sábado, 1 de diciembre de 2018

Reflexiones ante la escalada para liberar el precio del papel: ¿Para qué sirve un diario local y regional?

Tapa de El Diario del 10 de mayo de 2001, cuando vecinos de Solares de la Villa, acompañados por otros llegados de distintos sectores, impidieron que fuerzas federales efectuaran el primer desalojo... y todos los demás

Reflexiones ante la escalada para liberar el precio del papel
En este año en el que se apagaron algunas voces cercanas en el mapa de la información, cuando está a punto de consumarse un nuevo embate contra los medios “de tierra adentro” (y no solo de los cooperativos), es bueno repasar una parte de la realidad a la que estamos acostumbrados y que tal vez por ello mismo no parece noticia

Cuando un poste de luz amenaza caer sobre una casa de la cuadra y cuando el colegio profesional en el que se está matriculado necesita fijar posición en torno a tal o cual problemática ciudadana…

Cuando una copa de leche requiere de la colaboración de todos para seguir funcionando y cuando se reúne tu promoción de la escuela después de años…

Cuando el machismo se ensaña y golpea a una de las nuestras…

Cuando el Gobierno municipal inaugura una obra o cuando la oposición dice que se equivoca…

Cuando quieren desalojar a una familia o a todo un barrio o cuando se entregan viviendas de un plan habitacional…

Cuando el clima nos muestra que el calentamiento global ya es presente y nos inundamos y las obras no están o se deben concluir…

Los logros de los investigadores de nuestras casas de estudio, pero también los recortes en los presupuestos para que todos puedan ser parte del fenómeno que garantiza el crecimiento, que no es otro que la educación…

Cuando juega River de Villa María o Juventud River Plate de Ausonia contra San Lorenzo de Las Perdices o San Lorenzo de Las Playas y no solamente cuando juega River Plate de Núñez contra San Lorenzo de Almagro…

Cuando hay un rezo ecuménico por la paz en el mundo, pero también cuando el líder local de algún culto pretende regresar a la Inquisición…

Cuando una empresa llega para crear puestos de trabajo, pero también cuando la misma o cualquier otra despide a trabajadores…

Cuando los Bomberos Voluntarios se alistan para ingresar a una propiedad en llamas o cuando les toca marchar al Congreso para exigir lo que es de ellos…

Cuando el color verde camina las calles y cuando cede paso al celeste y viceversa…

Y cuando no nos gusta, un llamado, una carta, un mail a la Redacción, porque “los lectores también escriben”…

En las buenas y en las malas
Esos ejemplos -junto a muchos otros- acuden a la mente de quienes hacemos El Diario. Y lo mismo ocurre en localidades de mayor y menor población, con diarios, semanarios, mensuarios… Puntal en Río Cuarto, La Voz de San Justo en San Francisco, Tribuna en Río Tercero y muchos otros intentan contar cada jornada lo que sucede en la sociedad a la cual pertenecen, dar a conocer los logros y marcar también las necesidades para contribuir a mejorar las condiciones de vida de sus habitantes.

En algunas localidades como por ejemplo Monte Maíz, Ucacha, Serrano y Alta Gracia, por citar algunos casos que conocemos de cerca, se apagaron voces durante el año que estamos finalizando. Las pequeñas empresas, a veces familiares, que editaban sus medios, no pudieron seguir la corrida del precio del papel que superó a la del dólar inclusive.

Papel Prensa, la única empresa que lo fabrica en el país, con materia prima nacional, elevó los precios a su antojo y eliminó fuentes de trabajo como esas en otros muchos puntos del país. Otros medios, de tirada quincenal, mensualizaron su contacto con los lectores, mientras que otros tuvieron que reducir drásticamente el número de páginas, con los que el flujo de información y de comunicación con los suyos, se redujo sensiblemente.

Menos voces, menos pensamientos… hacia una única opinión que marque el camino…

Pero, por si fuera poco esa realidad que ya duele en varias localidades del país, el Grupo Clarín, que concentra la mayor cantidad de medios y, al mismo tiempo, la fabricación del papel en sociedad con La Nación, acaba de enviar al Congreso a través de legisladores condescendientes, un proyecto para derogar artículos de la Ley 26.736, que declara de interés público la fabricación, comercialización y distribución de papel para diarios. Liberar el precio del papel y arancelar la importación (hoy el arancel es 0% para garantizar el abastecimiento a todos los medios) es el golpe de gracia que pretenden asestar, ahora, a las publicaciones impresas de mediana envergadura.

El uso de la posición dominante para apoderarse de medios
El uso de la posición dominante que supone la fabricación del insumo fundamental para toda la competencia, es la que le permitió absorber en 1998 el principal diario de la provincia, La Voz del Interior, fundado en 1904. Del mismo modo procedió para la absorción de otros medios relevantes como el diario Los Andes, de Mendoza.

Usan de escudo humano a los trabajadores de Papel Prensa, ya que aluden a la necesidad de preservar sus puestos de trabajo (algo más de 200). Vaya manera: destruyendo muchísimos más. Porque cada voz que se calle será remplazada por una sin tonada, “neutra”, como es neutra su tonada para los porteños.

No, los legisladores nacionales, entre ellos los representantes de Córdoba en el Parlamento, no lo deben permitir. Cada vez que uno llega a Villa María, sea del partido que sea, El Diario abre sus páginas para que expresen sus ideas. Es el caso del mismísimo Mario Negri, de reciente paso por la ciudad, a quien incluso se le dedicaron las cuatro páginas de nuestro “Mano a Mano” de los lunes, y es uno de los firmantes, junto a Diego Bossio, del proyecto redactado a la medida los voraces propietarios de la fábrica de papel para diarios.

La importancia de un diario local, de todos los medios locales, está dada -en una gran medida- en la posibilidad de conocer de cerca lo que pasa a su alrededor y hacer causa común con los vecinos para que las cosas mejoren; para que todos los actores de la sociedad seamos un poquito mejores cada día…

Ni una voz menos. Como antes, como siempre, la peor opinión es el silencio.
Cooperativa Comunicar

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