sábado, 20 de febrero de 2010

Fútbol para algunos: Una pelota de dinero

Al Gobierno no le alcanzan los $648 millones asignados para la AFA. Jefatura de Gabinete reclamó $280 millones adicionales: ya suman $928 millones.
Por Maximiliano Montenegro
“Si no leyeron el Presupuesto que aprobó el Congreso, que ahora no vengan a decir que se horrorizan por cómo hay que financiarlo”, dice Néstor Kirchner cada vez que le recuerdan las dificultades para que el DNU de Cristina sea ratificado en el Senado.
En la desesperación por avanzar con el uso de las reservas, el Fondo del Bicentenario se ha convertido en el discurso del oficialismo en el “Fondo Aloe Vera”: cada vez le encuentran mayores propiedades. Primero decían que era el fondo del desendeudamiento, después que iba a liberar recursos para financiar obras públicas en las provincias y, últimamente, que es un instrumento fundamental para luchar contra la inflación.
El Fondo del Bicentenario, como admite Néstor en privado, es un elemento clave para cerrar el bache financiero del Presupuesto 2010. Según la propia ley, las necesidades de financiamiento del Estado –adicionales a la recaudación, obviamente– ascienden a 58.340 millones de pesos. Al elaborar el Presupuesto, Amado Boudou imaginó que buena parte de esos fondos podrían recolectarse, una vez cerrado el canje con los holdouts, con la emisión de títulos públicos en el mercado.
Sin embargo, con la chance de pasar la gorra en el mercado de capitales todavía incierta, las fuentes de recursos en los planes oficiales son por ahora otras: el Fondo del Bicentenario (u$s 6.569 millones, unos $ 25.500 millones); $ 24.000 millones de utilidades del BCRA durante 2009, que se transferirán al Tesoro este año; y $ 8.400 millones de rentas de la ANSES. Un alto funcionario del Ministerio de Economía confirmó a este diario los números anteriores.
Semejantes utilidades del Banco Central son en realidad la “ganancia” contable en pesos como resultado de la suba del dólar durante 2009 (de 3,45 a 3,84). Sobre ese asiento contable el Central emitirá los pesos y se los entregará al Tesoro, como único accionista. Aunque la operación despierta suspicacias, Martín Redrado la había consentido antes de ser eyectado.
Si el Fondo Aloe Vera no prosperara en el Congreso, el Plan B (Boudou) sería elevar las transferencias del BCRA al Gobierno (con adelantos transitorios), y emitir más deuda contra la ANSES y el Banco Nación. Con el Fondo o sin él, el ministro dice además que lanzará el canje de deuda. Y si la operación se concretara con éxito, todavía apuesta a reabrir la ventanilla de los mercados.
Pese a los golpes que le propinó la política durante el verano, Amado conserva la confianza de los Kirchner. Desde la estatización de las AFJP es el ministro de Economía ideal para el matrimonio presidencial por un único motivo: siempre les dibujó senderos alternativos para escapar a la restricción presupuestaria. Ante el nuevo escenario político y financiero, a fines de marzo se sabrá si esos caminos están clausurados o permanecen abiertos.

