martes, 5 de julio de 2016

Los trabajadores de Tiempo Argentino contaron el ataque en una edición especial (agotada en kioscos)

La publicación especial del diario, cuya redacción sufrió ayer un ataque por parte de un grupo de al menos 20 personas lideradas por Mariano Martínez Rojas, se agotó antes de la media mañana
"Es una edición que nunca hubiéramos querido hacer. Lo decidimos ayer y los lectores nos acompañaron. Antes de las 11 de la mañana el diario ya se había agotado en los kioscos", señaló a TelAm Javier Borelli, presidente de la cooperativa Por Más Tiempo, conformada por ex trabajadores del diario que desde abril gestionan la salida de la publicación.

Más allá de los testimonios en las redes sociales que daban cuenta de personas que no podían conseguir su ejemplar, en una recorrida por al menos quince kioscos de la zona del microcentro realizada a las 10, desde TelAm se pudo constatar que la edición se había agotado.

Una crónica de la madrugada del domingo al lunes, perfiles de los agresores, fotografías, repercusiones en los medios nacionales e internacionales y una cronología de cómo fue el vaciamiento al diario llenan las 16 páginas de la edición que da cuenta de un hecho que fue calificado como "un ataque sin precedentes a la libertad de expresión".

En la nota "Crónica del violento intento de silenciar a Tiempo Argentino", Borelli describió que los integrantes de la patota de Martínez Rojas, "forzaron la salida de emergencia de Radio América" para ingresar y luego "forzaron una segunda puerta" que es la que comunica a los dos medios.

Adentro de la redacción, cuando habían pasado algunos minutos de la medianoche, los agresores se encontraron con los trabajadores Norma Fernández y Gabriel Agüero, a quienes obligaron a irse, incluso a este último le pegaron para echarlo.

Norma y Gabriel dieron aviso a sus compañeros y para las tres de la mañana, unas cien personas se encontraban en la puerta. Hasta esa hora, la policía por orden de la fiscal no había ingreso al inmueble.

Alrededor de las tres y media, "el subcomisario Carlos Gastón Aparicio ingresó junto a los trabajadores del diario pidiéndole una reunión a los intrusos y garantizándoles desde el primer momento su salida sin detención", describió Borelli, lo que finalmente sucedió.

Los agresores, que se retiraron del lugar escoltados por la policía, no quedaron detenidos pero fueron identificados e imputados por los delitos de usurpación y daños por la fiscal Verónica Andrade.

En una columna pegada a la crónica, Borelli describió el encuentro mantenido por la tarde en el Ministerio de Trabajo, y aseguró que que "ante el ataque violentísimo de una patota armada (la cartera laboral" ofreció por respuesta...subsidios" en contraposición a “la necesidad de soluciones integrales” y concluyó que "la reunión terminó sin ningún avance".

Por su parte, Néstor Espósito abordó el tema desde su aspecto judicial e informó que la querella pedirá la imputación de Martínez Rojas y el resto de los agresores por "al menos siete delitos" que se cometieron durante la noche en concurso real y que, de hallarlos culpable, podrían recibir "más de diez años de prisión".

"Es muy grave: se trata de un ataque sin precedentes a la libertad de expresión", es el nombre de la nota en la que el periodista Gustavo Sarmiento recogió los testimonios de los cronistas que fueron a cubrir la noticia del ataque.

Mientras que una entrevista a María Del Carmen Verdú, titular de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (CORREPI) y abogada de los trabajadores, aseguró que "fue un intento de neutralizar un diario que es la voz de los trabajadores".

En las páginas centrales, la edición especial despliega fotos y testimonios de referentes de organizaciones sociales, sindicales y políticas que se acercaron y expresaron su solidaridad.

Un nota destacada es la descripción del accionar de otro grupo también liderado por Martínez Rojas el 11 de junio pasado que, con igual metodología, irrumpió en la planta transmisora de Radio América en Villa Lugano para sacar a la emisora del aire.

En la página 12, Gastón Rodríguez entrevistó a un ex socio de Martínez Rojas llamado Ricardo Sodo Toranzo que describió cómo fue estafado por el empresario correntino en operaciones de venta de autos; en tanto Juan Diego Britos, realizó un perfil de Juan Carlos Blander, uno de los miembros de la patota a quien describen como "un profesional de la violencia".

En las anteúltimas páginas, Randy Stagnaro y Javier Schurman realizan una crónica sobre cómo el vaciamiento del grupo 23, perteneciente a Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, la supuesta compra de Martínez Rojas de los medios y la historia de lucha de los trabajadores que devino en la conformación de una cooperativa de trabajo en el caso de Tiempo Argentino, en tanto en radio América aún no han podido tomar una forma legal.

