lunes, 7 de marzo de 2011

Miradas al Sur rescata la figura de Gustavo Silvestre y el cambio en la línea editorial de América

Busqué un desafío profesional y lo interpretan con mala intención
Por: Victoria Linari, vlinari@miradasalsur.com
Con voz propia, el nuevo programa de Sylvestre en América 24. “No hay que buscarle una significación capciosa al nombre”, asegura el periodista. Gustavo Sylvestre dio el gran salto. Después de trabajar 23 años en Canal 13 y en TN, quien fuera uno de los principales referentes periodísticos del Grupo Clarín decidió cambiar de aire.
El Gato –como se lo conoce en el medio– debutó esta semana en la pantalla de América TV como columnista de actualidad política en el noticiero conducido por Guillermo Andino y Mónica Gutiérrez (lunes a viernes a las 19), y como conductor solista en su programa Con voz propia por América 24 (lunes a jueves a las 22). “Cuando uno busca un desarrollo profesional siempre ansía lograr un espacio propio. Estaba muy bien en TN, habíamos instalado A dos voces como el programa político por excelencia, pero yo necesitaba un crecimiento y me sentía en condiciones de encarar una etapa solo”, dice con entusiasmo. Desde hace dos años el periodista conduce Mañana Sylvestre en Radio La Red, por lo que ya existía un vínculo entre él y el grupo América.
En un contexto de gran polarización de las agendas mediáticas, el abandono de su compañero de fórmula, Marcelo Bonelli, y su desembarco en América no resultan acontecimientos aislados. Tampoco parece serlo el hecho de haber decidido el cambio de pantalla en un año electoral, ni los fuertes ataques de Clarín al Gobierno, generados a partir de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual. Sin embargo, Sylvestre busca dejar bien en claro que se trata de “una decisión absolutamente personal en busca de un desarrollo profesional”. Y agrega: “Antes, nadie me pedía explicaciones por nada, y ahora que tomé una decisión para lograr un desafío profesional lo interpretan con mala intención. Creo que me subestiman”.

Pasó de coconducir A dos voces a tener su programa, Con voz propia. ¿Hay alguna explicación para el nombre de su nuevo ciclo?
Fue una decisión del canal que algunos están malinterpretando en estos días. Los nombres de los programas muchas veces no tienen que ver con los protagonistas. En A dos voces nos preguntaban si el nombre era por Marcelo (Bonelli) y por mí. Y no, era porque siempre estaban las dos voces, los distintos sectores, y se promovían los debates. Con voz propia tiene que ver con los protagonistas de este año de la Argentina, que con voz propia pueden decir su verdad. No hay que buscarle una significación capciosa o adecuarlo a algún tema de la realidad. No hay que buscarle la quinta pata al gato. Lo decidió el canal entre un montón de propuestas y a mí me encantó.

¿Qué determinó su paso de canal 13 y TN a América TV?
Fue una decisión absolutamente personal, muy meditada y muy analizada, en busca de un desarrollo profesional. Nunca me había pasado, en 23 años de trabajo en canales del grupo Clarín, que me llamaran de otro canal con un ofrecimiento laboral. El año pasado tuve dos propuestas y me decidí por la de América, que era la que más me cerraba.

¿Influyó con su abandono del canal la disputa entre el Gobierno y el Grupo Clarín?
No. Siempre me he tratado de abstraer de temas que no me corresponden.

¿Pero cómo fue desempeñarse como periodista del grupo en ese contexto? ¿No cree que al cambiarse de señal evitaría exponerse demasiado y participar de la disputa?
Personalmente yo nunca me involucré. Seguí ejerciendo mi labor profesional, continué con mis columnas, con mis espacios. Ese tema no me impidió hacer mi trabajo. En el programa seguíamos invitando a todos, a veces algunos no iban, pero nunca tuve ningún problema. Siempre traté de abstraerme y seguir cumpliendo con mi profesión. Hace 30 años que estoy en esto y pienso seguir por muchos años más.

