El colega López, quién trabajó en el diario más de cinco años, informó a la comisión directiva del SPP que el domingo pasado había editado un cable referente al discurso de Raúl Castro ante la Asamblea General de Cuba. Esto lo hizo de acuerdo a la noticia enviada por las agencias internacionales. El periodista relata que se retiró del diario aproximadamente a las 20:00 luego de terminar su trabajo. Tiempo después, ya estando en su casa, recibe una llamada de la jefatura para exigirle que vuelva al diario para "acomodar" la información de acuerdo al pedido hecho por Zuccolillo.
El periodista informó al SPP que, antes de retirarse del diario, había informado a los jefes de que los cables de las agencias no daban a entender que el presidente de Cuba haya reconocido el fracaso del sistema cubano (ver artículo del lunes 8 de julio). López se negó a volver al diario alegando compromisos personales, aunque la razón de fondo fue para no prestarse a las periódicas manipulaciones practicadas por el diario ABC. Se presentó a trabajar el lunes, pero a la tarde le comunicaron que está despedido y que podía pasar por la tesorería a retirar su indemnización.
Además, López relató que recibió descalificaciones y ataques personales del subjefe de redacción Armando Rivarola, quien al intentar justificar la sistemática censura y persecución a los periodistas que se atreven a disentir, aplicó calificativos despectivos respecto a las convicciones y actividades extralaborales del afectado, quien colabora con otros medios, entre ellos el diario digital E'A.
Ascendido, pero luego perseguido
López informó que ingresó a trabajar en el diario en el área de corrección de publicidad, luego fue trasladado a la sección corrección de la sección de noticias. Manifestó que en noviembre de 2011, en virtud a su capacidad profesional, la jefatura de redacción le promocionó o ascendió para trabajar en la sección "internacionales", cuya tarea era procesar las informaciones que envían las agencias de noticias.
El periodista relata que, por un tiempo, le permitieron publicar artículos con su firma sobre temas internacionales. Sin embargo, luego comenzó la seguidilla de censuras porque sus artículos colisionaban con los intereses políticos e ideológicos del diario.
Fuente: Sindicato de Periodistas del Paraguay
“En ABC Color se vive un clima de censura y persecución”
Por: Aristides Ortiz
El periodista Paulo López, recientemente despedido del diario ABC Color, denuncia en esta entrevista que lo echaron por negarse a manipular una información sobre un discurso del presidente cubano Raúl Castro. López afirma que la orden de poner en boca de Castro lo que nunca dijo partió del propio director del diario, Aldo Zuccolillo.
Paulo López, quien ejerciera el trabajo de periodista redactor de la sección internacionales del diario ABC Color, fue despedido “sin causa justificada”.
López, quien trabajó durante cinco años en ABC, narra en las líneas que siguen que el texto original de una información proporcionada por una agencia de noticias internacional que él editó, nada tenía que ver con el título y el texto de tapa que apareció en el diario impreso el lunes pasado, cuyo título fue “Castro reconoce vicios y defectos del comunismo”.
La denuncia de López pone en el tapete los casos de censura que ocurren al interior de las redacciones de los medios de comunicación en Paraguay, e invita al debate sobre la libertad de expresión y el derecho a la objeción de conciencia de los periodistas, establecidos en la Constitución Nacional, y los excesos de los empresarios de la comunicación.
Contanos lo que pasó la noche del pasado domingo hasta la llamada que recibiste para volver al diario…
Desde la Secretaría de Redacción se me informó sobre una llamada del director Aldo Zuccolillo, quien pedía que se dé destaque y se lleve a título principal de tapa unas supuestas declaraciones de Raúl Castro en que admitía el fracaso del sistema cubano. Busqué la información, pero no había grabación ni transcripción alguna que indicara que Castro haya afirmado tal cosa.
Es cierto que el discurso tenía un contenido de autocrítica en el que se hablaba de algunas indisciplinas que frenaban los cambios e incluso se reproducían entrecomilladas unas declaraciones sobre robos al Estado. Como sé de la obsesión de Zuccolillo con estos temas y la habitual práctica del diario de tergiversar de acuerdo a su visión de extrema derecha, busqué vídeos y grabaciones para hacer una nota eminentemente informativa sin hacer juicios de valor, pues así como en el diario no me permiten publicar mis opiniones de ningún modo iba a prestarme a ser instrumentalizado por las fobias ideológicas del director de ABC. Consideré también necesarias conseguir las grabaciones, ya que las agencias de prensa saben muy bien quiénes son sus clientes y qué desean.
