Aldana Tenaglia, es comunicadora especializada en Infancia y licenciada en Comunicación Social de la Universidad de Buenos Aires. A través de la Modalidad de Contextos de Encierro, junto al Plan Nacional de Lectura, trabajaba en los talleres de Paka Paka con los niños y niñas, cuyas madres están detenidas en la Unidad 33 de Mujeres ubicada en Los Hornos. Su contrato terminó, el proyecto cerró, con los despidos se desechan todos estos años de construcción colectiva de esta iniciativa. Que el Estado no valore esto, es un retroceso. Aldana lo contó en su perfil de Facebook:
De entre todos los proyectos socioeducativos en los que laburé convocada por el Ministerio de Educación de la Nación estos últimos 5 años (contando cuentos en un tren-hospital que llegaba a lugares alejados; en la playa o las sierras narrándoles a chicos y chicas de todo el país que conocían por primera vez las montañas y el mar; capacitando a adolescentes de las más de 200 escuelas que recibieron radios escolares)... de entre todos esos sueños por construir políticas públicas que vieran a los que casi nadie ve, el que más me duele soltar es este que aquí les cuento, el más invisible, el más pequeño.
Durante dos años trabajamos con Pakapaka en el penal de Los Hornos, La Plata, creando un espacio de arte y juegos con los chicos y chicas que viven ahí con sus mamás. Nos juntamos una vez por semana a cantar, bailar, contar cuentos, leer bellísimos libros, hacer música, rondas, a acunarnos con palabras, poesías, amor y fe. A compartir y dar lugar a la certeza de que la vida es bella y la libertad posible, y tenemos derecho a sentirlo así a pesar de los pesares, las injusticias, los abandonos, el odio, las violencias.
Como en tantas otras áreas del Estado, en enero a nosotras tampoco nos renovaron los contratos y el proyecto cerró. Hablamos muchísimo con funcionarios de la nueva gestión pero no alcanzó: sus jefes tienen esta idea que vemos de un país tan pequeño, tan falto de poesía y humanidad que les quedaron grandes casi todas nuestras políticas y sueños.
Aldana Tenaglia
