La edición 2018 del World Press Photo distingue a tres reporteros-fotógrafos de AFP, uno de ellos, Ronaldo Schemidt que se encuentra entre los seis finalistas para la foto del año
La imagen de Ronaldo Schemidt de un manifestante en llamas sacada durante los enfrentamientos con las fuerzas del orden en Venezuela forma parte de las seis mejores fotos del año seleccionadas por el jurado. Asimismo ha sido nominado por la misma imagen en la categoría «Spot Singles». El venezolano Ronaldo Schemidt inicia su colaboración con AFP en 2004 antes de integrarse a la oficina de la Ciudad de México en 2006 donde ahora tiene su base. Ha participado en numerosas coberturas, entre las cuales la Copa América en Argentina, la Copa del Mundo de fútbol en Brasil y la lucha contra los narcotraficantes en México.
Juan Barreto es recompensado igualmente por su cobertura del conflicto venezolano. Su serie que muestra este mismo manifestante en llamas se encuentra entre las tres series finalistas de la categoría «Spot Stories». Fotógrafo venezolano, entra en la agencia en 1999 y cubre la actualidad de la región: crisis políticas, elecciones presidenciales, seísmo en Haití, eventos deportivos, etc. Tiene su base en la oficina de Caracas y cubre diariamente la crisis venezolana.
Oli Scarff está nominado en la categoría de «Sport Singles» por una imagen realizada durante el «Royal Shrovetide football», partido tradicional de «foot-rugby» en el que se encuentran cada año los habitantes del pueblo de Ashbourne, localizado en el centro de Inglaterra. Basado cerca de Manchester, Oli Scarff se une a AFP en 2014 tras haber colaborado sucesivamente con el Daily Telegraph y posteriormente con Getty Images. Actualmente cubre las actualidades del norte de Inglaterra.
Un muchacho envuelto en llamas que corre desesperadamente mientras arrastra una estela de fuego en las violentas protestas antigobierno de Venezuela es la desgarradora imagen de Ronaldo Schemidt doblemente nominada al prestigioso premio World Press Photo.
Varios detalles intrigan en esta foto: el grafiti sobre una pared representando una pistola que dispara la palabra "paz", y la máscara antigás que oculta el rostro del joven, como si fuera la encarnación anónima de una Venezuela que arde.
Pero para el autor, un venezolano de 46 años, la crisis del país latinoamericano tiene rostro, nombre y apellido. Aunque Schemidt dejó su país hace 18 años, su familia y amigos quedaron presos en la hiperinflación, escasez, y hambre que animan las protestas contra el presidente Nicolás Maduro dejando unos 125 muertos en 2017.
En una entrevista en Ciudad de México, donde radica, Schemidt cuenta la historia detrás de su fotografía, por la que fue nominado al premio holandés en las categorías Foto del Año y Spot News (noticia de último momento).
Describe el momento en el que tomaste esta foto
"Aquel 3 de Mayo de 2017 fue diferente, el conflicto fue muy intenso. En una de las zonas más exclusivas de la ciudad y bastión de los opositores, vi a jóvenes con máscaras, escudos y cascos. Luego vino la escena más violenta desde que estaba trabajando en Caracas: una moto de la Guardia Nacional tirada en el piso y dos oficiales defendiéndose a golpes de manifestantes. Dos vehículos blindados intentaban atropellar a los jóvenes, algunos quedaron gravemente heridos. Los jóvenes obtuvieron la moto de la Guardia Nacional como una especie de trofeo. Me acerqué y pude ver lo peligroso de la escena: el tanque de combustible de la moto y el fuego de una bomba molotov sobre ella. Hice unas cuántas fotos y me aparté. Estaba de espaldas cuando sucedió la explosión. Sentí el calor y solo tomé de manera instintiva mi cámara, di la vuelta y comencé a disparar dentro de ese fuego a mi alrededor, sin saber todavía que ahí iba un hombre en llamas. Sentí impresión cuando vi las fotos, por el muchacho, por el accidente, por el nivel de violencia al que había escalado el conflicto. Era la primera vez que veía eso".
¿Piensas en el protagonista de esta imagen?
"A este muchacho le pasó un terrible accidente. Y te sientes mal, aunque después me enteré que se había recuperado. Lo vi en un video mucho tiempo después donde él hablaba, invitando a seguir las manifestaciones. Por muchos días, tenía la imagen de él, pensando qué había pasado".
Estabas muy cerca del incendio. ¿Y si el quemado hubieras sido tú?
"Lo pensé cuando salí de ahí, ¿qué hubiese sido de mí si yo hubiese sido el quemado? No puedo hacer nada, forma parte de mi trabajo, esta vez tuve suerte. Yo vi el riesgo y me alejé".
¿Cómo vives la situación en tu país?
"No hay medicinas, la situación económica, política y social es terrible, la inseguridad es incontrolable. Tengo mi familia ahí y están viviendo eso en carne propia. Mis papás, que son mayores, necesitan ciertas medicinas que no existen ahorita en el país o son impagables. Sufren las consecuencias de la escasez de alimentos, comen técnicamente lo que encuentran, no lo que quieren. Eso me afecta a mí porque no es cualquier persona, es mi familia".
¿Qué sentiste cuando te enteraste del premio?
"Son emociones encontradas, por un lado, el profesional, por supuesto te genera satisfacción. Pero no dejas de sentir la otra parte, la preocupación de lo que sigue pasando allá, que tienes los amigos y la familia allá".
Fuente: Agencia AFP