domingo, 19 de octubre de 2014

“Clarín miente y PáginaI12 me quiere comer la cabeza”

Por: Javier Polvani @javierpolvani
A los 69 años, Carlos Bosch* dedica gran parte de su tiempo a enseñar. En su vida, iniciada en Buenos Aires en 1945, recorrió el mundo sacando fotos con la única intención de contar historias. Se inició como paparazzi en el periodismo. En su densa trayectoria, trabajó, entre otros, con Juan Gelman, Rodolfo Walsh, Paco Urondo y Osvaldo Soriano.
Reconoce su mejor trabajo en la primera tarea periodística que le encargaron en su debut como tal: en 1970, cubrió el cierre de una fábrica en Santiago del Estero y la defensa de una fotografía de la serie que tomó le costó el despido, aunque fue el espaldarazo para la convicción de que sólo defendiendo sus creencias sería libre sin perder atractivo para los editores de medios.
Bosch estuvo en Mendoza este fin de semana convocado por la filial local de la Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina (ARGRA). Brindó un taller para fotoperiodistas locales con su estilo descarnado para describir la realidad de una actividad en revisión constante por los efectos de los avances tecnológicos y la reconfiguración de las empresas periodísticas, que “están todas en manos de financistas”, evaluó en una entrevista con este diario.

¿En qué lugar te parás vos y en qué lugar debiera pararse quien quiera entrar en el fotoperiodismo?
El tema principal es que el periodismo está en crisis, entonces es muy difícil decir en qué meterse, primero porque las empresas periodísticas están todas en manos de financistas y no de gente que tenga interés de hacer periodismo ni nada, simplemente hay mensajes políticos de un lado y del otro. La segunda es la crisis grande que tiene la fotografía en este momento por el avance tecnológico y esa ausencia de interés por la imagen real. Especulación hay en todos lados, o sea, la inseguridad tiene que ser mas insegura, los muertos tienen que estar mas muertos, los desaparecidos mas desaparecidos entonces no hay un lugar para el fotógrafo que quiera trabajar en serio, primero porque no tiene un lugar donde publicar y segundo porque no tiene donde acceder a la información tampoco. Se ha roto la tradición periodística en este país. Este era un país que tenía grandes periódicos, grandes periodistas; hoy lo que tenemos son grandes comentaristas, no hay mas periodistas ni investigación. Yo abro Clarín y lo único que veo es que mienten y mienten y mienten, y abro PáginaI12 y lo único que veo es que me quieren comer la cabeza. Me dicen como tengo que pensar.
El problema tecnológico es que ahora viene el 4k, el 4k se come la cámara fotográfica, no tiene ningún sentido que una empresa tenga cámara fotográfica y un fotógrafo. El 4k es el nuevo sistema para filmar, las cámaras chiquitas que tienen alta definición y con cualquier fotograma tenés una foto 30 40 de buena calidad, entonces van a mandar a filmar y de ahí van a cortar tres fotos, las que vengan. La diferencia es que esta cámara reemplaza a la cámara fotográfica filmando, es decir que no tiene sentido fotografiar y filmar salvo para muy pocas cosas como la moda, o los cosméticos. Yo tengo 47 años de periodismo pero ahora lo que hago es enseñar.

“Ser mejor es el único salvavidas” 
¿Hay posibilidades de hacer una carrera en fotoperiodismo?
Si, siempre va a haber. El hombre siempre hizo lo que tenía ganas de hacer, a pesar de todo. Hay tantos artistas como había en la Edad Media, en la Edad Media no sabían quizás como mezclar los colores y nosotros sabemos manejar el Photoshop, pero mi rol de alguna manera es prepararlos para lo que viene, que ya no hay estructuras, que van a tener que ser freelancers, freelancers de uno mismo, es decir, prepararse como persona para asumirse como fotógrafo y tener un estilo, una línea, y ser lo mejor posible, el laburo se va a reducir pero no va a dejar de existir. El documentalismo no va a dejar de existir. Y como colofón de todo eso sigue habiendo un compromiso de los fotógrafos en el mantenimiento de la memoria. Lo que intento en el taller es concientizar de que la memoria pasa también por nuestras imágenes. Nosotros somos individuos bastante complicados que trabajamos con el tiempo y con la luz. El tiempo que tenemos y almacenamos forma parte de nuestro testimonio, y eso es una obligación que tenemos, eso no se va a perder con el 4K.