Por eso, por ejemplo, las agencias informaron muy tímidamente sobre un audio en que la diputada opositora venezolana Corina Machado reconocía que Guillermo Aveledo, secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), fue a reunirse con el Departamento de Estado norteamericano a plantear que la única manera de librarse de Nicolás Maduro era con un golpe de Estado, un autogolpe o el boicoteo constante. ¡La oposición venezolana compareciendo ante EE.UU. pidiendo auspicio para un golpe de Estado! Eso daba al menos para cinco tapas, pero nada. Yo asumí el riesgo y puse la noticia, aunque quedó reducida a un espacio marginal en medio del maremágnum.
Es cierto que el discurso tenía un contenido de autocrítica en el que se hablaba de algunas indisciplinas que frenaban los cambios e incluso se reproducían entrecomilladas unas declaraciones sobre robos al Estado. Como sé de la obsesión de Zuccolillo con estos temas y la habitual práctica del diario de tergiversar de acuerdo a su visión de extrema derecha, busqué vídeos y grabaciones para hacer una nota eminentemente informativa sin hacer juicios de valor, pues así como en el diario no me permiten publicar mis opiniones de ningún modo iba a prestarme a ser instrumentalizado por las fobias ideológicas del director de ABC. Consideré también necesarias conseguir las grabaciones, ya que las agencias de prensa saben muy bien quiénes son sus clientes y qué desean.
Por eso, por ejemplo, las agencias informaron muy tímidamente sobre un audio en que la diputada opositora venezolana Corina Machado reconocía que Guillermo Aveledo, secretario general de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), fue a reunirse con el Departamento de Estado norteamericano a plantear que la única manera de librarse de Nicolás Maduro era con un golpe de Estado, un autogolpe o el boicoteo constante. ¡La oposición venezolana compareciendo ante EE.UU. pidiendo auspicio para un golpe de Estado! Eso daba al menos para cinco tapas, pero nada. Yo asumí el riesgo y puse la noticia, aunque quedó reducida a un espacio marginal en medio del maremágnum.
¿Qué decía la noticia de las agencias sobre Castro y Cuba originalmente?
Como te decía –y eso no es novedad, ya que Raúl Castro ha hecho autocrítica de manera muy frecuente– el presidente cubano hacía referencia a prácticas de la burocracia que frenaban los cambios. Castro siempre fue firme en ese sentido al punto de haber hecho observaciones tajantes hacia la prensa cubana diciendo que su triunfalismo y falta de crítica impiden corregir los errores. De eso también hablaban los despachos de las agencias, pero nada respecto al supuesto reconocimiento del fracaso del sistema. Al contrario, Castro hablaba de los avances a partir de los cambios en las formas de gestión de la propiedad, pero nada que indicara lo que intentaron forzarme a hacer. Decía sí que algunas de las reformas avanzaban lentamente.
El texto finalmente publicado fue menos informativo y más valorativo, pero tampoco reproducía en ninguna parte las declaraciones que indicaran el reconocimiento de un fracaso. Y esto por la simple razón de que tales declaraciones jamás existieron. De hecho, uno se da cuenta que lo que se anuncia en la tapa tiene un tono diferente a lo que se desarrolla en el texto. No es la primera vez que ocurre.
El jefe de redacción Armando Rivarola muchas veces hace retornar al diario a los periodistas para que acomoden el texto a lo que él quiere poner en la tapa. O directamente en la tapa se dice una cosa que no se encuentra en el cuerpo de la noticia. Total en los noticieros televisivos y radiales solo se leen las portadas. Y así esas ideas distorsionadas se fijan y se multiplican construyendo el imperio de la desinformación que rige en este país, en que los medios empresariales son prácticamente los actores solitarios. Por eso la ley mordaza contra las radios comunitarias y el odio hacia la TV Pública en la época del gobierno de Fernando Lugo. Por algo también el golpismo, en su afán de congraciarse con sus benefactores, redujo prácticamente a la irrelevancia el que fue en su momento el mejor canal del país.
Como te decía –y eso no es novedad, ya que Raúl Castro ha hecho autocrítica de manera muy frecuente– el presidente cubano hacía referencia a prácticas de la burocracia que frenaban los cambios. Castro siempre fue firme en ese sentido al punto de haber hecho observaciones tajantes hacia la prensa cubana diciendo que su triunfalismo y falta de crítica impiden corregir los errores. De eso también hablaban los despachos de las agencias, pero nada respecto al supuesto reconocimiento del fracaso del sistema. Al contrario, Castro hablaba de los avances a partir de los cambios en las formas de gestión de la propiedad, pero nada que indicara lo que intentaron forzarme a hacer. Decía sí que algunas de las reformas avanzaban lentamente.
