domingo, 2 de diciembre de 2018

Ocupar redacciones, resistir vaciamientos y producir en libertad: la fórmula del periodismo recuperado

Diez diarios de todo el país cerrados por empresarios y reabiertos por sus trabajadores se reunieron a compartir estrategias y pensar el futuro del oficio. El inicio de una red para disputar la hegemonía de los medios concentrados
Por: Nicolás Zuberman y Javier Borelli
Cuando decidimos formar la cooperativa nos preguntamos: ¿Qué nota quisimos hacer y nunca pudimos? Porque para eso recuperamos nuestro diario”, cuenta Silvina Tamous, integrante de la cooperativa La Cigarra que edita El Ciudadano de Rosario. Silvina habla con el desparpajo de una editora de Policiales, sección que ocupó durante años mientras la propiedad del matutino pasaba de empresario en empresario, y con la experiencia de los últimos dos como jefa de Redacción del medio ya autogestionado. De ese período también aporta datos sobre la distribución de los ingresos y las estrategias publicitarias de la compañía, algo que los trabajadores de prensa apenas comenzaron a conocer en esta etapa.

A su alrededor la escuchan con atención unas 40 personas integrantes de diez diarios recuperados de todo el país, de una revista referente de la autogestión como es La Vaca y un primo rioplatense que fundó y hoy oficia de gerente en La Diaria, el medio cooperativo uruguayo que pelea el primer lugar en ventas con el tradicional El País. Cada uno a su turno irá exponiendo sus experiencias, desafíos y visiones de desarrollo. Se irán al cabo de dos días con ideas para transmitir al interior de sus cooperativas y proyectos en común.
Un esfuerzo colectivo
El Encuentro Nacional de Diarios Recuperados, que tuvo lugar el último 26 y 27 de noviembre en la sede que la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF) tiene en el Centro Cultural Borges, fue una iniciativa de Tiempo que contó con el apoyo de la Fundación Friederich Ebert y surgió como una necesidad del sector ante la creciente amenaza que se cierne sobre los medios autogestionados por las políticas públicas que favorecen la concentración. Además de los porteños Tiempo, La Vaca y Cítrica (integrada por los ex trabajadores de Crítica); los participantes viajaron desde La Rioja (El Independiente); desde distintas partes de Córdoba (La Nueva Mañana y Comercio y Justicia de la capital provincial, mientras que El Diario del Centro del País llegó desde Villa María); de Santa Fe (El Ciudadano de Rosario y El Correo de Firmat); de La Plata (Pulso Noticias que es el sitio de los ex trabajadores del diario Hoy) y de Chaco (El Diario de la Región); además del uruguayo de La Diaria.

El encuentro tuvo como telón de fondo el contexto de nuevos consumos informativos, la coyuntura recesiva que se vive en el país y, en el área específica de los medios gráficos cooperativos, el aumento de un 110% en el precio del papel para diarios que aplicó en el último año el Grupo Clarín, que controla la única planta activa de ese insumo indispensable (Papel Prensa SA). A lo que se sumó la amenaza de un proyecto presentado por el diputado Diego Bossio que seguramente sea tratado en las sesiones extraordinarias de diciembre y que tiene como fin desarmar la ley que garantiza el acceso igualitario al papel de diario (ver comunicado).
Historias entrelazadas
Pero no todo fue discutir estrategias defensivas. La reunión sirvió para conocerse más profundamente entre medios con una génesis común pero con distintos recorridos en el sector de la economía social, con composiciones diversas en sus organizaciones y diferentes estrategias comunicacionales.

Sergio Vaudagnotto y Daniel Sánchez del Diario del Centro del País, de Villa María, contaron el protagonismo que tuvo el pueblo en la recuperación de su medio. Uno de sus vecinos puso el primer clasificado del diario impreso sin nada que ofrecer pero solo para apoyar cuando hacía falta. Hoy todos en la ciudad de 90 mil habitantes se comunican a través de sus páginas, de las cuales unas 20 son de clasificados. En su localidad, añadieron, el diario se vende más que Clarín y La Voz del Interior, y por eso este último comenzó a regalar su edición en otra demostración del abuso de posición dominante de la gran corporación argentina. Ellos también saludaron a sus vecinos de Comercio y Justicia, la publicación de nicho de la capital cordobesa que les imprimió el diario cuando un incendio puso en riesgo su continuidad y a prueba el valor solidario del cooperativismo.