¿Ser mejor es un salvavidas entonces?
Es lo único, ser mejor, ser vos mismo. Esto es una consigna que no es mía, yo la vengo copiando de la directora de la National Geographic.

¿Como hacés para que esto prenda en el que empieza o esta consumido por las líneas editoriales de las empresas?
El problema acá de base es el fotógrafo que quiere ser fotógrafo o el que quiere laburar en un lugar con un sueldo seguro. Entonces tenemos la gran mayoría de fotógrafos que son chicos que no sabían qué estudiar y el papá le compró la cámara y le dijo: “Hacé algo”. En cambio está el otro que quiere hacer su carrera. Estos que no son fotógrafos se van a quedar sin trabajo. En el taller ya más de uno dijo “yo voy a ser florista yo voy a ser lo otro”, porque no tienen la voluntad de la lucha que hay que tener para ser independiente. Ser independiente es más trabajo, pero a su vez es más libertad. Yo he sido freelance toda mi vida y siempre me ha ido bien, porque yo siempre he ido a fondo con lo que hago, ese compromiso lo tengo claro tanto en lo político como en lo moral, yo respondo a una especie de patrón que es el mío y de repente hay gente que busca ese patrón. Yo creo que se va a seguir viviendo de la fotografía pero cada vez la fotografía va a ser más fotografía, en el sentido de que el aparato, la técnica van a estar al servicio del talento de un tipo. Para mí viene la gran época de la fotografía, y soy un tipo que está contento con lo que está pasando. Se va a depurar la profesión en el sentido no de que los van a rajar sino que se van a tener que ir. Yo sostengo que la fotografía está por encima de la pintura a nivel arte, nosotros tenemos tres procesos, el pop en sí es algo que viene de tras de la fotografía. Nosotros tenemos un proceso que es la elección de lo que vas a sacar, el clic, luego elegir la que va y la tercera es meterle un photoshop, eso no lo tiene ningún arte. Yo en este momento vendo mas fotos de archivo de las que puedo hacer.

¿Cual es principal mercado para la fotografía?
Para mi la historia, yo tengo fotos de España. Vendo a universidades de Japón, a enciclopedias, yo vendi toda mi colección de la transición española al museo de la memoria de Barcelona, en realidad lo done a cambio de una compensación. Por otro lado, también me encargan cosas, temas, siempre buscando la óptica mía. Y eso es porque tengo una historia coherente. Yo me fui de una empresa cuando me enfrentaba a problemas morales con la empresa, me infiltre con los fascistas durante dos años para que la gente supiera el peligro que implicaban estos tipos.

¿Te encontrás con otros Carlos cuando vas capacitando?
Con todos los que me encuentro me llevo mal porque son todos viejos chotos.

No, pero te pregunto si te encontrás hoy con el Carlos de los comienzos en la inquietud de los jóvenes que van a los talleres
Para serte franco, la mayoría son todos que ya están laburando, y me cuesta convencerlos de que están equivocados. Se quejan por lo que viene, y yo les digo que eso ya viene. En el momento es que cambie vos tenés que estar ahí, y no que te pase que en el momento que cambie sean 25 tipos que están en la calle. Yo apoyo las manifestaciones para mantener puestos de trabajo, pero seamos concientes de que se acabó. No hay que pelearse contra el futuro porque el futuro es la libertad. Estamos avanzando siempre. Photoshop es un elemento de libertad. A mi me ayuda, no tengo que andar metiendo más las manos en los ácidos, y hago lo mismo que con el laboratorio. Ahora hago mejores fotos y tengo mas tiempo. No seamos boludos, si viene el 4K. Ahora… Si yo tengo la cámara de filmar acá y al lado tengo la digital yo agarro la digital. A mi me afanaron todo el equipo y tengo cámaras analógicas y una chiquita digital y uso la chiquita digital.

