La empresa de cable del Grupo Clarín buscará que su controlada, Fibertel, obtenga parte de las bandas para dar este servicio a pesar de su enfrentamiento con el kirchnerismo
Por: Andrés Sanguineti
La licitación para la adjudicación de las bandas de telefonía de 3G y 4G que se promocionan como el sistema que permitirá mejorar la calidad del servicio, tendrá un invitado inesperado. Por lo menos para el Gobierno. En especial si se trata de una de las empresas controladas, aún, por el enemigo público Nº 1 del kirchnerismo. Es decir, por el Grupo Clarín que impulsará a Cablevisión a presentarse al proceso, con el anhelo de convertirse en uno de los adjudicatarios una de las bandas de frecuencias para prestar comunicaciones personales (PCS); servicio de raidiocomunicaciones móvil celular (SRMC) y servicio de comunicaciones móviles avanzadas (SCMA).
Cablevisión utilizará la licencia para operar como empresa de telecomunicaciones de Fibertel que, si bien fue anulada por el Ministerio de Infraestructura en octubre de 2010, continúa brindando servicios gracias a varios amparos judiciales.
Según pudo saber El Cronista, la operadora de TV por cable comprará el pliego elaborado por por el Ministerio de Planificación Federal, en el marco de un proceso que arrancará el 4 de septiembre, hasta cuando habrá tiempo para pedir aclaraciones. Luego, hasta el 18 del mismo mes se podrán presentar los antecedentes para la precalificación. Ese mismo día se llevará a cabo el acto de apertura de los sobres con los antecedentes, para luego el 31 de octubre a las 11 de la mañana organizar la ceremonia de subasta. Se espera que ese día, la sede de la Secretaría de Comunicaciones (SeCom) congregue, con un acto multitudinario, a funcionarios y empresarios del sector que serán testigos del inicio de la subasta pública.
A partir de esa fecha, la SeCom tendrá hasta 19 días hábiles para adjudicar el servicio que, según estimaciones privadas, necesitará inversiones iniciales por u$s 6.000 millones para desplegar la nueva infraestructura necesaria para ser ofrecido.
Es decir, recién a fines de noviembre se darían a conocer los ganadores de la subasta que, en caso de presentarse, serán las actuales operadoras Movistar, Personal y Claro. Además, el Gobierno decidió reservar una porción del espectro 4G que quedará disponible para su utilización futura. Y también otorgará otra parte del espectro a un cuarto operador, quedando la duda sobre si ese rol está reservado para Nextel, cuyos accionistas norteamericanos negocian su venta al grupo periodístico K de los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel. A través del Grupo 23 tienen plazo para cerrar o no el deal con NII Holding hasta fines de septiembre, tras haberse quedado con Nextel Chile.
Si bien las condiciones impuestas para participar son exigentes, se requieren de u$s 500 millones iniciales solamente en espectro, y Cablevisión mantiene, como Clarín, una batalla legal y política contra el kirchnerismo, la decisión de participar a pesar de este escenario poco amistoso ya está tomada.
En la compañía entienden que pueden pelear el lugar del cuarto operador. Es decir, disputar el supuesto plan de la SeCom, controlada por La Cámpora, para favorecer a la nueva Nextel K con condiciones especiales que no recibirían las otras tres operadoras. De todos modos, del pliego surge que el cuarto operador no corre, por lo menos en esta primera etapa, con beneficios por sobre Movistar, Personal o Claro. Sin embargo, el escenario que se imaginan en la empresa es un reparto ya negociado de las bandas. Se concursarán 90 megahertz (MHz) en una banda de 700; y 120 MHz en otra de 1.700-2.100. También un remanente para los servicios 3G de 7.5 MHz en la banda de 850 MHz, y 30 MHZ para la de 1.900 MHz. En este reparto, Movistar no podrá sumar más 3G, por lo cual participará por la 4G. Seguramente, buscaría migrar a sus clientes con mayor volumen y gasto hacia esta tecnología y así liberar espacio en 3G. Este plan, obligará a Personal y Claro a no quedar desarmados frente a la posibilidad de perder clientes. Igual, Movistar tendrá que invertir millones de dólares desarrollar la red de 4G.
En el caso del cuarto operador, el escenario imaginado es que la adjudicación quede desierta en la primera ronda. En este marco, se llamaría a una segunda ronda, pero con requisitos mas laxos para lograr orientar la adjudicación a la Nextel K, con cambios en las condiciones iniciales del pliego. De convertirse esta hipótesis en realidad, Cablevisión buscará convertirse en una especie de cuña en la estrategia. Pero solamente podrá participar si la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC) avala la licencia de Fibertel. Los abogados del grupo ya vislumbran una decisión negativa por lo cual esta situación podría terminar en la Justicia junto con la innumerables causas que Clarín y el Gobierno ya acumulan en una docena de tribunales.
Pero, además de los condimentos políticos de la decisión del operador de cable para meterse en esta pelea, también hay otros vinculados al negocio. Entienden que deben evolucionar hacia la portabilidad o movilidad de los servicios. Saben que, en especial los jóvenes, no consumen contenidos desde un único aparato como el televisor, sino desde dispositivos diferentes como smartphones, tablets y notebooks. Y que también lo hacen donde y cuando quieren y no a partir de la programación ya armada por la compañía. Está desapareciendo el hogar y apareciendo el individuo, creen. Y por eso, se animarán a pelear una nueva batalla contra el Gobierno. Esta vez por la 4G.
Fuente: El Cronista