Finalmente, la contratapa es una editorial titulada "No pasarán", en la que el director de Tiempo Argentino, Gustavo Cirelli, aseguró "fue una noche de terror de esas que no se olvidarán jamás, que quedan impregnadas en la memoria como una pesadilla que arrastra al presente a los fantasmas agazapados en la oscuridad de los tiempos de la dictadura cívico militar".
Fuente: Agencia TelAm

Podría ir preso el supuesto dueño del diario Tiempo Argentino
Es en el caso que no se presente a declarar en las próximas horas por los destrozos provocados ayer, indicó la fiscal
La fiscal Verónica Andrade, a cargo de la investigación por el ataque a las oficinas donde funciona el diario Tiempo Argentino, advirtió hoy que el presunto dueño del medio, Mariano Martínez Rojas, y el resto de las personas que ingresaron violentamente en el lugar, serán detenidos si no se presentan a declarar dentro de las próximas 48 horas.

Además, defendió su accionar y atribuyó las críticas recibidas por parte de los integrantes de la cooperativa que tiene a su cargo el periódico a "un juicio de valor que hace la gente en su calidad de opinólogos". "Traté de resolver, identificar a las personas, constatar los domicilios, y ahora ya las tengo citadas. Si el señor Martínez Rojas y sus colaboradores no concurren dentro de las 48 horas, estoy habilitada para ir a buscarlos por la fuerza pública", expresó.

En declaraciones a la prensa, la fiscal subrogante confirmó que todos los acusados están imputados por los delitos de usurpación y daños, y explicó por qué no decidió las detenciones en el mismo momento en que ocurrieron los hechos. "Ayer tuve dos momentos. Primero, irrumpió el señor Martínez Rojas con una serie de personas que lo acompañaban. Y por otro lado, casi inmediatamente, irrumpieron unos 40 trabajadores del diario. La pregunta es: ¿llevo a todos detenidos o trato de descomprimir el conflicto y que después tramite por vía judicial? Soy partidaria de que, cuando la Justicia interviene, hay que tratar de evitar que las cosas pasen a mayores", señaló.

En ese marco, rechazó las críticas y aseguró que las decisiones que tomó fueron para poder resolver mejor la situación judicial. "Este es un juicio de valor que hace la gente en su calidad de opinólogos. Desde lo profesional y funcional, evalúo las circunstancias que me permiten, en lo inmediato, resolver el conflicto para poder seguir el trámite judicial", afirmó.

La fiscal también informó que el edificio donde funciona el diario y Radio América, del mismo grupo empresario, quedó con custodia policial "hasta poder garantizar que el señor Martínez Rojas no se acercara al lugar". Durante la madrugada de ayer, unas 20 personas, encabezadas por el empresario Martínez Rojas, irrumpieron en el edificio donde funciona el diario, agredieron a los serenos y provocaron serios destrozos.

Argentina: Destruida sede de Tiempo Argentino y Radio América
La SIP pide investigar destrozos a sede de Tiempo Argentino y Radio América
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) solicitó a la justicia argentina investigar, esclarecer y señalar a los responsables por los hechos violentos ocurridos contra la sede y los trabajadores de Tiempo Argentino y Radio América.

Un grupo de 20 personas irrumpió en la madrugada del 4 de julio en las instalaciones del diario Tiempo Argentino y Radio América en la ciudad de Buenos Aires, provocando destrozos y desalojando por la fuerza a los trabajadores.

Claudio Paolillo, presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, expresó solidaridad con los trabajadores afectados y se sumó al pedido de la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa) para que el episodio sea esclarecido de manera plena.

Paolillo, director del semanario Búsqueda de Uruguay, también instó a las autoridades a investigar la supuesta inacción, lentitud y escaso sentido de urgencia de la policía cuando fue denunciado el hecho, perpetrado por Mariano Martínez Rojas, quien se atribuye la propiedad de esos medios y se encontraba entre las personas que ingresaron por la fuerza a las instalaciones.

Este no es el primer incidente que enfrentan estos trabajadores que desde hace varios meses se formaron en cooperativa. El 11 de junio la planta transmisora también fue tomada por la fuerza por Martínez Rojas.

Los anteriores dueños de Tiempo Argentino y Radio América, Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, vendieron poco tiempo después de las elecciones presidenciales de noviembre pasado. Ambos medios habían sido favorecidos con publicidad oficial por el gobierno de la ex presidenta Cristina Kirchner.

Martínez Rojas y los sujetos que lo acompañaban fueron imputados por la fiscalía penal de la ciudad por delitos de usurpación y por los daños ocurridos en el local.

La SIP es una entidad sin fines de lucro dedicada a la defensa y promoción de la libertad de prensa y de expresión en las Américas. Está compuesta por más de 1.300 publicaciones del hemisferio occidental; y tiene sede en Miami, Estados Unidos.

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