“Ni siquiera es importante tener una buena cámara”
“El mejor fotógrafo que hay de todos los tiempos se llama Antoine D’Agata”, reconoció Bosch al considerar que para un buen fotógrafo la cámara con la que trabaja no tiene importancia. Foto: La Camboya – Antoine D’Agata

O sea, para ser buen fotógrafo o buen periodista es importante la cámara pero no lo fundamental
Ni siquiera es importante la buena cámara. El mejor fotógrafo que hay de todos los tiempos se llama Antoine D’Agata. Es el van Gogh de la fotografía, y como van Gogh está loco, es heroinómano, tiene sida, es el ultimo sobreviviente de un grupo en el que todos murieron. Es un tipo que de día hace fotografía de conflictos para magnum y de noche agarra las pibas para coger e inyectarse y lo hace con camaritas de plástico de los kioscos. La herramienta del fotógrafo es el fotógrafo, es uno mismo la herramienta. Los espacios son siempre los mismos y la independencia depende de la capacidad que tiene cada uno de mantenerse independiente.
Siempre tuve el sentido de que uno es un mercenario, lo que pasa es que si uno tiene la suerte de enganchar un patrón que piensa como uno no tiene conciencia de que es un mercenario. Si uno trabaja en lo que es opuesto a lo que uno piensa vive sufriendo como un desgraciado. Entonces, busca el tipo que sea afín o sino hacé lo tuyo por tu cuenta y véndelo, porque el mercado está el problema es que somos desorganizados. Nosotros somos una pyme.

Hay que inscribirse en el monotributo
Claro. Yo tengo una persona que me administra porque soy incapaz, y para llamar por teléfono tengo una persona y para cobrar tengo otra porque yo no quiero discutir por las facturas, mejor que discuta mi secretaria. Es un oficio tan versátil que vas a ver que un fotógrafo que hace futbol no tiene nada que ver con uno que hace cultura, son dos mundos. Y porqué, si los dos hacen lo mismo.

En las empresas periodísticas de Mendoza el fotógrafo pasa de la cancha a los desfiles de moda y de ahí a una conferencia, es una gimnasia…
Bueno, yo les digo que hay que respetarse. Porque no respetarse a uno mismo y decir “ya que me obligan a hacer esto voy a intentar zafar por otro lado”. Cuando hacía futbol pensaba que era un ágora, que eran 22 tipos que entran y voy a administrar esto como el ejemplo que le están dando al pueblo de cómo se comportan. Es como si estuvieran ahí los griegos y estuvieran haciendo una representación de una pauta cultural que hay que seguir. Edipo, Electra… no hay que votar a la madre, bueno estos tipos lo que enseñan es cómo hay que pelearse, la violencia están enseñando, eso es un ágora… yo veo eso y hago otra fotos. Me preocupa más lo que pasa en un corner o en las faltas, cómo se agarran de los huevos o se escupen o putean que un gol, el gol lo hace la agencia.

El gol lo hace la agencia, la conferencia de prensa la hace la agencia…
Yo iba a las conferencias y me encantaba que todo el mundo terminara y me ponía a trabajar con el tipo, de pronto está traspirando, tiene una gotita… le pido al de la televisión “prendeme la luz de allá” y hago una foto diferente porque tengo amor propio. Yo soy un omnipotente, soy un narciso, pero eso es lo que me hace marchar de esta manera. No se quejen más.

“Los fotógrafos se volvieron dóciles y alineados”
El laburo del fotógrafo esta muy supeditado al periodista que le asignan también
Pero eso es culpa del fotógrafo, eso no era asi, fue un proceso que fueron aceptando los fotógrafos, o sea. Yo estuve 30 años afuera y cuando volvi me sorprendio cómo por la dictadura había cambiado la conducta de la población. Vos ves hoy que las colas tienen una disciplina acojonante. Cuando te quejás te dicen “no me hagas pasar vergüenza”. Me pasa en el supermercado chino, que a veces le digo “me has afanado en todo y encima me querés cobrar la bolsa, me afanaste con el aceite, con todo, no te la pago” y me dicen “no seas papelonero”. Hay una docilidad… Eso pasa con los fotógrafos, se volvieron dóciles y alineados.

¿Eso no corresponde para vos?
A mí cuando me dicen eso les digo “no me hagan cabrear”. Cuando me dicen “yo fui con el periodista” yo les digo “vos fuiste con el redactor, porque vos sos tan periodista como él”. Dos periodistas van juntos. Yo, además, como soy universitario y termine una carrera no permito que me traten como un ignorante, yo exijo que me traten como si fuera un arquitecto. A mí nunca me han tratado mal, y soy muy rígido en eso. Y siempre me lleve bien con mis compañeros, que fueron Osvaldo Soriano, Mempo Giardinelli, trabajé con Juan Gelman, con Rodolfo Walsh, con Paco Urondo, yo soy un tipo que se hace respetar.
“Pies de barro”. Imagen tomada por Carlos Bosch en Santiago del Estero, en 1970. Por esta foto lo echaron de Semana Gráfica pero lo tomaron en Panorama.

