lunes, 22 de agosto de 2022

Trelew: El diario Jornada homenajeó al fotógrafo quien tomó la última imagen de los fusilados

Con múltiples actividades y la emisión de un programa con testimonios de los familiares de las víctimas, Diario Jornada y Cadena Tiempo rememoraron el día en que la Marina asesinó a 16 presos políticos en los calabozos de la Base Almirante Zar.

En la redacción del Diario Jornada se llevó a cabo este sábado el descubrimiento de unaplaca en homenaje a Emilser Pereira, el fotógrafo de este diario que cubrió la Masacre de Trelew hace50 años, que contó con la presencia de los familiares de las víctimas. 

En ese marco, se rindió homenaje al trabajo fotoperiodístico de Emilser, el reportero gráfico de Jornada que cubrió los brutales asesinatos de 16 presos políticos en 1972.

A tal efecto se llevó a cabo el descubrimiento de una placa y un cuadro con la última foto con vida de los presos políticos en el viejo Aeropuerto de Trelew, tomada por Pereira.
Emilser: militancia, persecución y cárcel

A 50 años de la Masacre de Trelew, la historia del fotógrafo de «Jornada» que sacó las últimas fotos de los militantes políticos asesinados por efectivos de la Armada. Una placa en su memoria. A partir de hoy, la Sala de Fotografía del diario Jornada llevará el nombre de Emilser Pereira, en su honor. Una placa en su memoria. A partir de hoy, la Sala de Fotografía del diario Jornada llevará el nombre de Emilser Pereira, en su honor.
Por: Juan Arcuri
A poco de cumplirse medio siglo del asesinato de dieciséis presos políticos en la Base Almirante Zar de Trelew, seguimos recordando a un personaje central de aquella historia negra: el reportero gráfico Emilser Pereira, trabajador de Jornada, quien fue el que consiguió las imágenes que hicieron historia.

Emilser formó parte de la Comisión de Solidaridad con los Presos Políticos detenidos en la cárcel de Rawson en 1972 y a partir de 1973 comenzó a militar activamente en el Frente Antiimperialista por el Socialismo (FAS). En ese rol concurre a los congresos realizados en Resistencia y Rosario.

Patricio Torné lo recuerda así: “Tuve el privilegio de tenerlo como compañero y, aunque la urgencia de la época no nos permitió frecuentarnos como hubiésemos querido, junto a Miri, su compañera, entre otras cosas, pudimos ir al cine y después, entre café y ginebra, descular las películas en el San Marcos; juntarnos a leer y debatir la situación política, y cumplir con algunas acciones solidarias en los barrios La Laguna y La Loma”.

De ahí también su participación solidaria con todos aquellos chilenos perseguidos, que llegaban a nuestro país tras el golpe de Pinochet.
La actividad creciente de la Triple A desde fines de 1973 fue una señal de alerta para toda la militancia. Amenazas y persecuciones intimidatorias se fueron haciendo cotidianas en 1974. Emilser y Miri no fueron ajenos a eso. Volviendo una noche a su casa en Honduras 139, frente a “la zanja”, encuentran un gran moño negro en la puerta de su casa. En noviembre son arrestados, al igual que cientos de ciudadanos, y puestos a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (ley 20840 de Seguridad Nacional) por decreto secreto 1474/1974.

Alojados en la Comisaría de Rawson primero, trasladados a la Comisaría de Puerto Madryn después, a fines de febrero son confinados en el pabellón 6 del penal de Villa Devoto.

En mayo de 1975, tras generar una huelga de hambre, todos los presos vuelven a ser trasladados. Emilser y Omar “Chiquito” Torroija (fallecido recientemente), son llevados al penal de Rawson y golpeados salvajemente.

Nuevamente son trasladados en un Hércules C130 como únicos detenidos. Atados de pies y manos, recibiendo todo tipo de improperios de los guardias y amenazas de ser arrojados al mar. Regresados al penal de Villa Devoto, reinician las luchas por mejores condiciones que deriva en una nueva huelga de hambre superior a los 30 días.

