Y aunque no lo crean me enteré por la prensa, igual que la Bachelet, así que fue una sorpresa que en un primer momento me dio lástima y luego pensé que hay algo bello en todo esto, ya que de verdad pienso que es lindo dos cosas. La primera es que puedo decir con orgullo que los últimos meses de Terra fueron excelentes y superamos todos los pronósticos. Lo segundo es que pensé que, para un proyecto tan importante, que fue tan grande en Chile, que fue una escuela para mucha gente, puedo decir con orgullo que de todas las personas que pasaron por Terra hay un título que no me lo quita nadie, soy y seré siempre, "El último editor de Terra".
Tengo un equipo que me apaña, de lujo, profesional y familiar de la putamadre, y aunque no lo quería contar todavía, me voy como editor general de un nuevo medio que parte el 1 de agosto, así que esto no me afecta en términos personales, y en realidad creo que todo en la vida es experiencia. Alguien en alguna oficina lejana tomó la decisión de bajar el switch de Terra en todos los países y no es ni culpa mía ni decisión mía.
Voy a seguir trabajando hasta las 23:59 de mañana cuando al fin Terra apague el botón. Ahora que lo pienso, voy a ser además el último ser humano que publique un artículo en Terra, me voy a dar ese gusto.
Les agradezco a los que me han llamado para saber si es cierto, y les pido que no me digan cosas como de duelo, porque en mi vida nada es duelo, todo es un aprender a seguir adelante ante cualquier eventualidad.
Sigan teniéndome en sus bases de datos porque sigo en los medios. Sigo trabajando de sol a sol. Sigo creyendo que el periodismo es un oficio lindo que, aún en estas oportunidades en que cierran un medio como si nada, sigue valiendo la pena de ser ejercido.
De la misma manera en que hace unos días les conté que con Terra logramos llegar a ser el sexto sitio más visto en Chile y me sentía orgulloso y feliz, ahora me voy orgulloso y feliz porque creo que estas pequeñas cosas que pasan te forman, te enseñan y te dan una experiencia de la putamadre.
Espero que este estado de face no les suene ni lloricoso ni mentiroso, sino una declaración amable de un tipo que ha comprendido que cuando el mundo está cambiando; cuando las comunicaciones están mutando velozmente, me siento un pulento de tener la suerte de estar en el ojo del tornado y poder seguir escribiendo la crónica de cómo se ve mirar el tornado desde adentro.
Grande Terra. Feliz de estar presente y llevando el cajón en tu funeral.