Por: Noelia Sciarratta
Un emprendedor de Pergamino inscribió en el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI) la marca Fémina con el objetivo de abrir un negocio de ropa y cosméticos en su ciudad bajo ese nombre. Nunca pensó que, cuatro años más tarde, se convertiría en el eje de un litigio judicial que lo tendría a él como protagonista compartiendo cartel nada más y nada menos que con Mirtha Legrand.
Es que “La Dueña”, la ficción producida por Endemol y encabezada por la reina de los almuerzos, “omitió” chequear en el Inpi a la hora de pensar el nombre de la empresa que hoy conduce “la Chiqui” en la ficción de Telefe. En esa omisión, utilizó la marca registrada y concedida por el instituto al emprendedor pergaminense, y ahora el estudio de abogados rosarino que patrocina al hombre entabló una demanda contra la productora.En rigor, hace algunas semanas empezó el cruce de cartas documento y el pedido de los letrados gira en torno a dos temas: por un lado, que la productora discontinúe total o parcialmente el uso del nombre y un resarcimiento económico que repare los daños y perjuicios producidos.
“A mi cliente le empiezan a hacer bromas con La Dueña por Facebook y ahí se entera que la serie está basada en una empresa que se llama Fémina, donde permanentemente utilizan su marca, hacen de 10 a 15 menciones por programa más las promociones, entrevistas, etcétera”, contó a punto biz Fernando Sánchez, el abogado rosarino que patrocina al emprendedor.
El letrado detalló el mecanismo que utilizan las productoras a la hora de pensar los programas para explicar el perjuicio que su cliente siente que se le produjo: “Tienen un formato que algunos llaman advertisement y que consiste en armar ficciones para vender determinados productos. Un caso típico e histórico es Popeye, que se hizo para incentivar el consumo de espinaca. En este caso, esto se cumple al pie de la letra, porque entre los principales anunciantes están Amodil y Cicatricure, es decir, La Dueña es un negocio formidable para todos menos para mi cliente: Endemol arma la ficción apalancada sobre la marca Fémina (que para ellos es de nadie pero que tiene un dueño) para darle publicidad a marcas mas valiosas”, sintetizó.
De hecho Sanchez recordó que el segundo de publicidad en el programa cuesta $16.000, “o sea, facturan unos $5M por programa”, calculó y prefirió mantener en reserva el monto que le reclaman a la productora. De todas formas, aclaró que los abogados de Endemol nunca rechazaron las cartas documento pero ningunearon el reclamo al retrucar que estaban haciendo “publicidad gratis” al nombrar la marca en un envío con tanto rating.
“No es cualquier uso el que le están dando, es claramente con fines comerciales. Además, entendemos que hay un desprestigio porque en la ficción de la novela se cometen al menos 10 delitos por capítulo, y eso no es bueno para ninguna marca. A todo esto se suma el hecho de haber actuado no habiendo tenido en cuenta la marca que ya estaba registrada, cuando en realidad Endemol conoce muy bien el procedimiento porque tiene más de 100 marcas propias”, sumó Sánchez.
Con todo, ya han recibido una promesa (no formal) de que empezarán discontinuando el uso de Fémina, aunque las negociaciones continuarán abiertas para destrabar la parte del conflicto que involucra el monto del dinero a pagar a los damnificados. “Ya hay jurisprudencia establecida para estos casos y lo que ellos ofrecieron es irrisorio”, remató Sánchez.
Fuente: punto biz