El texto finalmente publicado fue menos informativo y más valorativo, pero tampoco reproducía en ninguna parte las declaraciones que indicaran el reconocimiento de un fracaso. Y esto por la simple razón de que tales declaraciones jamás existieron. De hecho, uno se da cuenta que lo que se anuncia en la tapa tiene un tono diferente a lo que se desarrolla en el texto. No es la primera vez que ocurre.
El jefe de redacción Armando Rivarola muchas veces hace retornar al diario a los periodistas para que acomoden el texto a lo que él quiere poner en la tapa. O directamente en la tapa se dice una cosa que no se encuentra en el cuerpo de la noticia. Total en los noticieros televisivos y radiales solo se leen las portadas. Y así esas ideas distorsionadas se fijan y se multiplican construyendo el imperio de la desinformación que rige en este país, en que los medios empresariales son prácticamente los actores solitarios. Por eso la ley mordaza contra las radios comunitarias y el odio hacia la TV Pública en la época del gobierno de Fernando Lugo. Por algo también el golpismo, en su afán de congraciarse con sus benefactores, redujo prácticamente a la irrelevancia el que fue en su momento el mejor canal del país.
Reiterame la razones formales que te dieron los responsables del diario ABC para tu despido…
Por la vía administrativa me dijeron que se ponía fin al contrato unilateralmente. Me dijeron que leyeron mi descargo pero era una decisión tomada por la redacción. Aquí me habían dicho que nosotros debíamos comparecer cuando ellos lo deseaban y que si el dueño del diario había llamado a pedir una cosa debíamos cumplir. Claro, será el dueño del diario, pero no de nuestras vidas, al menos no de la mía.
Decime la razón por la que vos crees que te despidieron…
Creo que este último episodio solo fue una trampa para formalizar lo que ya estaba decidido de antemano, pues no es la primera vez que me niego a que me direccionen los textos que elaboro. Incluso pretendieron dictarme artículos firmados y en el caso de una entrevista dijeron que yo debía enviar las preguntas para que sean reelaboradas y aprobadas por la jefatura de redacción y la dirección. El colmo del ridículo.
Escuché unas declaraciones radiales de Zuccolillo en que decía que los titulares de la libertad de expresión no son los periodistas ni la prensa, sino el público. Por lo que veo al menos leyó la entrevista que le envié antes de que lo rechacen.
En ABC Color se vive un clima de censura y persecución. No se admite el disenso. Podrán desmentirme los periodistas que piensan igual que Zuccolillo, pero me estoy refiriendo a los que discrepamos con la línea del diario en cuestiones de fondo. Para justificar el veto decretado en mi contra, el jefe de redacción Armando Rivarola pretendió degradarme diciéndome que yo era un “buche” y que solo escribo tonterías. La descalificación fácil es el único recurso que posee este señor frente a los que se atreven a no comulgar con sus ideas. No me toca a mí confirmar o desmentir eso, pero queda a consideración del público comparar el nivel de mis textos con lo que ABC Color publica a diario. No sé si es necesario que diga más.
Fuente: E’a
Por la vía administrativa me dijeron que se ponía fin al contrato unilateralmente. Me dijeron que leyeron mi descargo pero era una decisión tomada por la redacción. Aquí me habían dicho que nosotros debíamos comparecer cuando ellos lo deseaban y que si el dueño del diario había llamado a pedir una cosa debíamos cumplir. Claro, será el dueño del diario, pero no de nuestras vidas, al menos no de la mía.
Decime la razón por la que vos crees que te despidieron…
Creo que este último episodio solo fue una trampa para formalizar lo que ya estaba decidido de antemano, pues no es la primera vez que me niego a que me direccionen los textos que elaboro. Incluso pretendieron dictarme artículos firmados y en el caso de una entrevista dijeron que yo debía enviar las preguntas para que sean reelaboradas y aprobadas por la jefatura de redacción y la dirección. El colmo del ridículo.
Escuché unas declaraciones radiales de Zuccolillo en que decía que los titulares de la libertad de expresión no son los periodistas ni la prensa, sino el público. Por lo que veo al menos leyó la entrevista que le envié antes de que lo rechacen.
En ABC Color se vive un clima de censura y persecución. No se admite el disenso. Podrán desmentirme los periodistas que piensan igual que Zuccolillo, pero me estoy refiriendo a los que discrepamos con la línea del diario en cuestiones de fondo. Para justificar el veto decretado en mi contra, el jefe de redacción Armando Rivarola pretendió degradarme diciéndome que yo era un “buche” y que solo escribo tonterías. La descalificación fácil es el único recurso que posee este señor frente a los que se atreven a no comulgar con sus ideas. No me toca a mí confirmar o desmentir eso, pero queda a consideración del público comparar el nivel de mis textos con lo que ABC Color publica a diario. No sé si es necesario que diga más.