Esta frase la dijo Daniel Giovannini, integrante de Radio La Colectiva, pero refleja lo que piensan otras personas que trabajan en medios alternativos, comunitarios y populares. El jueves pasado, la Red Nacional de Medios Alternativos (RNMA) realizó un sillazo frente a la sede de la Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual de la Ciudad de Buenos Aires. Fue para reclamar el reconocimiento de nuestros medios como actores específicos de la comunicación; para pedir el plan técnico de frecuencias en todo el país que permita a su vez reservar el 33% del espectro radioeléctrico que le corresponde al sector sin fines de lucro, tal como lo indica la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual; además del pedido de llamados a concurso para las zonas de conflicto para que los medios que funcionan allí puedan acceder a licencias. La Retaguardia dialogó con Giovannini para que explicara, a partir de la radio que integra, La Colectiva, cómo es vivir con aire pero sin licencia.
“Siento que estamos con un derecho que no se reconoce. Hacemos una actividad que debería estar garantizada por el Estado como un derecho humano, porque el Estado lo único que tiene que hacer es administrar el éter que es de la humanidad y nos ignora como sujetos, porque es un derecho básico que se nos está negando; desde mi punto de vista todo lo demás llega a partir de ese derecho no reconocido. La legalidad te abre la puerta a un montón de cosas, pero no es un premio, no debería serlo, y no debería ser algo de que porque estamos entre compañeros lo vas a tener. Es un derecho, y desde ese lugar vivimos, hacemos aire desde hace aproximadamente seis años. Nosotros nos propusimos hacer aire en el 102.5, cercano al Parque Centenario antes de que la ley saliera, y nos lo propusimos justamente pensando en que es nuestro derecho, ya teníamos la legitimidad suficiente desde nuestro punto de vista como para poder ejercerlo y lo ejercimos sobre una ley, llamada de la dictadura, pero recontra retoqueteada por todos los que vinieron después y legitimada por todos los que vinieron después, incluido el gobierno de Néstor (Kirchner). Lo ejercimos, es decir, fuimos a hacer eso, todo lo demás es consecuencia de este no reconocimiento”, explicó Daniel Giovannini, integrante de Radio La Colectiva, en diálogo con La Retaguardia.
Según explicó Giovannini, La Colectiva nació como un proyecto comunicacional pensado como una herramienta para organizaciones sociales que puedan hacer uso de ella: “nosotros sentimos que en la medida en que fuimos andando como proyecto de comunicación, esas organizaciones sociales se fueron apropiando no solo del aire, sino también de la página, y cuando ves que hay compañeros en distintos lugares del país vos sentís que vas participando de un territorio ideológico, donde nos movemos resistiendo y muchas veces imaginando también un país diferente, una región diferente, y me parece que eso es lo que nos hace sentir que somos legítimos, ese reconocimiento del otro, ese espejo en el que nos miramos y sentimos que la herramienta creada con ese objetivo está cumpliendo en algunos casos el objetivo previsto”.
Como quisiera poder vivir con aire (y licencia)
Existen muchas radios comunitarias, alternativas y populares en Argentina, pero son pocas las que cuentan con licencias, esto implica que la mayoría está funcionando en la ilegalidad. Esto ocurre a pesar de que desde hace más de cinco años está en vigencia la llamada Ley de Medios, que ha sido aplicada de manera dispar en los medios no tradicionales.
