El columnista internacional del noticiero de la TV Pública, Pedro Brieger, se ha transformado en el blanco de una campaña de tergiversaciones y persecución por sus críticas al Estado de Israel. Sergio Szpolski, vicepresidente ejecutivo del grupo de medios oficialista Veintitrés, afirmó que “sostener que tres adolescentes inocentes en un conflicto pueden ser víctimas del terror y justificar esa situación en función de cualquier justificación es realmente una vergüenza”.
Sin embargo, durante su informe, Brieger no justifica el crimen de los tres jóvenes israelíes, sino que desarrolla un análisis editorial sobre la ocupación israelí.
Szpolski no solo calificó al periodista de “judío que se odia a sí mismo”, sino que promovió algún tipo de censura o incluso una represalia, al pedir que “(Tristán) Bauer (Presidente de Radio y Televisión Argentina) tiene que dar una declaración acerca de cuál es su posición respecto a esto”.
Días después, el empresario kirchnerista volvió a la carga para declarar en otra nota que “la línea editorial de la televisión pública es anti-israelí”.
Toda esta perfidia se complementa con un hostigamiento y amenazas en las redes sociales contra el periodista, y habría llegado, incluso, a amenazas de muerte recibidas por Brieger telefónicamente. El propósito aleccionador que persigue tanto Spolsky como las organizaciones sionistas que se sumaron al ataque es silenciar la denuncia de la ocupación israelí y la masacre sistemática contra el pueblo palestino.
La Naranja de Prensa