jueves, 1 de enero de 2015

Las telenovelas turcas causan furor en Chile y van a la caza de América Latina

La historia de amor entre Onur y Sherezade, protagonistas de la serie turca “Las mil y una noche”*, logró revolucionar a la televisión chilena en un fenómeno que comienza a inundar a América Latina, cuna de los melodramas televisivos. El lunes llega a la Argentina
Por: Paulina Abramovich
La historia de Sherezade, una viuda que a cambio del dinero que necesita para tratar a su hijo enfermo, decide pasar una noche con su jefe Onur, quien luego se enamora perdidamente de ella, cautiva desde hace meses a los chilenos, con récords de audiencia no vistos en años.
Despreciada por uno de los principales canales locales, la estación Mega la agendó en marzo en horario estelar, dando uno de los golpes más sonados de la televisión chilena: la serie es el programa más visto del año, arrastrando a toda la programación de su canal, que revirtió pérdidas y hoy es el único que obtiene ganancias.
Siguiendo su éxito, otras dos televisoras compraron series turcas: Canal 13 y Chilevisión, que estrenará en enero “Tormenta de pasiones”. Mientras, Mega ya apostó por otros dos culebrones de igual factura, “Fatmagul” y “Ezel”.
El fenómeno comienza a replicarse en América Latina, donde la historia de Onur y Sherezade se exhibe en Colombia, mientras se anuncia su estreno en Uruguay, Brasil, Ecuador y Perú.
La serie fue vendida también en Argentina y Bolivia, en la punta del iceberg de un incipiente fenómeno televisivo.
“Nos tomó mucho tiempo entrar al mercado latinoamericano (…) pero logramos entrar hace un año. Tuvimos suerte de tener mucho éxito en Chile y esto nos abrió a otros mercados, como Argentina, Colombia, Perú y Bolivia”, dijo Izzet Pinto, presidente de la distribuidora de contenidos turca, Global Agency, al sitio especializado TodoTV News.
Francisco Villanueva, vicepresidente de la distribuidora con sede en Miami Somos Distribution, precisó a la AFP: “Hemos vendido cerca de una decena de libretos para adaptaciones y producto terminado en no menos de cinco territorios en Latinoamérica. El interés está creciendo y son numerosas las propuestas de negocios que estamos recibiendo”.
Pero en la cuna de los melodramas, donde generaciones crecieron viendo éxitos como la venezolana “Abigail”, la mexicana “Rosa Salvaje”, la colombiana “Betty, la fea” o la brasileña “El Clon”, ¿qué es lo que tienen las series turcas que están cautivando a las audiencias?
“La telenovela turca es excelente desde el punto de vista de historias, narrativa y elementos de arte y técnicos (…) El ‘casting' es muy afín a nuestra región y muy atractivo, con un uso de exteriores exóticos que valoriza la producción y un extraordinario trabajo de cámara y dirección”, agrega Villanueva.
Las series mantienen la esencia del melodrama clásico, con un predominio del romanticismo y una casi ausencia de escenas de sexo.
“A la gente le gustó el típico formato antiguo, el guión clásico, el triángulo amoroso, donde los malos son malos de verdad y el bueno sufre durante toda la teleserie”, dice a la AFP Francisco Cortés, director de telenovelas de Televisión Nacional de Chile.
La socióloga Manuela Gumucio, directora del Observatorio de Medios de Chile, coincide al señalar que “tienen una cosa romántica muy tradicional, que en el fondo son estos esquemas universales que no envejecen”.
Sus temáticas mezclan historias contemporáneas con dramas propios del Oriente. En “Las mil y una noche”, Sherezade, debe lidiar con la decisión de transar sus valores morales por salvar la vida de su hijo, mientras que en “Fatmagul” su protagonista es obligada a casarse con uno de sus violadores para mantener su honor.
En una región donde proliferan hoy las “narcotelenovelas”, con historias ligadas al tráfico de drogas, o series muy eróticas, los melodramas turcos están llamados a ser un bálsamo para audiencias ansiosas de más romance, dice a la AFP el crítico de televisión René Naranjo.
“Las teleseries latinoamericanas han derivado a tramas más violentas y con elementos sexuales más evidentes, dejando abandonado a su principal público: las mujeres mayores de 45 años”, que son las que ven masivamente televisión y aspiran a retratarse en la pantalla con romances clásicos, explica Naranjo.
En Chile, “Las mil y una noche” sacudió a toda la industria. Por arrastre, otras producciones de Mega incrementaron su sintonía, derribando la audiencia de sus competidoras, que debieron ajustar su programación para no toparse con ellas.
Hace una semana, siguiendo el camino de Mega, Canal 13 estrenó “El Sultán”, una serie que tiene como protagonista a Halit Ergenç, el mismo actor de “Las mil y una noche”, toda una estrella hoy en Chile.
Ambientada en el siglo XVI, “El Sultán” (o “Suleimán, el magnífico”) fue un éxito en Turquía, donde incluso la cadena de comida rápida Burger King ideó una hamburguesa “otomana” condimentada con humus.
“La televisión se mueve por un efecto estacional, lo que tiene éxito vende. Y ahí hay un efecto multiplicador”, dice Naranjo, seguro de que el éxito de “Las mil y una noche” se extenderá en América Latina.
*Desde el lunes el lunes 5 de Enero , a las 23 el @eltreceoficial anunció la puesta en pantalla de la primera novela turca que se estrena en la Argentina.
Fuente: AFP