En 2010, por ejemplo, se abrió una de las pocas instancias por parte de la AFSCA (Autoridad Federal de Servicios de Comunicación Audiovisual, creada con la nueva ley) destinada al sector comunitario. Se realizó un censo en el que las radios que estaban al aire en aquel momento solo dejaron sus datos. Sin embargo, este censo no tuvo ninguna implicancia real, no generó ningún cambio, ni significó ningún tipo de reconocimiento. Incluso un funcionario de la Afsca dijo -en presencia de un integrante de Radio La Retaguardia- ‘con el censo hace un cucurucho y métetelo en el culo’. Al respecto, Giovannini afirmó: “para nosotros el censo ya fue un paso a una suerte de alegalidad. Entendemos que no sabemos si somos ilegales, porque nosotros hicimos el único paso que nos propuso el Estado. Es el Estado el que está obligado a hacer un plan técnico, es el Estado el que está obligado en cualquier zona de conflicto o no a decir que acá vamos a tener menos frecuencias comerciales. Lo concreto es que así, este censo no sirve para nada, porque si vamos a una cuestión de reconocimiento nosotros no estamos en la ley, todo lo demás que pretendamos o que podamos hacer ahora son parches para lo que desde mi punto de vista fue de alguna manera una batalla perdida por el sector, porque nosotros nos vinculamos al proceso de foros, nos vinculamos a la discusión previa con muy poquito entusiasmo, porque para estar entusiasmados uno tiene que tener un mínimo de confianza con el que anda; nosotros no teníamos prácticamente ningún entusiasmo pero nos vinculamos a esos foros y evidentemente no hubo una voluntad política para reconocernos, por más que nosotros poníamos banderas, ‘queremos ser reconocidos’ y demás, no hubo voluntad política para reconocernos como sujetos de la comunicación, como sujetos particulares, y además porque ya en ese momento el sector estaba debilitado porque un sector importante de los medios comunitarios se alineaba claramente detrás del gobierno, también con una lectura diferente a la nuestra, no digo mala ni buena, simplemente diferente, y eso debilitó el sector. A partir de ahí ya la ley nació sin que nosotros estuviéramos dentro, todo lo demás que estamos buscando es un reconocimiento a martillazos, de todas formas creo que tenemos el derecho a exigirlo. Nosotros no podemos estar en la misma bolsa que todos los medios sin fines de lucro”.
Cabe recordar que dentro de este sector de los medios sin fines de lucro, al que se le debería destinar el 33% del espectro, la ley de medios incluye por ejemplo al canal digital que tiene el gremio de la construcción, la UOCRA, que encabeza Gerardo Martínez. Bien vale preguntarse por qué la UOCRA puede tener una señal de prueba digital, algo inalcanzable por el momento para cualquier canal comunitario.
Pateando la pelota para adelante
Las expectativas de Giovannini respecto a que haya algún tipo de avance tras cinco años de implementación de la ley de medios son cada vez más menores: “la conducta de la AFSCA, estuviera al frente quien estuviera, ha sido de dilación, de patear para adelante, ha sido y cada vez más mercantilizar el aire, estamos viendo ahora cómo se reforman o se pasa por encima de la ley para otorgar permisos donde no deberían, en el caso de las telefónicas y demás”.
En la última reunión del directorio de la AFSCA del año se aprobó, entre otras medidas, que Telefónica siguiera operando Telefé. Además, se aprobó –a instancias de una negociación que se venía realizando desde la RNMA junto otras redes de medios como AMARC, FARCO y Red Colmena– un empadronamiento para medios sin fines de lucro cuyo texto aún no se conoce. Podría tratarse de algo similar al censo de 2010 (es decir, una mera recopilación de datos sin ningún reconocimiento de derechos); o una herramienta que implique algún tipo de derecho menor o igual a los permisos precarios provisorios que se entregaron durante el menemismo. Existen muchas radios del sector como La Tribu o Frecuencia Zero, que tienen un permiso provisorio que les da una legalidad superior a la que actualmente tienen muchas de las radios comunitarias que conforman la Red Nacional de Medios Alternativos, como Radio La Colectiva.
De todos modos, para Daniel Giovannini el principal objetivo que persigue La Colectiva es el de acceder a un derecho: “pretendemos que se nos garantice un derecho, las licencias son la consecuencia de esa garantía. Tampoco La Colectiva va a ir solo por su licencia: si se nos ofreciera resolver el tema con nosotros, no lo aceptaríamos, siempre nos movimos dentro de la RNMA, en los foros en su momento, coordinando con los foros que se hacían en los distintos lugares del país, y lo seguimos y seguiremos haciendo. Con respecto a las dificultades que se enfrentan, nosotros seguiremos en el aire, resistiremos en el aire, seguiremos siendo autónomos en la gestión de nuestros propios recursos y seguiremos denunciando en principio la ausencia de democratización de los medios, y seguiremos reclamando el derecho a la comunicación”.
Lo mismo que hizo la Red Nacional de Medios Alternativos este jueves 18 de diciembre, con el sillazo y la radio abierta que organizó frente a la sede central de la AFSCA.
Fuente: La Retaguardia