Con un saldo de once despidos, una mayor regimentación del trabajo en el canal y una “paz social” de un año la directiva del SATSAID dio por cerrado un conflicto clave para el gremio de la televisión
La ofensiva patronal que comenzó dejando a veinte compañeros en la calle había producido una enérgica reacción por parte de los trabajadores que pararon masivamente por su reincorporación. Pero tras el decreto de la conciliación obligatoria por parte del Ministerio de Trabajo y su violación sistemática por parte de la patronal, la directiva del sindicato hizo un denodado esfuerzo por contener la fuerza que hubiese volcado la lucha de los trabajadores al triunfo. La sola violación de la patronal del derecho de los veinte despedidos a volver a sus puestos de trabajo apenas decretada la conciliación debió haber motivado un paro por tiempo indeterminado hasta la reincorporación de los veinte compañeros. Pero no, la directiva del gremio optó por cumplir una conciliación que la patronal no cumplía.
Durante el transcurrir de las audiencias de conciliación, la patronal se mantuvo intransigente hasta el punto de llegar al fin del plazo con la propuesta de sólo dos reincorporaciones. Mientras que a su tiempo procedía a un ajuste interno con mayor presión sobre los trabajadores.
El fin del plazo de la conciliación obligatoria en lugar de ser aprovechado para retomar las acciones de lucha ante la prepotencia de la empresa, fue la oportunidad para una extensión del conflicto bajo la forma de conciliación voluntaria y la continuidad del dominio patronal.
Desgastaron las fuerzas de los trabajadores del canal hasta la desmoralización de éstos, tanto como de los despedidos a los que nunca reagruparon y mantuvieron distantes de sus compañeros.
Osaron presentar como un triunfo la reincorporación de nueve compañeros en una asamblea en la que las resistencias habían quedado en minoría. No lograron convencer a nadie de que no fuera una derrota.
El activismo, afuera
Dentro del saldo de despidos aparece un dato relevante: ninguna mujer fue reincorporada. El dato no es menor, entre las compañeras despedidas se encuentran las que animaron la lucha por la separación de un abusador conformando una Comisión de Mujeres dentro del canal que denunció el hecho y la connivencia de la gerencia de Recursos Humanos, y que eran referentes de los reclamos sindicales de los compañeros de sus sectores. Se trata de un caso de discriminación gremial y de género. La lucha por la reinstalación de estas compañeras está a la orden del día y debe continuar por todas las vías posibles.
Alto costo
Cuando asistimos a una generalización de las suspensiones y los despidos en toda la industria, así como también en la Televisión y mientras se celebra una paritaria a la baja mientras la inflación galopa a más del cuarenta por ciento, la entrega de esta lucha es un pésimo antecedente para el conjunto del gremio.
Las conclusiones de esta experiencia en C5N tienen que animar el reagrupamiento de un nuevo activismo que ponga la comisión interna al servicio de la defensa de los trabajadores e independiente de la directiva.
La Naranja de Televisión