sábado, 5 de junio de 2010

"Cumplan con el rol de informar sólo la verdad: vayan a las fuentes y dejen de lado el rating"

Los padres de Fernando Pomar, hallado muerto junto a su esposa e hijas tras la búsqueda policial en la que se comprobaron serias irregularidades, escribieron una carta a 6 meses del hecho; dijeron que las autoridades quisieron convencerlos de que se habían ido voluntariamente y que les mintieron durante 24 días.
Carta abierta de la familia Pomar 
"A través de esta carta queremos expresarnos para juzgar los 24 días que nos tocó vivir.
Si bien el dolor por la pérdida es muy grande y hubiera sido el mismo si los hubiesen encontrado al día siguiente de su desaparición, lo que nos produjo impotencia e indignación fue lo que tuvimos que soportar durante todo ese tiempo. Nos cuesta encontrar palabras para describir tanto dolor y vacío que nos ha quedado, pero creemos necesario aclarar algunas cuestiones y agradecer a quienes lo merecen.
Fueron 24 días de incertidumbre, angustia, mucho dolor pero, a la vez, con fuerzas para encarar, buscar, aclarar y defender a nuestra familia. Días de soportar acusaciones contra Fernando y Gabriela. Se investigó a la familia en su totalidad, fabricando toda clase de hipótesis. Se metieron en la intimidad de la casa; ¿qué encontraron en la CPU?
¿Qué vieron en los dibujos de las nenas? Y el arma de la que tanto se habló, ¿la encontraron, acaso? Ellos eran una familia normal, con defectos y virtudes. No importó que fuéramos una familia con principios, respeto y con amor de uno a los otros.
Dados por desaparecidos, nosotros pedíamos que los buscaran. ¿Cómo los buscaron? ¿Por dónde? Desde un principio sostuvimos que algo malo les había pasado en el camino, pero los investigadores nunca nos creyeron. Quizás seguían una línea de investigación técnicamente correcta, pero a la vista de los resultados, fracasaron de manera estrepitosa. Se dedicaron a crear hipótesis basura de familia conflictiva y problemática, pero simplemente estaban tirados y abandonados, a pocos metros de una ruta en muy mal estado, sin banquinas, pastos muy altos y llena de ondulaciones.
Por eso nos molesta profundamente la soberbia en la que se escudaron al no asumir su responsabilidad, culpándose unos a otros. Nos parece increíble que todavía nadie haya reconocido su error. Aunque para eso tendrían que dejar de lado la soberbia de que hicieron gala en todo momento y, con un mínimo resto de dignidad y de ética profesional, reconocer, en equipo, que lo hicieron todo muy mal.
Fueron 24 días de escuchar mentiras de parte de funcionarios públicos que dijeron que había 4000 efectivos buscando?; con sólo dos que buscaran como debían los hubiesen encontrado mucho antes. Pero claro, todo eso era para las cámaras... Pedimos que si era necesario se rastrillaran a pie todos los montes. Ellos dijeron que se hicieron los rastrillajes, los cuales, seguramente, se cobraron. ¿Los hicieron?, o para ellos eran meros paseos en avioneta o helicóptero? ¿Cómo buscaron? ¿Tenían claro cómo hacerlo? Dijeron que la búsqueda fue todo un éxito, como si ellos los hubiesen encontrado.
Fueron 24 días en que los investigadores sospechaban que nosotros algo escondíamos, que los chicos se podían comunicar y que no les decíamos nada a ellos. Nos querían convencer de la hipótesis de que se habían ido voluntariamente. Nos mandaron grupos de psicólogos del Ministerio de Seguridad para contención a la víctima y para ayudarnos a pensar: ¿en qué?
Y del grupo de policías? qué decirles! Estamos seguros de que no son todos iguales, pero es más que evidente que hay algunos de ellos a quienes no les importa nada de nada. Pedimos que se sigan tomando medidas concretas y duras para la gente que hizo muy mal todo. Pero también hay que cambiar la estructura de formación de la fuerza de los 52.000 hombres: exigimos selección, preparación, profesionalismo y vocación en el aspirante a ser policía.
Esperamos que la muerte de nuestra familia no sea en vano. Sabemos que fue un accidente, provocado por el estado de la ruta que es de un abandono total y que aún, ya pasados 6 meses, los gobernantes no han hecho nada por mejorarla. Nada ni nadie nos va a devolver a nuestra familia, pero no queremos otros "casos Pomar".
Tristes 24 días de escuchar y ver que algunos medios se manejaban con lo que se les venía a la boca; cualquiera opinaba, había que llenar espacios? ¿Por qué a las hipótesis las convertían en "noticias" y como tales las trataban? La sociedad consumía lo que ellos vendían: "pescado podrido". Algunos medios, pintaban a Fernando como el peor de los monstruos; escuchaban y daban prensa a “amigas del alma” que con tal de tener cámara decían y aseguraban cosas que solo entorpecieron todo: ya es momento de que pidan perdón a Fernando y a su familia. A la hora de vender, nadie pensó que detrás de todo estábamos dos familias y un nene esperando ansiosos la aparición de los nuestros.
Es tal el morbo que se consume que un medio pagaba para que alguien filmara los cuerpos abandonados a la vera de la ruta en avanzado estado de descomposición. Por eso separamos a la prensa en dos grupos: los buenos periodistas, a quienes agradecemos el profesionalismo y respeto al tratar el tema. Alentamos a que sigan haciendo esta clase de periodismo porque, lamentablemente, han pasado a ser una minoría. El otro grupo, los malos periodistas: cuando se supo el desenlace se empezaron a cubrir con las frases "el periodista primero pregunta y luego informa, el periodismo no inventa…", las veces que hubiésemos tenido que salir a desmentir barbaridades! A ellos les pedimos que vuelvan al periodismo limpio y cumplan con el rol de informar sólo la verdad: vayan a las fuentes y dejen de lado el rating!
Pedimos perdón a Fer, Gaby, Cande y Pili por confiar en la investigación y darnos cuenta después de que fuimos engañados y defraudados por gente cuyos salarios pagamos con nuestros impuestos... aún algunos siguen ocupando sus puestos como si nada hubiera pasado. Pedimos poder volver a creer en la Justicia como institución humana; después de 24 días, solo será en la justicia divina.
Finalmente, queremos agradecer a quienes estuvieron a nuestro lado los 24 días: en primer lugar a Dios, por sostenernos y darnos la fuerza suficiente para seguir en este durísimo camino; a los amigos de Fer y Gaby, por acompañarnos y ayudarnos las veces que los necesitamos; a Red Solidaria Argentina, Missing Children y Personas Perdidas, por sostenernos durante la búsqueda; a todos los medios y periodistas de la ciudad de Pergamino, por tratarnos con respeto cuidando nuestra intimidad; también por estar a nuestro lado con mucha profesionalidad a Magdalena Ruiz Guiñazú, Víctor Hugo Morales, Alfredo Leuco, Santo Biasatti, Federico Seeber, Diego Pietrafesa y Teo; a nuestros familiares, amigos, vecinos y gente allegada, por estar en forma incondicional; a nuestros compañeros de trabajo, por cuidar y respetar nuestro lugar.
Nosotros vamos a seguir, unidos en familia, aprendiendo a sobrellevar el dolor de la pérdida; pidiéndole a Dios que nos siga acompañando y fortaleciendo, y cuidando de los cuatro ángeles que tenemos con él".
Familia Pomar
Ver anterior: El caso Pomar: Miradas críticas a la cobertura de los medios