Al margen del contenido artístico de la ficción televisiva, el cual naturalmente no está puesto en tela de juicio, resulta preocupante comprobar la utilización mediática que se está realizando de la telenovela en distintos programas periodísticos y de actualidad, con el propósito de promover a Turquía como el paradigma del estado ejemplar.
Turquía no es un ejemplo a seguir, pues se trata de una nación en la cual impera un régimen político que reniega de la libertad de expresión, con un importante número de presos políticos y que continúa sosteniendo su política negacionista respecto del Genocidio Armenio.
Resulta altamente sugestivo que en vísperas de cumplirse el centenario de ese crimen de lesa humanidad, en el que murieron 1.500.000 de personas, se realice esta orquestada campaña propagandística. Evidentemente el objetivo perseguido es tratar de neutralizar la condena que el mundo habrá de realizar respecto de los responsables del "1er Genocidio del siglo XX" y de quienes aún continúan negándolo, a 100 años de su ejecución.
Por tal motivo, es de esperar que el Estado turco incremente aún más las cuantiosas sumas que destina a una campaña constante de silenciamiento y negacionismo de esta verdad histórica, con el objetivo de contrarrestar los importantes preparativos a nivel mundial para conmemorar esa tragedia. Un ejemplo de la magnitud que tendrán los actos conmemorativos es la misa que Su Santidad el Papa Francisco habrá de realizar el próximo 12 de Abril, en la Basílica de San Pedro.
Es difícil tomar como una mera coincidencia la aparición de esta telenovela y la de otras que estarían por televisarse, ya que se suman a otros acontecimientos llamativos, como la versión periodística de que el presidente de Turquía visitaría la Argentina próximamente, antes del 24 de abril, fecha en que se cumplen 100 años del Genocidio Armenio.
De confirmarse esa visita, en tal oportunidad, constituiría una provocación y una afrenta a la memoria de un millón y medio de mártires, y estaría en clara contradicción con la política de Derechos Humanos que sostiene en la actualidad nuestro país, que en lo concerniente al genocidio contra los armenios se ha manifestado en un categórico reconocimiento mediante la promulgación de la Ley Nacional 26.199.
La memoria, la verdad y la justicia son pilares fundamentales sobre los que debe cimentarse toda sociedad. Estos valores no están siendo honrados por el Gobierno turco y es lamentable que pretenda aprovecharse de un hecho artístico para concretar sus velados objetivos.
Para entrevistas comunicarse con Carlos Manoukian, Responsable de Asuntos Culturales y Prensa del Centro Armenio de la República Argentina, al 15 57131950
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