El presidente de AdEPA, Martín Etchevers, analizó el rol de los medios en un contexto de cambio de paradigma por los avances tecnológicos. La libertad de prensa y el rol de los periodistas en un año electoral
El futuro de los medios periodísticos tradicionales. Su adaptación a los cambios tecnológicos. La sustentabilidad de las empresas periodísticas. La libertad de expresión. Los conceptos se repitieron durante la Jornada de Capacitación de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (AdEPA) que se realizó en el Hermitage Hotel.
El presidente de la Asociación, Martín Etchevers (gerente de Comunicaciones Externas del Grupo Clarín), se refirió al futuro de los medios de comunicación y aseguró que “el periodismo está llamado a tener un rol de escribanía de la realidad”. Además, opinó que “los diarios papel van a sobrevivir y van a ser un canal de información de calidad, y de valor agregado”.
¿Cuál es la situación de los medios, en un contexto de cambios y permanentes avances tecnológicos?
Complejo. A la agenda tradicional de AdEPA que es la de defensa de la libertad de expresión y de prensa, hoy se le suman dos agendas simultáneas. Una es la defensa de la sustentabilidad de la industria en un momento en el que la industria periodística y en particular la de los diarios, se haya frente a enormes transformaciones estructurales por el cambio de paradigma que significó la revolución tecnológica que ha modificado el modelo de negocios de los diarios. Hoy, más del 80% de la publicidad, está concentrada en dos plataformas: Google y Facebook.
Y por otro lado, la profesionalización y el resguardo de la prensa como un factor de periodismo de calidad que es importante en un contexto de tanta saturación informativa y comunicacional, donde empiezan a proliferar las fake news y la viralización de contenidos sin chequear.
¿Cuál es el rol del periodismo ante la circulación de estos contenidos?
El periodismo está llamado a tener un rol de antídoto, de balance, de escribanía de la realidad. Para poder cumplir este rol, que significa inversión en recursos humanos, en tecnología de calidad, se necesita una estructura sana de la empresa periodística y ahí también está el rol de AdEPA de defender esa sustentabilidad. Además la Argentina tiene el agravante que atraviesa desde hace varios años una crisis económica, que se profundizó este último año con la recesión. Eso impactó de lleno en los medios. La publicidad, que es el principal ingreso, se comporta de manera pro cíclica: cuando cae la actividad económica, la publicidad cae mucho más.
Los medios están con estas tensiones pero con un futuro promisorio. En este contexto de gran saturación informativa, están llamados a tener un rol en la mejora del debate público, en el control del poder. Empiezan a aparecer señales esperanzadoras.
¿Ese proceso puede llevar mucho tiempo?
Por un lado estamos muy urgidos de hacerlo rápido porque el modelo de negocios cambia rápido y en el medio es muy importante que no queden muchos en el camino. Estamos viendo como se esta produciendo en EE.UU y otros países un proceso de desertificación informativa, con mucha ciudades pequeñas que empiezan a quedarse sin diarios. Hay que buscar mecanismos institucionales que obliguen a balancear la inversión publicitaria en redes sociales y medios. Nosotros tenemos una experiencia reciente que estamos trabajando en el Congreso, para que en el proyecto de financiamiento político, se establezca que del total de la inversión en publicidad digital del partido, una parte sustancial vaya a los medios periodísticos digitales de producción nacional para que no todo se concentre en redes y plataformas.
Hace años que hay pronósticos lapidarios para el diario papel. ¿Qué cree que va a pasar?
Creemos que el papel va a sobrevivir, obviamente en otra dimensión. Los diarios papel van a ser un canal de información de calidad, y de valor agregado. En los sectores líderes de opinión de la sociedad y en aquellos que son referencia en distintos ámbitos, el diario papel va a seguir siendo un ordenador del debate público. Y, obviamente, la gran masividad se va complementar con el formato digital. Lo que estamos viendo ahora es que hay casos emblemáticos de diarios en el mundo en los que el lector empieza a entender ese valor agregado y empieza a suscribirse en lo digital. Porque en definitiva, lo importante es el valor agregado que se le da al lector y si el lector está dispuesto a pagar ese valor agregado. Y eso sucede.
¿Es factible que se logre acá?
Primero pasamos por un período en el que internet era sinónimo de gratis, que quizás fue un error en la industria.
Nos dieron una buena lección plataformas como Netflix o Spotify que empezaron ver que con pagos pequeños la gente estaba dispuesta a pagar por contenidos que consideraba valiosos. Obviamente, esto va obligar a los medios a seguir mejorando para estar a la altura de ese desafío.
Macri aseguró que Argentina tiene la más amplia libertad de prensa de su historia. ¿Coincide?
Nosotros valoramos claramente un cambio de paradigma en esta gestión de gobierno porque se fue dando una vuelta de página a varias de las conductas más nocivas que veníamos señalando de la gestión anterior. La persecución a periodistas y medios por su línea editorial, la creación de un aparato de medios paraestatal sólo con fondos públicos, la compra de medios para empresarios amigos, la falta de conferencias de prensa, el manejo de la publicidad oficial con un sistema de premios y castigos, el cepo a la publicidad privada, el hostigamiento en cadena nacional a periodistas. Esto fue un cambio de paradigma. Esperamos que este camino se siga profundizando en la próxima gestión y que en el proceso electoral los distintos candidatos puedan comprometerse en ese sentido.
¿Qué desafío tienen los medios en el proceso electoral?
El desafío para los medios es seguir demostrando que tienen un rol en la mejora del debate público, en obligar a los candidatos a habar de las cuestiones trascendentes en hacer periodismo de fondo sobre los candidatos y elevar el nivel de la discusión política. Ese es el valor que podemos aportar los medios.
Fuente: La Capital de Mar del Plata