Sus primeras apariciones en América tuvieron un tono más amable para referirse al oficialismo. ¿Hay una intención deliberada en el canal de bajar el nivel de confrontación con el Gobierno?
Yo no creo que eso sea así. En lo personal, tengo una tarea profesional que cumplir. Mónica Gutiérrez y Guillermo Andino también son dos profesionales con muchísimos años en el medio. No hay una bajada de línea política, de decir esto me gusta y esto no me gusta. Hay un trabajo objetivo. En estos primeros programas hemos demostrado que la intención es que estén todos: estuvo Casal, Boudou, Tomada, la UIA, Moyano, Gil Lavedra, Adrián Pérez, Federico Pinedo, Patricia Fadel, Graciela Ocaña, Patricia Bullrich. Como dije en el primer programa, van a estar todos, con una línea en el medio. Yo no tengo por qué jugarme a favor de uno ni de otro. Mi trabajo es absolutamente profesional y quiero que me juzguen por eso. No creo en fanatismos. Aspiro a que estén todos, y el que no va es porque no quiere.

¿Cuál es su relación actual con el oficialismo?
Yo tengo una relación excelente con todos los dirigentes y he tenido un muy buen trato con todos los presidentes. A veces me da risa lo que dicen algunos por ahí, porque daría la impresión de que uno tiene que ser de tal forma. Como profesional me interesa tener una buena llegada con todos porque vivo de esto, me encanta tener primicias e información. No tengo que tomar ninguna postura a favor de nadie. No quiero que se malentienda como soberbia, pero fui el único periodista que estuvo cuatro meses en la Convención Constituyente en Santa Fe en el año ’94. Estuve desde que empezó hasta que se juró la nueva Constitución en el Palacio San José. Y eso me dio la oportunidad de conocer a Elisa Carrió y entrevistarla cuando ningún periodista de la Capital Federal la conocía. Y también lo conocí a Néstor Kirchner cuando era gobernador y le empecé a hacer notas cuando nadie lo conocía. Me preguntaban quién era, y yo les decía “es el gobernador de Santa Cruz, tiene un discurso atractivo”. Lo mismo me pasó con la actual Presidenta, cuando empezó como senadora. Ningún presidente me negó una nota. Lamentablemente con la Presidenta actual no he tenido posibilidades de hacerle notas y no tengo diálogo. Pero ella tiene las puertas abiertas tanto del programa de radio como en la televisión, me encantaría poder hacerle una nota y tratar todos los temas. Pero con el ex presidente Néstor Kirchner, todas las veces que le pedí notas me las dio.

¿Influyó en su decisión de cambiar de aire que se trate de un año fuerte a nivel político?
Eso no me cambia en lo profesional. Lo que cambia es la responsabilidad de tener que conducir un programa solo. Siempre me he caracterizado por ser un buscador de información. No soy un tipo que baja línea ni un opinólogo ni un rezongador. Me gusta favorecer los debates, buscar consensos. Muchas veces los debates que no se dan en el Parlamento se terminan dando en la tele, eso hay que favorecerlo. Yo tengo una parte de productor también y me gusta buscar imposibles. No me voy a olvidar nunca que en A dos voces, en el año ’97, me había propuesto juntar a Chacho Álvarez y Alfonsín, que en ese momento estaban muy enfrentados políticamente. Y lo busqué hasta que logré juntarlos en el programa y al aire hicieron la alianza. Me gusta mucho acercar a las partes, creo en el diálogo, creo que en la Argentina de hoy hay una necesidad de diálogo muy profunda. Ese camino me apasiona mucho.

Su llegada es parte de un cambio en la línea editorial de América. ¿Cómo evaluá ese cambio?
La propuesta que me hicieron los directivos fue que me convirtiera en la cara política del canal, que marcara la línea editorial. Eso es lo que me atrajo y es el aporte que vengo a hacer.
Fuente: Miradas al Sur