Consuelo Cabral y Gabriela Yalangozian, de La Nueva Mañana, el más joven de los cordobeses, añadieron la importancia del sindicato local que hoy les cede el espacio para que puedan trabajar. Esa estrecha vinculación gremial quedó de manifiesto con la presencia de representantes del Sindicato de Prensa de Rosario y el de Buenos Aires (SiPreBA), que quisieron participar para profundizar estrategias de apoyo a las nuevas experiencias autogestivas.

Pulso Noticias, de La Plata, conformado por los ex trabajadores del Diario Hoy y la radio 92 de esa ciudad, contó que aún espera por su matrícula oficial mientras busca instalar desde su sitio web una mirada joven que lleve la agenda de los derechos humanos y visibilice la pérdida de garantías de los últimos años. El Correo de Firmat también le disputó el lugar de periódico más joven como cooperativa, aunque de su fundación ya hayan pasado 104 años, como explicó Mariano Carreras.
La iniciativa como metodología
“Los medios autogestivos también tenemos que preocuparnos por recuperar el erotismo de nuestras publicaciones, hacerlas atractivas para los demás”, planteó Franco Ciancaglini de La Vaca, argumentando la importancia de capacitarnos en nuevas formas de contar historias. Para eso se convocó a Tomás Pérez Vizzon, editor digital de la revista Anfibia y especialista en narrativas transmedia, que dio una capacitación sobre los nuevos formatos periodísticos. También Olivia Sohr, representante de SembraMedia e intregrante de Chequeado, acercó la experiencia de distintos medios digitales de Latinoamérica que diversificado sus métodos de financiamiento para garantizar su sustentabilidad. La exposición de Damián Osta Matos, con trece años encima desde la fundación de La Diaria, sirvió como botón de muestra de que con creatividad y talento los diarios autogestionados también pueden disputar la centralidad informativa de un país y ser sinónimo de innovación.

Por más autogestión
Sobre el cierre del encuentro María Alejandra Pavicich, responsable de Desarrollo Institucional de Memoria Abierta, dio pistas sobre cómo pasar de las necesidades a los resultados a partir de la elaboración de proyectos que puedan ser financiados y ayudó a sintetizar las conclusiones del Encuentro que apuntaron a continuar el trabajo mediante el armado de una red que permita compartir contenidos, amplificar las publicaciones y al mismo tiempo sume masa crítica para generar incidencia en las políticas públicas. Porque la autogestión es una forma de organización y necesita iniciativas que la promuevan.
Cooperativismos o barbarie
Por: Damián Osta Mattos - Fundador y gerente de La Diaria (Uruguay)
En tiempos en los que estamos desinformados por abundancia de información; donde se suceden noticias fragmentadas y manipuladas, tenemos que ofrecerle a la gente un lugar desde donde entender y cambiar el mundo. Los medios cooperativos sobreviviremos si somos capaces de construir un espacio de sensibilidad compartida, sustentado en la confianza que los lectores depositen en las redacciones. Pero también sustentado en la capacidad de las redacciones de reconocerse como dinamizadoras de una comunidad de conocimiento conformada por quienes sostienen el medio. De esta forma estaremos elaborando una agenda y un abordaje distinto, que nos permitirá hacer mejor periodismo y construir nuestra singularidad.

Pero además debemos construir junto con nuestra comunidad un relato y una épica: quienes sostengan nuestros medios con sus pequeños aportes económicos tienen que sentir que están haciendo historia junto con nosotros; que están contribuyendo a salvar al periodismo de las más crueles tendencias que enfrentamos.

En el futuro será incomprensible que una sola persona haya tenido tanto poder en el mundo como para manipular a gran parte de la humanidad desde una empresa que se llamaba Facebook. También será incomprensible cómo una asociación para delinquir que además editaba el diario más vendido del país haya podido disponer a sus anchas y con complicidad de la mayoría del Congreso argentino del precio del papel con el que acogotaba a su competencia. Y todo en nombre del libre mercado, la transparencia y la democracia.

Tarde o temprano, asumiremos como sociedad que para que los medios de comunicación sean realmente democráticos y estén al servicio del bien común, tendrán que pasar por lo menos dos cosas. Primero, que la propiedad de las empresas periodísticas estén en mano de las trabajadoras y los trabajadores organizados en cooperativas. Segundo, que se sostengan en una fuerte alianza con los ciudadanos, que pagan para que alguien cuide de la calidad de la información que reciben. Estos dos factores serán determinantes para preservar la vitalidad de la democracia, mediante la que –ojalá– podamos seguir dirimiendo nuestras diferencias.

Es entre cooperativismos o barbarie.

Fotos: Diego Paruelo, Mariano Martino, Pedro Pérez, Diego Martínez
Fuente: Tiempo Argentino