Cubriste guerras
Yo empecé como paparazzi por propia voluntad para prender el oficio. Me pegaron, me hospitalizaron… después hice moda, hice política y luego me metí de jefe de fotógrafos del diario Noticias, y después hice publicidad. Me tuve que ir a España, me iba a Venezuela después se murió Franco cambié. Allí tuve la oportunidad de armar un periódico, que es el Periódico y fue un éxito y en un año se convirtió en el mas vendido de España. Luego armé una revista que se llamó primera plana que le fue muy bien, de allí me llamaron de el país de Barcelona y de allí me fui a interviú. Y siempre les decía que era editor jefe, y estaba en la mesa de redacción donde se deciden los temas. Y de ahí me fui a Luxemburgo con mi mujer, luego estuve cinco años cubriendo guerras con la invasión soviética a Kabul que fue en el 80, hice afganistan, el libano, Camboya, sudafrica y polonia, cuando estaba la invasión soviética en la puerta a hacerle un reportaje a Valesa cuando no quería recibir ningún periodista me fui a vivir a la casa de él. Pero siempre como freelance, tenía una caja de guita, porque decía esto es noticia y se vende.

¿Un laburo de todos los que hiciste?
El primero, porque fue el primer reportaje serio de todos los que hice, en semana grafica, que estaba de paparazzi, me mandan a Santiago del estero a hacer el cierre de una fabrica de soda cáustica, y cuando llego me doy cuenta que es una tramoya empresaria para justificar el cierre. Y cuando llego había una familia con pendejos y uno de ellos que debía tener 11 años con sus hermanitos huérfanos. Yo hice esa foto y fue la única que hice. Eso entregue. Me dijeron “che la fábrica”, yo entregue la foto de ese pibe. Me rajaron, a la semana me llamó el dueño de la empresa: “demostraste que sos un muy buen fotógrafo y periodista. Te paso a Panorama “, ahí trabajaba con Tomás Eloy Martínez, con Gelman, Yo ahí supe que el camino mío siempre iba a tener como mínimo el respeto. Se hizo una tarjeta postal con la foto del chico, y un día me invitan en el chaco unos guaraníes a la choza y en la choza estaba puesta esa foto.
Audio la entrevista con ExplícitoOnLine


Carlos Bosch
Carlos Bosch estudió antropología, artes plásticas y cine. Se formó como fotógrafo en la Editorial Abril (1968-1975) donde fue reportero gráfico, fotógrafo de moda, de arquitectura y realizó fotografía publicitaria para las mejores agencias de Buenos Aires.
Fue además jefe de fotografía del diario Noticias. En 1976 se trasladó a España (Barcelona) donde sucesivamente fue reportero gráfico del diario El Correo Catalán, de la revista Cambio 16 y editor gráfico de Primera Plana. Fue cofundador del diario El Periódico de Cataluña, donde ejerció como redactor jefe de fotografía. Lo fue también de la revista Interviú y trabajó en la redacción del diario El País de Barcelona donde colaboró a su creación.
En 1986 se instaló en Luxemburgo y desde allí colaboró con diversas revistas europeas como Opinión, Tiempo, The Observer, Stern, etc. En 1987 decidió hacer un largo paréntesis que utilizó para realizar obra personal, restaurar su antigua granja la “Pettite Suisse Luxemburguesa” y cuidar de su hija Eliane.
En 1999 se mudó temporalmente a Madrid donde fue sub-director de la agencia fotográfica Cover. Del 2000 al 2007 alternó su residencia y su trabajo entre su granja en Luxemburgo y la capital catalana. Realizó varios libros, se especializó en fotografía de arquitectura y colaboró con el Ayuntamiento de Barcelona a través de sus publicaciones Metrópolis y Cuaderns.
En 2007 regresó a la Argentina definitivamente.Fue jurado del Salón Nacional de Artes Visuales y colaboró con el periódico Crítica de la Argentina. En 2009 fue presidente de jurado en el X Festival Internacional de Documentales “Santiago Alvarez” en Santiago de Cuba, y expuso en el Palais de Glace.
Ha sido galardonado con numerosos premios nacionales e internacionales y ha realizado exposiciones individuales y colectivas en más de 15 países. En la actualidad dirige el Taller Continuo de Imagen, donde realiza diferentes actividades relacionadas con la fotografía.
Fuente: Cada día un fotógrafo