El funcionario adelantó que luego de superada la instancia judicial que permitió la plena aplicación y cumplidos los plazos de la reglamentación, la Presidenta pondrá en pleno funcionamiento la ley La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual se encuentra atravesando los últimos pasos para su plena aplicación, dado que luego de un breve período de 15
días en los que se finalizará con la etapa de elaboración participativa de la norma, se concluirá con la reglamentación de los decretos que darán paso a la plena aplicación de la ley. El presidente de la Autoridad de Aplicación sostuvo que más allá de la existencia de "una justicia sensible a los intereses de los grupos monopólicos", desde el oficialismo confían en que la Corte se expedirá "sin presiones”.Si bien la norma siempre estuvo en vigencia, su puesta en marcha se vio interrumpida por la presentación de las medidas cautelares de Salta y de Mendoza; "ambas situaciones judiciales fueron resueltas. Por un lado la Corte resolvió con un fallo, a nuestro juicio, preciso, taxativo y muy profundo, en lo que refiere a la cautelar de Mendoza; por su parte, la Cámara Federal de Salta también se expidió en línea con la Corte, argumentando que una medida cautelar no puede funcionar como derogación de una ley, porque era un hecho que carecía de total racionabilidad", comenta Mariotto. A partir de esta decisión judicial, vuelve a ser aplicable la 26.522 y se emprenden entonces los últimos pasos para su reglamentación.
En este marco, en lo que respecta a la intervención del ámbito judicial en el proceso de tratamiento de la norma, Mariotto no dudó en afirmar que "la justicia recibió presiones del grupo monopólico para impedir la aplicación de la ley. Se trató de una barbaridad que un diputado que perdió en el libre juego de las mayorías y las minorías en el Congreso, vaya a una jueza en busca de que imponga su voluntad en detrimento de lo tratado por los parlamentarios en el Congreso".
En conversación con Buenos Aires Económico, el funcionario sostiene que existe "una justicia que es muy sensible a los intereses de los grupos monopólicos, sobre todo en algunas provincias, y una Corte Suprema de la democracia, que falló siete a cero con absoluta honestidad intelectual y sin ningún tipo de presiones. “Es sabido que hubo especulaciones de los grupos monopólicos en trasladar las presiones que ejercían en la política para que la ley no se discutiera, a la justicia para que no se aplicara", sostuvo.
Reglamentación. Dentro de los aspectos destacables que fueron ya reglamentados, Mariotto hace referencia a la aplicación de un registro de señales para distribución por cable: dado que en los '80 no fueron consideradas, en la nueva ley las señales deben registrarse en la Autoridad Federal de Aplicación y cumplir con una serie de requisitos, entre otras cosas, tener una oficina con domicilio legal en Argentina, que las transacciones comerciales deban hacerse en el país, "por consiguiente deben ajustarse a derecho a partir de que van a ser objeto de ley, es decir, se las puede sancionar por ejemplo si transgredieran el horario de protección al menor, como hoy sucede".
Otro de los artículos que se encuentra en plena reglamentación es el polémico 161, que refiere nada más y nada menos que al controvertido punto de la desinversión de las empresas que tienen posiciones dominantes y que estipula en un año el plazo para adecuarse a la norma y desprenderse de las licencias excedentes. "Nos encontramos ante una ley antimonopólica, por lo cual si hay una empresa que tiene más licencias de las que corresponden en determinada área de cobertura, va a tener un tiempo de adecuación a la ley", enfatizó Mariotto.
Este artículo es al día de hoy el que mayor grado de resistencias trae aparejado; de hecho, el Grupo Clarín llevó ante la justicia un recurso extraordinario contra el plazo de desinversión, que hoy se encuentra a estudio de la Corte Suprema. "Los grupos monopólicos piensan que hay un diseño comunicacional natural que les permite operar en posiciones dominantes y esto no es así. La legislación de los países más avanzados del mundo indica que el monopolio atenta contra la libertad de expresión", sostiene Mariotto mientras se refiere a la presentación judicial "del grupo monopólico dominante, Clarín, que ya se encuentra en la Corte, y estamos esperando que el máximo tribunal se expida. Confiamos en que el plazo que da el texto de la ley es absolutamente racional y defiende los intereses y derechos de los ciudadanos que no pueden vivir en el imperio del monopolio, sino que tiene que haber pluralidad. Así es que estamos confiados en que la Corte va a fallar sin presiones y ajustándose a derecho".
Consultado sobre los alcances de esta legislación, más precisamente respecto a la idea instalada en las últimas semanas sobre la posibilidad de que la norma disparase cierta concentración de poder por parte del Estado, el funcionario advirtió que "el Estado es un espacio de pluralidad donde se resuelven las tensiones sociales y nunca puede ser monopólico. Lo que sí existe hoy es un rol activo del Estado en detrimento de una ley de la dictadura que lo remitía a lugares marginales, dado que en esa época y durante muchos años después de recuperada la democracia, el Estado no ocupó los roles que debía en la justicia, la educación, la salud y tampoco en la comunicación y solo podía haber una emisora estatal en aquellos lugares donde no hubiera una emisora privada; se trató de un lugar absolutamente marginal".
Explicó que la nueva ley divide el escenario en un 33% para las instituciones sin fines de lucro, un 33% a las comerciales, y asignaciones directas de frecuencias en radio y televisión a los estados provinciales y al Estado, en cuanto a universidades nacionales. "El Estado no va a tener un monopolio, va a cumplir con un rol para el cual jamás fue considerado, porque siempre fue subsidiario de la representación privada", sostiene.
Lo cierto es que la Ley de Medios se encuentra ya en vigencia, y tendrá plena aplicación el mes entrante cuando se encuentren finalmente reglamentados la totalidad de sus decretos. "Esta ley va a aportar un cambio cultural profundo, hay expresiones de la cultura popular que son silenciadas, estigmatizadas, o tergiversadas y hoy con la posibilidad de que emitan distintos licenciatarios, de distintos orígenes, en el marco de una gran pluralidad, va a haber múltiples puntos de vista que van a llevar a que vivamos realmente en otro diseño comunicacional. Va a existir pluralidad y así va a haber democracia", determina Mariotto.
Fuente: Buenos Aires Económico