado. Nosotros vivimos la experiencia del trabajo en burbujas, y a cualquier docente que se le pregunte cómo funcionó en esa etapa, va a responder que fue la única que vez que tuvo la oportunidad de brindarle a cada estudiante un acompañamiento mucho más fructífero, centrándose en sus dificultades, desplegando distintas estrategias para resolverlas y dedicándole más tiempo a cada uno.

La desidia de esta gestión y el desprecio hacia la educación pública quedó cada vez más clara en los meses que siguieron. No hubo voluntad política de sentarse a discutir nada.

En Santa Fe, a principios de agosto, los docentes iniciamos un plan de lucha y estuvimos más de dos meses sosteniéndolo. Algo inédito en estos últimos treinta años. Con las anteriores gestiones tuvimos conflictos, pero transcurridas un par de semanas se hacía una nueva propuesta. Esta vez la Ministra de Educación y el de Trabajo fueron inflexibles y ni siquiera respetaron la ley de paritarias que establece que en el caso de que en el transcurso de las negociaciones no hubiera uniformidad en el seno de la representación gremial docente, prevalece el voto de la entidad gremial que cuente con mayor representación en la Comisión Negociadora, que era AMSAFE, pero ni siquiera eso respetaron.

Con el descuento como forma de extorsión por parte de la patronal y el empleo de mecanismos poco transparentes por parte de algunas delegaciones de AMSAFE a la hora de hacer el recuento de votos, se terminó aceptando una propuesta salarial que incluía la aceptación del Plan 25 y la finalización del ciclo lectivo el día 23 de diciembre.

A principios de diciembre de 2023, de acuerdo a un relevamiento de AMSAFE Rosario, 69 escuelas del departamento no tenían agua; pero Adriana Cantero insistía en que había que "honrar lo firmado en paritarias".

Hasta el 23 de diciembre los niños pobres de las escuelas públicas tuvieron que concurrir a clase con los baños mugrientos y un calor insoportable, mientras en las redes sociales, durante la primera semana de diciembre, florecían las fotos de las escuelas privadas en las que se veían las imágenes de los festejos de fin de año.

Bueno es recordar para que nadie se haga el tonto, que a esas escuelas las subsidia el Estado a través de nuestros impuestos y que SADOP fue el primero de los gremios que aceptó la propuesta a sabiendas de que "las escuelas de Cantero" – que toda su vida manejó el negocio de la educación privada- podían hacer lo que querían porque contaban con su aval.

Así llegamos al 2023, con un tórrido mes de marzo en el que producían permanentes cortes de luz y agua, que en muchos casos llevaban a que se suspendieran las clases en algún turno porque es imposible trabajar en estas condiciones, y también, por qué no decirlo, con escuelas que invitaban a los chicos y chicas a concurrir con mallas para recibir manguerazos, "haciendo como que se así se enseñaba y aprendía", mientras se desperdiciaba ese bien tan preciado por tanta gente que no tiene acceso al agua potable.

Este año siguieron sin ofrecerse para titularización varios cargos vacantes en la modalidad de Adultos. La excusa es que la matrícula es muy baja y esto, a corto o mediano plazo, puede pavimentar el camino para el cierre de cargos. Sigue sin entenderse la problemática de los adultos que asisten a estos establecimientos, que van salteado porque cuando consiguen una changa dejan de ir; que abandonan por un tiempo y luego retornan o que ingresan a mitad de año.

El Plan 25 y la Reforma Educativa en Secundaria están en marcha. No en todos los establecimientos ha logrado implementarse la extensión de la jornada horaria. Algunos lo comenzaron a hacer en marzo, otros lo harán en abril y otros lo tienen programado para mayo. Como esa hora de más es optativa, hay docentes que han decidido no tomarla por diferentes razones y con todo su derecho. Los directivos están en medio de un permanente tironeo y el resultado será que cuando todos los establecimientos lo estén llevando a cabo, las instituciones estarán atravesadas por un profundo malestar , con niños repartidos en distintas aulas cuando falte el personal o con los directores haciéndose cargo de esta tarea. A eso habrá que sumarle el justificado enojo de las familias que verán alterada su organización y que en ningún momento fueron consultadas para implementar esta reforma.

Le deseamos a la señora Adriana Cantero una pronta recuperación. El daño que hizo ha sido enorme, pero guarda coherencia con las políticas de ajuste dispuestas a nivel nacional e incluso en varios aspectos las supera ampliamente . El Fondo Monetario Internacional le estará eternamente agradecido por sus aportes.