El diario 'Le Monde' acusó ayer al presidente francés, Nicolas Sarkozy, de haber ordenado espiar sus fuentes informativas en el escándalo en torno a la multimillonaria Liliane Bettencourt para proteger al ministro de Trabajo, Eric Woerth, sospechoso de tráfico de influencias
El diario Le Monde denunció hoy haber sido espiado por orden de la presidencia francesa para identificar una fuente que filtraba informaciones sobre el escándalo de L'Oreal que rodea a la multimillonaria Liliane Bettencourt y defender así al actual ministro de Trabajo, Eric Woerth.
"El Elíseo recurrió en julio a procedimientos que infringen directamente la ley" de protección de las fuentes de los periodistas, destacó en su portada Le Monde, que precisó la forma en que el contraespionaje francés, cumpliendo órdenes, estableció los vínculos entre un informador y un periodista del periódico.
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, desmintió a través de su gabinete las alegaciones del rotativo, y aseguró que "nunca dio la menor instrucción" a los servicios oficiales de información para investigar el origen de las noticias.
Tras la fuente. Según Le Monde, tras la publicación el 18 y 19 de julio de detalles sobre la declaración ante la policía del gestor de la fortuna de Bettencourt, Patrice de Maistre, que admitía los favores concedidos a Woerth, el contraespionaje buscó el origen de esas filtraciones y, entre los potenciales responsables, se centró en un consejero penal del Ministerio de Justicia, David Sénat.
Los agentes de la Dirección Central de Información Interior (DCRI) hicieron un control técnico del teléfono profesional de Sénat y al repasar la lista de llamadas, dieron con el nombre del periodista de Le Monde Gérard Davet, quien firmaba las noticias sobre los interrogatorios a De Maistre.
La DCRI, que sostiene haber actuado en cumplimiento de su "misión de protección de los intereses del Estado", transmitió sus conclusiones al Elíseo a finales de julio, y los superiores del funcionario lo convocaron y le instaron a dejar su puesto.
De hecho, le propusieron un cambio de puesto a Cayena, la capital de la Guayana francesa, a miles de kilómetros de París, un cambio que según la ministra de Justicia, Michèle Alliot-Marie, no ha sido "en absoluto precipitado" ni "tiene nada que ver" con el escándalo Bettencourt-Woerth.
Foto: Agencia AFP
Fuente: Agencia EFE