En dicho penal permanecerán detenidos hasta que luego de varias presentaciones de abogados -Mario Abel Amaya y Hipólito Solari Yrigoyen, entre otros-, en los Tribunales Federales de Capital Federal logran por el artículo 23 de la Constitución el “derecho de opción” de salida del país en un país no limítrofe. A través de una visa de cortesía venezolana, podrán llegar a Caracas.

Amaya visita a menudo a las y los presos políticos en la cárcel de Devoto y acompaña a Miri y a Emilser al Aeropuerto de Ezeiza en la primavera de 1975. Ese abogado ejemplar y ese reportero gráfico, actor y militante que se habían cruzado nerviosos entre flashes y alboroto la noche del 15 de agosto del ’72 en el Aeropuerto de Trelew, vuelven a encontrarse en otro aeropuerto. Conmueve imaginar aquella despedida, de abrazos, tristeza, llanto y presagios oscuros.#

Los años de Emilser Pereira en el exilio
Una placa en su memoria. A partir de hoy, la Sala de Fotografía del diario Jornada llevará el nombre de Emilser Pereira, en su honor.

Al llegar al Aeropuerto Maiquetia de Caracas, a Emilser Pereira y Miri Ludueña los esperaban Wendy Domínguez y Omar Torroija, quienes habían logrado salir antes de la Argentina. Los abrazos del reencuentro parecían interminables. Compartieron un primer tiempo juntos, lo que permitió a los hijos de los exiliados más cercanos descubrir en Emilser un “tío” cariñoso, siempre dispuesto a los juegos y al paseo como lo recuerdan siempre Ana Sol y Jojo.

Todos ellos participaron con otros compatriotas de la creación de un organismo de solidaridad y lucha contra la dictadura cívico militar: el Comité Venezolano de Solidaridad con el Pueblo Argentino. Excepcional espacio multipartidario de fluida relación con el gobierno socialdemócrata.

Desde allí se denunciaba permanentemente y se daba a conocer al mundo las terribles violaciones a los derechos humanos que se cometían en la Argentina. Se realizaban innumerables actividades culturales, solidarias, muchas de ellas a beneficio de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Emilser comenzó a trabajar por aquellos años en dos oficinas comerciales de argentinos residentes; luego en Editorial ATECA; en la Fundación Ateneo de Caracas; y su último trabajo fue en Editorial Kapelusz.

No podemos saber si no pudo o no quiso retomar allí su pasión por el teatro o la fotografía. Su vital optimismo se fue apagando con el tiempo, nunca pudo adaptarse al exilio y sufrió mucho el desarraigo. Nunca dejó de recibir noticias e información desde Trelew.

A mediados de 1986, le detectaron un cáncer de garganta, del que fue operado con éxito. Pero a finales del año siguiente una metástasis tomó sus pulmones. Estuvo internado en el hospital “Domingo Luciani” de Caracas, donde murió el 23 de febrero de 1988. Fue sepultado en el Cementerio General del Sur en Caracas.

Con la vuelta de la democracia en la Argentina, Emilser no pudo regresar como hubiera querido o como debió haber sido. Como tantos compatriotas expulsados por la dictadura dispersos en el mundo, se adaptó con lo elemental para sobrevivir, pero no se integró. “Pagó el precio del destierro”, cuenta con tristeza Wendy. “Le quitó la fuerza vital…” a aquel muchacho alto, flaco, de cámara en ristre, con gracia en las tablas y militante soñador.

Hoy vuelve a la Redacción, sin la teletipo, sin el revelado urgente, sin las rotativas. Vuelve para quedarse en la memoria por su trabajo, por su solidaridad, por su esperanza en el futuro que soñaban.
Fuente: Resúmen Latinoamericano