Cristian Alarcón, uno de los fundadores de Infojus Noticias, cuenta desde adentro algunos detalles sobre los despidos en la agencia
Sabíamos que despedirían a todo mi equipo de la dirección periodística, incluyéndome, y eso estaba dentro de la lógica de un recambio de gestión y de línea editorial predecible. No dejaba de ser doloroso ver cómo desde el 10 de diciembre vaciaban de contenido la agencia y la convertían en un portal dedicado a dar comunicados del ministerio. Suspendieron las guardias de fin de semana. Por eso casi no hubo cobertura de la escandalosa fuga, por ejemplo. Desactivaron las coberturas de femicidios y violencia de género, apagaron las de Lesa Humanidad. Los autos con chofer para que los periodistas salieran a hacer coberturas dejaron de trabajar para la redacción, pasaron a ser usados para transportar desde y hacia sus hogares a los nuevos funcionarios.
El lunes junto con los despidos previstos comunicaron muchos más y de manera brutal. Se metieron con la redacción, con periodistas impecables, intachables, lúcidos; con periodistas que en muchos casos jamás apoyaron al gobierno anterior, críticos.
No puedo más que expresar mi abrazo solidario a cada uno de ellos y un agradecimiento enorme por que su trabajo cotidiano estuvo lleno de compromiso con la información, con la calidad periodística, con la ética, con los derechos humanos en su dimensión más amplia.
Desde que la creamos junto a Martin Ale, Sebastián Hacher y Maru Ludueña en marzo de 2103 Infojus Noticias se negó a ser una agencia oficial, un portal K, un órgano de propaganda. Jamás mientras estuvimos allí aceptamos que nos utilizaran. Defendimos el proyecto periodístico ante todo.
Quienes trabajaron conmigo saben que puedo enfurecer porque faltan fuentes a una nota y que puedo perder la paciencia ante un título mal hecho, pero también que puedo putearme con mis jefes por el enfoque, el rigor y la pertinencia de un texto o una foto. Ser periodista es vivir en el desacuerdo, en la tensión con las fuentes, los protagonistas de los acontecimientos, los lectores y con los dueños o financiadores a quienes se los frena siempre con convicción ética y evidencias producidas de la investigación permanente.
Cuando leo los nombres de mis compañeros despedidos no puedo dejar de recordar las escenas entrañables de una redacción viva. Nada más hermoso que una redacción donde se late, se respira, se intoxica uno de periodismo y realidad, contingencia, noticia.
Los recuerdo con los teléfonos en el oído recibiendo la ubicación de la tumba de Videla, los veo en el descampado donde encontraron el cuerpo de Melina, los escucho dando los reportes desde los juicios en Comodoro Py, en el Gran Buenos Aires, en las provincias, los escucho reconocer que hubo un error y repararlo, los escucho discutir, y los escucho disentir.
Es necesario decir que los periodistas de Infojus Noticias no solo han trabajado de más --así es en el periodismo que ambiciona la excelencia-- sino que lo han hecho exigidos por un desafío con el que todos vibramos en una redacción llena de jóvenes talentos.
Entre otras cosas fue por eso que logramos cientos de miles de lectores fieles y activos. Pasamos de tener en noviembre 322 mil visitas, a tener en este aciago enero poco más de 120 mil. Por eso el dolor por los despidos, no solo por las familias que quedan sin ingresos y los trabajadores sin empleo, sino porque lo que persiguen es el desmantelamiento de un proyecto periodístico, de un medio de comunicación que no puede hacer periodismo con las noticias que el estado produce.
No puede informar sobre la ilegalidad con que el nuevo gobierno procede al tomar las grandes decisiones con el instrumento preferido del presidente.
No puede dar cuenta del desguace de el andamiaje estatal que protege los derechos de los ciudadanos y fortalece los juicios a los genocidas.
No puede decir que Angelici cuando se aburre de Boca se va a Comodoro Py.
No puede hablar de sí. Habla a través de Clarín, y cada vez que nos ha mencionado lo ha hecho con el desprecio del que quiere dañar mintiendo. Así lo hicieron hoy.
Pero no todo está dicho: los trabajadores exigen la reincorporación de los trabajadores. Están en estado de alerta. Mi solidaridad con todos ellos. Me siento orgulloso de lo que juntos hemos podido construir.
Cristian Alarcón
Ver anteriores: Estado de alerta por despidos en Infojus Noticias; Testimonios en primera persona sobre los despidos en Infojus Noticias