miércoles, 25 de julio de 2018

Pararon las rotativas: Periodistas y gráficos contra El Litoral

En agosto, llega Pararon las rotativas. Periodistas y gráficos contra El Litoral. Un libro de Cintia Mignone que realiza un recorrido por el conflicto que paralizó al vespertino santafesino durante 20 días. Las luchas de la ciudad, la actuación de su gente
“Pararon las rotativas” es el relato del conflicto obrero-patronal más importante en los 100 años del diario El Litoral. Periodistas y gráficos llevaron adelante un paro de actividades de más de 20 días en los que el vespertino se vio privado de llegar a los lectores.

En el transcurso de esas semanas de 1968, además, ambos sindicatos editaron el diario “Prensa Gráfica”, con una tirada de 20.000 ejemplares, y no sólo llevó a los santafesinos noticias de la lucha sino que también comenzó a renovar el periodismo local.

“Pararon las rotativas” es, asimismo, la memoria de una ciudad convulsionada, de actos relámpago, represión, hartazgo y unidad.

En julio de 2012, en ocasión de otro paro que llevó al vespertino a no salir a la calle, Mignone recordó en su blog Historias Colaterales:
44 años del mismo verso
Hoy fue un día histórico, a no dudarlo. Hacía 44 años que los trabajadores de El Litoral no paraban el diario. Podría haberse esperado un poco de creatividad después de tantos años por parte de directores del vespertino. Pero no, siguen con el mismo verso.

Hemos comentado alguna vez aquí unas pocas alternativas de la huelga que en 1968 llevaron adelante periodistas, administrativos y gráficos de El Litoral. Hay más, mucho más, pero sigo buscando editor para “Cuando pararon las rotativas”.

Soy, sin ningún tipo de dudas, parte interesada en este post: soy trabajadora de prensa, los compañeros trabajadores votaron una lista que yo integro y que hoy conduce su gremio, pero además soy una “investigadora” que se ocupó de recoger muchos testimonios alrededor de la historia de los medios de Santa Fe. Y la huelga de 1968 fue un hito que, con ayuda de muchas personas, algunas de las cuales ya no están, pude reconstruir.

En apretada síntesis, el despido arbitrario de delegados de prensa y gráficos en 1968, derivó en una huelga que, más allá de los resultados finales, fue inédita: durante casi un mes, El Litoral no pudo salir.

Aquella vez, envalentonado por el amparo de la dictadura de Onganía, el diario encontró a sus culpables: intereses “inconfesables” que querían callar a un medio “independiente”.

Leamos: “Sin que existiera motivo alguno de conflicto propiamente laboral, se ha recurrido a medios oblicuos para tramar la desaparición de un órgano periodístico”. Se explicaba entonces, que a partir de intereses “inconfesables” o “extragremiales”, gráficos y periodistas querían silenciar a El Litoral (que tenía su historia bajo esa y otras dictaduras, y que la tendría en la siguiente). Aquel editorial se llamaba Acción comunista contra la prensa libre.

Esta tarde, la edición que el mismo diario reconoce fue hecha con personal jerárquico y titulares de la empresa (toda una novedad para el conjunto de los trabajadores), dedica dos páginas a explicar una edición de “emergencia”.

Y otra vez se victimiza. Otra vez culpa a dirigentes sindicales, esta vez “alineados con el gobierno nacional en su propósito de sofocar la libertad expresiva de este diario” (¡!!!). Y habla de “intenciones políticas cuyas explicitación pública sería motivo de vergüenza”. (¡!!!)
El Litoral no explica el resto. Ni siquiera nos vamos a 1968. Vayamos al 2002, cuando la empresa redujo los salarios; al último procedimiento preventivo de crisis, a los REPRO, a los salarios y aguinaldos desdoblados, y etcéteras y etcéteras.

Lo cierto es que El Litoral elige una vez más erigirse en “el” órgano probo de opinión e información de todos los santafesinos; elige otra vez acusar a sus trabajadores y representantes como los culpables de su falta de gestión.

Los trabajadores, en cambio, tienen, con la contundente demostración de hoy, cada vez más clara la definición que, a propósito de la huelga de 1968, había publicado el diario CGT de los Argentinos: “Esta conquista es un orgullo para los trabajadores de Santa Fe y para toda la clase obrera argentina porque demuestra que para hacer andar las empresas lo único indispensable es el aporte de los trabajadores”.

La edición del diario de hoy lo demuestra. Y también demuestra la falta de creatividad de propietarios y gerentes del diario. Son 44 años del mismo verso.
En otra publicación recordó:
Comunicado número 1
En el festejo realizado en la redacción un veterano periodista rememoró la famosa huelga de 1968.

