Desde hace casi 36 años la Argentina recuperó el camino de la democracia. Desde entonces sabemos que nuestras diferencias se dirimen en las urnas y en el Congreso. A veces nos cuesta aceptarlo, unos quedan dolidos o decepcionados mientras otros festejan. Pero sabemos respetar esa decisión soberana del pueblo porque atravesamos mucho dolor para conseguir este equilibrio.
Por eso, porque ese aprendizaje debe ser una roca sobre la que nos paremos todas y todos para construir convivencia democrática, desde la Comisión Interna de los Trabajadores del diario La Nación repudiamos el Golpe de Estado perpetrado contra el Gobierno de Bolivia, que sume a ese país hermano, y a toda la región, en la incertidumbre y el dolor.
No hay otro nombre para lo que ocurre allí. Fuerzas Armadas, Policía, sectores de la población opositores al gobierno, obligaron al presidente a renunciar en un marco creciente de violencia ejercida hacia su entorno y hacia los seguidores del partido de gobierno. Eso, bien lo sabemos los argentinos, se llama Golpe de Estado.
Frente a las discrepancias, lo único correcto es seguir los caminos de la democracia: el voto como herramienta, el respeto y la convivencia aceptando las diferencias, la mesa de negociación, las expresiones colectivas sin violencia. Y en el corazón de la construcción democrática la tarea periodística como reaseguro de esa democracia. Y en esa tarea el valor de decir las cosas por su nombre.
Lo que ocurre en Bolivia es un Golpe de Estado, no debemos aceptarlo, nuestra propia democracia se pone en riesgo si lo hacemos.
Comisión Interna de Prensa diario La Nación
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