Reed Midem, organización a cargo de Miptv y Mipcom, publicó un reporte titulado The Future Of Public Broadcasting: Funding Strategies From Around The World.
Llevado a cabo por IHS TV Intelligence, el estudio analiza 45 países y ofrece las claves para entender cómo se financian las cadenas públicas a nivel global y qué podemos esperar en el futuro inmediato.
A continuación resumimos las conclusiones generales de la investigación.
La TV pública bajo presión
"Algunos acontecimientos recientes sugieren que la televisión pública está pasando por tiempos difíciles a nivel global", asegura el informe. La controversia acerca de la decisión del gobierno polaco para tomar el control de TVP estalló a principios de este año. En otros países, los gobiernos han recortado los fondos públicos como parte de sus programas nacionales de austeridad. Grecia cerró su emisora ERT en 2013, aunque más adelante fue restablecida por otra administración.
Mientras tanto, la BBC se enfrenta al desafío de uno nuevo sistema de financiación y a un examen continuo del gobierno sobre su alcance y su gestión. Incluso cerró su canal BBC3 a principios de marzo, convirtiéndolo en un servicio exclusivamente online.
Posiciones de fuerza
En Europa en particular, las emisoras públicas siguen siendo centrales en el panorama de la televisión abierta. En 2015, la británica BBC1, la italiana Rai 1 y la alemana ZDF fueron los canales más vistos en sus países.
El estudio señala algunas razones que justifican este dominio:
- Las cadenas públicas iniciaron como monopolios, y mantienen una primacía intangible en la conciencia pública.
- Se benefician de los valiosos activos heredados, como estudios e instalaciones técnicas, así como de la pertenencia a órganos colectivos como la Unión Europea de Radiodifusión, que les da acceso a las fuentes de noticias y eventos deportivos más importantes.
- El sector cuenta con un fuerte apoyo político.
- La financiación pública es una fuente estable y predecible de ingresos en comparación con la publicidad y las suscripciones. Por ejemplo, la BBC gozó de un aumento del 58% en los ingresos por derechos de licencia entre 2004 y 2014, mientras que en el mismo período, sus competidores comerciales ITV y Channel 4 han tenido que conformarse con un aumento del 28% en los ingresos netos por publicidad.
El ranking de las cadenas públicas según sus ingresos en 2015 estuvo dominado por la alemana ARD, la británica BBC y la japonesa NHK.
El estudio sugiere que la mayoría de las cadenas públicas verán un incremento en los ingresos procedentes de fondos públicos en los próximos cinco años.
"Nuestro análisis de las finanzas de las emisoras públicas en 45 países revela que su punto de vista financiero está lejos de ser sombrío en comparación con algunos de sus competidores financiados comercialmente", explican. Sin embargo, la dependencia del apoyo gubernamental tiene su contracara: estas televisiones están a merced de los cambios en las políticas públicas.
Aunque la mayoría de los broadcasters públicos han resistido a la competencia de canales comerciales y de pago, el nuevo panorama de los medios es diferente.
"Multinacionales estadounidenses como Google, Netflix y Apple operan a nivel mundial, mientras que las cadenas públicas están ligadas a las audiencias nacionales o locales a las que se dirigen", señala IHS.
De este modo, la amenaza real no es una catástrofe técnica repentina, sino una disminución gradual hacia la obsolescencia. Así se entiende la necesidad de estrategias radicales como la transformación de BBC3 a un canal online.
Pronóstico para los próximos cinco años
Los ingresos públicos de todo el mundo han experimentado un período turbulento, y las cifras totales se han visto afectadas por las crisis de los players más grandes (como NHK, la Rai y la BBC) y de grupos de tamaño medio como ABC y NOS.
Sin embargo, la investigación de IHS indica que los próximos cinco años el sector verá un crecimiento, aunque relativamente modesto: 8,4%.