“En 1968 se nos presentó una situación complicadísima, una huelga interminable que significó, para mucha gente, quedar afuera del diario. Aunque sabíamos que era un error, por lealtad íbamos detrás del paro. Eso hizo mucho daño, a la empresa y a la relación entre nosotros”, opinó.

“Algunos tuvimos la suerte de poder volver; otros se quedaron en el camino. El diario, en ese momento, hizo todo lo posible por ver si podían volver algunos de los que se habían ido. Es un recuerdo que tengo siempre presente, por la voluntad que había. No había resentimiento”, sostuvo.

He investigado mucho, durante mucho tiempo, los entretelones de esa huelga. Algún día ese trabajo verá la luz. Sólo puedo decir que sí hubo resentimiento. Y varias cosas más.

Lo que sigue es el Comunicado N° 1 de los sindicatos de Prensa y Gráficos en huelga, publicado en los primeros días de julio de 1968 en la revista Tiempo.
HACE ya varios días que el ÚNICO diario de Santa Fe no sale a la calle. Es necesario que la población conozco LA CAUSA POR LA CUAL NO SE EDITA “EL LITORAL”.

La razón es simple y clara: “EL LITORAL” no sale porque nuevamente esta empresa, que ejerce el monopolio periodístico y cultiva la arbitrariedad en la ciudad, HA LESIONADO LAS NORMAS MAS ELEMENTALES DE RESPETO A LA ACTIVIDAD SINDICAL.

Ha castigado con DESPIDO Y SUSPENSIÓN a dirigentes gremiales POR EL SOLO HECHO DE ORGANIZAR UNA ASAMBLEA DE PERSONAL, negando así el derecho de reunión y de expresión.

Esta situación –arbitraria de por sí- es más grave aún porque ADEPA, entidad empresaria a la que pertenece “El Litoral”, ha salido y sale permanentemente en defensa de la libre expresión cuando comprueba que ella ha sido violada.

Pero, o esta defensa que se hace es FALSA, o existen dos varas bien distintas para medir la LIBERTAD: una para los empresarios y otra para los trabajadores.

Por eso denunciamos la AMBIGÜEDAD y no aceptamos la vara con que intenten doblegarnos. Asimismo señalamos que en esta oportunidad, cuando de un HECHO HABITUAL (como lo ha sido la reunión de personal ya mencionada) la empresa de “EL LITORAL” se ha servido para adoptar medidas RIDÍCULAMENTE DESMESURADAS, resulta absolutamente evidente que ESTA ABIERTA PROVOCACIÓN esconde un avieso propósito.

Y hacemos entonces una expresa DENUNCIA ante la opinión pública de las intenciones de estos empresarios, cuya única preocupación es la de acrecentar sus ingresos: SE TRATA AQUÍ DE QUEBRAR LA UNIDAD DEL PERSONAL DEL DIARIO “EL LITORAL” PARA DE ESA FORMA LLEVAR ADELANTE SUS PROPÓSITOS DE RACIONALIZACION EN BUSCA DE MAYORES ÍNDICES DE GANANCIA.

O dicho en términos más claros: SE TRATA DE CONSEGUIR QUE LA MITAD DEL PERSONAL DEJE DE PRESTAR SERVICIOS EN LA EMPRESA.

Por todo ello es que Gráficos y Periodistas, completamente hermanados, hemos salido a la calle para defender nuestros LEGÍTIMOS INTERESES. Confiamos plenamente en nuestra fuerzas y no detendremos la lucha hasta que la injusticia sea reparada y los compañeros reincorporados”.
Cintia Mignone es comunicadora; trabajó como periodista en distintos medios de la ciudad capital. Es lectora compulsiva y, a veces, rescatista de la historia del periodismo en Santa Fe. Sobre ambas cosas, escribe en sus blogs “Páginas Colaterales” e “Historias Colaterales”.

Autora de “Del apostolado al sindicalismo. Una historia de los gremios de prensa de Santa Fe” (2010), “Prensa y política en la ciudad de Santa Fe en el siglo XIX” (2013), En: Adriana Falchini y Luciano Alonso [comp.] “Los archivos de la memoria. Testimonios, historia y periodismo”; “Cautivas de siglos. Historias entre la apatía y el ejemplo” (2010), segundo premio en el concurso “Mujeres reb/veladas”, impulsado por el Ministerio de Innovación y Cultura - Sindicato de Prensa de Rosario.