miércoles, 9 de julio de 2014

La UTPBA firma su propio certificado de defunción

El 2 de julio pasado, Lidia Fagale se reunió con los “deletruchos” surgidos de las elecciones digitadas por Olmos con el objetivo de ratificar las elecciones y darles el aval legal
El 18 de junio pasado se realizaron elecciones truchas en la nueva redacción de Crónica y BAE, a donde no dejan ingresar a los delegados legítimamente electos y a 120 trabajadores “marcados” por su participación gremial.
Las elecciones fueron resistidas por los trabajadores de Aconcagua S.A. en tres ocasiones, hasta que en la última asamblea,se hizo presente el mismísimo Alejandro Olmos (uno de los dueños del Grupo Crónica) llamando a votar junta electoral “para cerrar el conflicto”.
Durante un mes, la UTPBA retaceó una declaración pública contra las elecciones truchas.
El 16 de junio, las comisiones internas de BAE y Crónica mantuvieron una reunión con Raúl Barr, miembro de la conducción de la UTPBA y dirigente de la UCR, donde se comprometió a que la UTPBA no iba a avalar los comicios maniatados por la patronal.
Fagale nunca respondió a los pedidos de reunión de ambas comisiones internas.
El 18 de junio, día en que se hacían las elecciones en Aconcagua, Jorge Muracciole, secretario gremial de la UTPBA, dejó asentado en actas en el Ministerio de Trabajo que "la UTPBA no convocó a ninguna elección de Comisión Interna de trabajadores de prensa de la empresa Aconcagua".
En las elecciones truchas, el 45% del padrón no votó, votó en blanco o impugnó su voto en rechazo a la intromisión patronal en la vida gremial.
Ahora aparece Fagale avalando las elecciones truchas impulsadas por Olmos. Con esto la UTPBA plantea un ataque a los trabajadores de BAE y Crónica. Le dan el aval a una representación gremial ungida por una patronal que desconoce la representación legítimamente electa por los trabajadores de esos diarios y le impide el ingreso a la nueva redacción.
Este ataque de Fagale y compañía se inscribe en la ofensiva de la UTPBA contra el conjunto de trabajadores de prensa al desconocer a los paritarios electos en las asambleas de base como legítimos representantes en las negociaciones paritarias, y firmar un acuerdo salarial a la baja.
Con su firma, Fagale pone de manifiesto algo que ya sabemos los trabajadores de prensa: la UTPBA abandonó hace rato a los laburantes para tejer alianzas espurias con las patronales. La UTPBA ya no existe como sindicato, y a cada paso afirma su final. Los trabajadores de BAE y Crónica con su resistencia, junto al plenario de delegados, marcan el camino de un gremio real que lucha desde las bases.
Ahora, más que nunca, vayamos por un nuevo sindicato, democrático, de lucha, independiente de las patronales y del Estado.
La Naranja de Prensa