miércoles, 10 de junio de 2020

Repudian la promoción en América TV del inexistente Síndrome de Alienación Parental en el marco de la Pandemia

En el programa de Alejandro Fantino, en América TV, se aseguró que por la cuarentena había más casos de Síndrome de Alienación Parental. Desde el Comité del Seguimiento y Aplicación de los Derechos del Niño (CASACIDN) se aclaró que no existe tal síndrome, una figura que suelen invocar los acusados de abuso intrafamiliar. Además, la Asociación de Psicólogas y Psicólogos de Buenos Aires repudió a "los supuestos expertos que avalaron esa idea"
El Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de Derechos del Niño (CASACIDN) expresa su "preocupación y repudio" ante el tratamiento del inexistente Síndrome de Alienación Parental (S.A.P), que promueve la vinculación forzada entre los niños y niñas con sus progenitores y que utilizan la actual situación de pandemia para difundir este falso síndrome.

Los dicho efectuados ayer, en el programa de “Fantino a la tarde” que se emite por América TV, avalando un inexistente síndrome que invalida los relatos del niño, en casos de abuso sexual y otro tipo de abusos sufridos en la infancia/adolescencia provocó la preocupación y repudio de las organizaciones que integran este Comité.

Se desconoce el derecho constitucional del niño a ser oído, desconociendo además la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño. En el programa mencionado, aluden que el niño es "utilizado" como objeto y no como sujeto de derecho para perjudicar a uno de sus progenitores.

Es engañoso centrar en la "manipulación" de cualquier niño, niña y adolescente por "disputas" entre adultos, ya que un niño no puede relatar hechos que no han sucedido ya que es imposible que puedan sostenerlos en el tiempo si no son reales. En causas de abuso y/o violencia es muy común ver que el poder judicial utiliza cualquier variante de este inexistente síndrome para realizar vinculaciones forzadas sin tener en cuenta al niño. Muchos profesionales de salud mental también son quienes lo avalan, motivo por el cual efectuamos nuestro contundente repudio sobre banalizar su "práctica" cuando su utilización está prohibida por ambas Cámaras del Congreso de la Nación.

En reiteradas oportunidades el CASACIDN y otras organizaciones defensoras de los Derechos Humanos y los Derechos de los Niños y Niñas denunciamos a grupos promotores del SAP en Argentina, con la intención de confundir a la opinión pública en un tema gravísimo como el abuso sexual infantil, con el objetivo de ser utilizado en los tribunales argentinos para lograr la impunidad de violentos y/o abusadores sexuales infantiles.

“El denominado “SAP” carece de todo reconocimiento científico y ha sido desacreditado en el mundo entero. Es la herramienta que utilizan para invalidar los dichos de niños, niñas y adolescentes”, recordó Nora Schulman, directora ejecutiva del CASACIDN.

“En su gran mayoría- dijo Schulman- quienes promueven este síndrome seudocientífico inexistente y mediante el abuso de poder logran violar el derecho de los niños y niñas a ser oídos, revictimizándolos, obligándolos a revinculaciones forzadas con sus abusadores generan un acoso institucional a las familias”.

Por otra parte, aclaró Schulman, “sabemos también que hay reclamos legítimos de padres separados que no pueden ver a sus hijos, pero les pedimos y alertamos a los medios de comunicación y a quienes tiene la responsabilidad de informar que por favor se informen antes de promover el falso SAP”.

Desde el CASACIDN consideramos que “es imprescindible una reforma en la justicia de familia porque a diario se cometen infinitas irregularidades”.

“A pesar que tenemos leyes muy buenas como la de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes, nosotros vemos cómo los chicos no son escuchados por los jueces, y se toman medidas en forma indiscriminada. Muchos jueces toman entre los argumentos de sus fallos al SAP, que dice que los niños son influenciados por sus madres para indicar a sus padres como abusadores, cuando desde la ciencia se ha comprobado que este síndrome no existe”, sostuvo Schulman.

Y agregó: “la falta de formación de los jueces en las temáticas como género o infancia y adolescencia son notables, casi ninguno utiliza la cámara gesell para tomar testimonio a los chicos”.

Rechazo de los psicólogos
La Asociación de Psicólogas y Psicólogos de Buenos Aires, que dirige Marcelo Clingo, se sumó al rechazo del abordaje y el trato que tuvo la temática en la emisión televisiva. “Los participantes del programa, en calidad de expertos, hablaban sobre un pretendido síndrome: la alienación parental, vertiendo afirmaciones que generan un perjuicio inconmensurable en el desarrollo de los tratamientos y causas judiciales de los niños y las niñas abusadas sexualmente y de sus madres protectoras”, describió al diario Tiempo Argentino, Graciela González, titular del Departamento de Prevención de la Violencia de Género y el Abuso Sexual a la Infancia de la entidad.

La especialista describió que el SAP fue desestimado “por las distintas asociaciones de psicólogos y representa una falta ética grave con obligatoriedad de denuncia, es el único síndrome que diagnostica el Poder Judicial, o sea, que nunca se padece hasta que una madre formula una denuncia de abuso sexual en un tribunal”.

González reconoció que “si bien en un principio, los casos de abuso fueron acogidos por la justicia, luego comenzó un contramovimiento destinado a deslegitimar las denuncias, basado principalmente en argumentos estandarizados, conformes a las ideas de Richard Gardner, que sostienen que los niños pueden ser manipulados para efectuar denuncias falsas y que sus madres lo hacen en un intento de vengarse de sus ex parejas”.

“Las primeras víctimas de esta situación son los niños y niñas que no son escuchados y sus demandas quedan sin atender y luego sus madres, que son tratadas como victimarias por haber puesto al hijo en contra del padre”, analizó la referente de la APBA, quien concluyó: “Estas mujeres no cuentan con abogado de oficio como si cuenta el progenitor. Entonces, son sometidas a procesos costosos y largos que les resulta difícil afrontar y que las descolocan ya que creían que si denunciaban, ellas y sus hijos e hijas iban a ser protegidas por la ley inmediatamente”.
Fuentes: CASACIDN, Tiempo Argentino