“Responsabilizo a los muchachos de El Tribuno por mi seguridad y la de mi familia”. Como prueba de que se ha roto el hechizo y de que la mutua complicidad y la fina sintonía son cosas del pasado, el Presidente de la Cámara de Diputados de Salta, Manuel Santiago Godoy, ha lanzado ayer desde su escaño una dura acusación contra el diario El Tribuno, propiedad de la familia Romero
El legislador -que hasta hace poco era uno de los habituales ocupantes del palco de Limache en el que cada 15 de febrero se homenajea al fundador de la saga- desató ayer un vendaval de críticas contra sus antiguos aliados y valedores políticos, al decir que teme por su integridad física y la de su familia a causa de "los mensajes mafiosos que recibe desde El Tribuno".
El matutino -claramente enfrentado ahora a la línea política del gobernador Urtubey- viene publicando desde hace algunos días informaciones relativas a operaciones inmobiliarias, presuntamente irregulares, que habrían reportado importantes dividendos económicos a algunos personeros del régimen anterior que ocupan altas responsabilidades en el régimen actual. Entre ellos, por supuesto, el diputado Godoy, uno de los sostenes más visibles del gobierno de Urtubey, como antes lo fue del de Romero.
La campaña mediática dio en la diana, por cuanto Godoy se vio obligado a salir con los tapones de punta y denunciar que la empresa propietaria del periódico le está enviando unos muy particulares "mensajes mafiosos".
Según el relato del legislador, la empresa se había comprometido con él a enviarle el diario del día a su casa, pero tras asumir Urtubey el gobierno (o tras dar Godoy su enésimo salto mortal), el periódico dejó de llegar al umbral del domicilio, con algunas excepciones.
En efecto, señala el Presidente de la Cámara de Diputados que ahora solo recibe el diario que le envían sus antiguos jefes "cada vez que sale una noticia incriminándolo". Sucedió así -dice Godoy- cuando El Tribuno publicó en su portada la noticia de que el diputado estaba involucrado en la operación de tierras de Tolloche.
Si bien no le han colocado a Godoy un ataúd y cuatro velas negras, el envío de los diarios es interpretado por el legislador como "un aviso", que le hizo acordar a la película El Padrino (protagonizada por Marlon Brando y Al Pacino). "Están como amenazándome de que me va a pasar algo si sigo hablando", dijo Godoy.
Las supuestas amenazas mafiosas no han causado mella alguna en el ánimo del aguerrido legislador, quien sin embargo ha confesado haber retocado ligeramente algunos hábitos personales. Según sus propias expresiones, Godoy ahora da dos vueltas a la manzana antes de ingresar a su casa; en un café elige una mesa que no esté expuesta; llama a su mujer y sus hijos a cada momento; no usa su celular porque -además de estar atado con una gomilla- piensa que está intervenido. Le faltó decir que evita aproximarse a las ventanas y que hace probar previamente la comida por un grupo de roedores especializados.
El Presidente de la Cámara de Diputados concluyó su discurso diciendo: "responsabilizo públicamente a los muchachos de El Tribuno por mi seguridad y la de mi familia".
Reacción de El Tribuno
El matutino se ha apresurado a decir en su edición digital que "es la primera vez en los casi 62 años de este diario que un funcionario hace una acusación tan falsa como injusta".
Nada más alejado de la Mafia que los comportamientos de El Tribuno a lo largo de su dilatada historia, desde luego. Al menos, es lo que parece transmitir la reacción defensiva el periódico.
Tan lejos está El Tribuno de la Mafia y tan cerca de la República, que acusa ahora a Godoy de usar el espacio que la ciudadanía le confió para velar por los intereses de la Provincia, para defender su posición pública, ignorando tal vez que los legisladores están autorizados por la Constitución a hacer precisamente eso.
El matutino le ha dado la vuelta a la tortilla del asunto al decir que es Godoy quien les ha amenazado: "¿Qué otra cosa sino una amenaza puede ser el hecho de que una autoridad provincial responsabilice a un diario por su seguridad y la de su familia?", se pregunta El Tribuno.
Como para desmentir rotundamente cualquier parecido con Marlon Brando y su personaje, el diario publica hoy que Godoy en realidad está preocupado "por las denuncias, graves, de irregularidades efectuadas por habitantes de la región de Tolloche, que involucran a su cuñado. Allí se afirma que Luis Díaz, un abogado que jamás vivió en el monte, logró presentar una documentación, aparentemente fraguada, que lo hacía aparecer como residente en un lote durante más de dos décadas. Con un escrito avalado por un juez de paz del lugar, Díaz se hizo acreedor a la propiedad de un terreno; las condiciones eran ventajosas, pero se trataba de un bien intransferible. Sin embargo, lo vendió unos meses después".
El Tribuno se defiende diciendo que "el hecho de que en una familia (por ejemplo la familia Godoy), el padre, la madre, tres de sus hijos y un cuñado tengan una amplia trayectoria pública y simultánea no tiene nada de malo en sí mismo", y que el diario solo se ocupa de informar de "un conjunto de coincidencias llamativas en hechos donde, evidentemente, el propio gobernador Urtubey vislumbra algún ilícito".
Fuente: NoticiasIruya.com