domingo, 26 de septiembre de 2010

El caso Papel Prensa: El método de los vivos (y los honestos útiles)

Por: Julio Raffo*
El heterogéneo aglomerado de intereses que se engloba bajo el rótulo de kirchnerismo repite, contra viento y marea, un esquema de acción política que siempre le rinde frutos, especialmente entre sus contumaces seguidores, muchos de ellos motivados por la siempre vigorosa lealtad presupuestaria.
El esquema es simple: se divide el escenario entre un enemigo a todas luces “réprobo” y una opción en la cual se incluye un objetivo central pragmático (el verdadero objetivo), el cual es amontonado con todas las causas nobles que la coyuntura permite arrimar; forzándose de ese modo una opción entre dos paquetes cerrados, uno que representa el mal y el otro el bien.
El Sr. K se presenta como el paladín del paquete del bien, dentro del cual se disimula la avivada que, en la coyuntura, pretende. En ambos paquetes se incluye la Biblia y el calefón y, en ese escenario, es difícil no caer en la trampa: las personas normales se sienten siempre inclinadas a optar por el bien en contra del mal.
En el paquete del bien se encuentra el afano de Skanka, la valija de Antonini, la impúdica relación político-económica de la Sra. K con Peter Munk y el veto a la ley de glaciares, el maravilloso incremento patrimonial de la pareja presidencial, el curro de los subsidios de Echegaray, la sobrevivencia de la ley de entidades financieras y los negocios de los bancos, el sistema impositivo regresivo de la década menemista, la indiferencia ante la desnutrición y la mortalidad infantil, el generoso auspicio del Sr. GroboKopatel en Venezuela, los pesitos de Jaime, la sanción de la ley “antiterrorista”, el negocio con las telefónicas en el original proyecto de la ley de medios audiovisuales, las recaudaciones de De Vido, etcétera, etcétera, etcétera.
Así las cosas, si decís que Jaime y los K son chorros es porque estás con Videla y los genocidas; si decís que el enriquecimiento del matrimonio K es impúdico e ilícito es porque sos un garca que está con Clarín; si denuncias la relación Cristina-Peter Munk es porque querés volver a poner el cuadro de Videla; si pedís retenciones a la minería, la protección de los glaciares y la modificación el sistema impositivo es porque no querés que se juzgue a los genocidas, etcétera, etcétera.
Ese es el genial método K en el cual los vivos de los negocios hacen de las suyas, ayudados por los que maman del presupuesto y sumados a los honestos útiles (que siempre han acompañado a todos los gobiernos chorros haciéndose los boludos, mirando para otro lado para no ensuciarse y callándose para que no los rajen).
Lo están haciendo con el tema Papel Prensa: si pensás que no cierra que el Sr. Magneto haya tenido interés en torturar a Lidia Papaleo en marzo del ’77, cuando hacía cuatro meses que ya tenía en su poder las acciones de Papel Prensa; si pensás que no cierra que los Papaleo hayan tenido temores de denunciar las irregularidades que ahora denuncian, durante los cuatro años del gobierno de Néstor y después de haber realizado valientes declaraciones en los juicios por el genocidio; si pensás que no cierra que cuando los Graiver reclamaron –en los tiempos de Alfonsín– la indemnización al Estado por los bienes que les sacó la dictadura no hablaron de Papel Prensa porque tenían miedo de hacerlo; si pensás que no cierra que la hija y el hermano de Graiver digan que no tienen nada que reclamar y la otra parte de la familia, de la mano con los K, diga lo contrario justo cuanto éstos se están peleando con Clarín (la misma empresa a la que le regalaron diez años de licencia para Canal 13) y Magnetto (el mismo que cenaba con frecuencia en Olivos, según dichos de Cristina); si decís que estas cosas no te cierran, es porque sos un hijo de puta que estás en contra de que se sepa la verdad respecto de la identidad de los hijos adoptados por Ernestina.
Ese es el método K, y yo comprendo que lo usen con frecuencia, porque les da buenos resultados para retener a la tropa propia y conseguir sus objetivos crematísticos; lo que no entiendo es que haya tantos boludos que no lo advierten.


*Abogado, profesor y vicepresidente segundo de la Legislatura porteña por el Proyecto Sur
Fuente: Diario Perfil