Documento. Un documento interno de la Secretaría de Hacienda, al que accedió Crítica de la Argentina, revisa todas las cifras del Presupuesto 2010, aprobado en noviembre. Como es habitual en la mecánica interna entre la Jefatura de Gabinete y el Ministerio de Economía en esta época del año, los funcionarios de Hacienda actualizan las estimaciones de gastos que no estaban contempladas en la ley (aumento de salarios públicos, jubilaciones, subsidio a la niñez, etcétera) y las solicitudes de incrementos de créditos de las distintas reparticiones.
Por otro lado, se recalculan los recursos fiscales a partir de pronósticos más “realistas”: por caso, para este año se prevén un crecimiento del PBI del 4,5% (en el presupuesto decía 2,5%) y un tipo de cambio promedio de 3,96.
Según el informe oficial, cuando “se incorporan gastos primarios que no fueron considerados al momento de formularse el proyecto de ley de Presupuesto, así como también gastos asociados a medidas tomadas posteriormente al 15 de septiembre de 2009”, el gasto total engorda en 55.214 millones de pesos. Por ejemplo:
  • Por la política salarial a empleados públicos (con una hipótesis de aumento de 8% en julio y 7% en septiembre) y la regularización salarial de las FF. AA. se estima un gasto adicional de 5.501 millones de pesos.
  • Por las mejoras de jubilaciones (ANSES, FF. AA., cajas armonizadas), se calcula una erogación extra de 9.248 millones de pesos. n Por el subsidio a la niñez (mayores asignaciones familiares) se anticipa un gasto de 11.377 millones.
  • Ninguno de los ítems anteriores están incluidos en el Presupuesto.
  • Después se listan las solicitudes de mayores fondos de las distintas áreas y los programas específicos por los que se reclaman más fondos: Educación; Desarrollo Social (Seguridad Alimentaria, Plan Familias, Plan Ingreso Social con Trabajo); Salud (PROFE, vacunas); Ministerio de Planificación; ONCCA, Jefatura de Gabinete, etcétera. Y se clasifican esos pedidos por el grado de “inflexibilidad” del gasto.
Tal salto en los gastos esperados ratifica que las cuentas del Presupuesto 2010 son un dibujo alejado de la realidad. Allí se dice que este año el gasto público se agrandaría sólo 12%, cuando en el último año creció arriba de 25 por ciento. Si el matrimonio presidencial cumpliera con la ley de presupuesto, debería aplicar un severo ajuste fiscal.
Para los propios funcionarios de Hacienda, computando los gastos no incluidos en el Presupuesto y los mayores fondos solicitados por diversos ministerios, las necesidades de financiamiento trepan de los 58.340 millones originales a más de 95.000 millones de pesos.
Con las cifras anteriores en mano, el diputado Claudio Lozano reclamó esta semana una reunión urgente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja. Y propuso que se convoque al ministro de Economía, al secretario de Finanzas y a la titular del Banco Central “para evaluar la nueva situación y encarar por vía parlamentaria de la reformulación del Presupuesto”.

Fútbol más caro.
¿Cuánto costará este año el Fútbol para Todos? En el Presupuesto 2010, el “Programa 46, Programa Fútbol para Todos” aparece con una asignación de 648 millones de pesos. Como es sabido, $ 600 millones corresponden al “ingreso mínimo anual garantizado” por el Estado a la AFA por el “contrato de transmisión de espectáculos de fútbol por televisión abierta y gratuita”. Mientras que los $ 48 millones restantes corresponderían a los costos de producción de las emisiones televisivas.
Sin embargo, en el documento de la Secretaria de Hacienda, al que accedió este diario, consta la solicitud de “mayores requerimientos de crédito 2010” de la Jefatura de Gabinete por el programa Fútbol para Todos por 280,7 millones de pesos adicionales al Presupuesto. De cumplirse esa previsión, el Estado terminaría erogando 928,7 millones de pesos, un 43% más que lo presupuestado y anunciado oficialmente. Igual de llamativo resulta que Hacienda catalogue ese gasto entre las erogaciones de “alta inflexibilidad”.
El diputado Lozano confirmó ayer que en su convocatoria a la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja también está en el temario la ampliación presupuestaria para el fútbol.
¿Por qué Anibal Fernández reclama todavía más fondos para el fútbol? ¿El dinero adicional se destinará a cubrir mayores “costos de producción” o irán a la AFA? ¿Cuál es el plan del Estado para recuperar esos fondos? Teniendo en cuenta que de los ingresos por comercialización la Jefatura de Gabinete deberá abonar a la AFA el 50%, ¿cuál es la recaudación prevista por publicidad para el Estado?
Estas preguntas son especialmente relevantes a la luz de las decisiones administrativas firmadas por el jefe de Gabinete en el transcurso de la semana. Ayer mediante la DA 52 se aprobó el pago de $ 45,4 millones a la AFA en concepto de la cuota cinco del adelanto mínimo anual garantizado. El contrato con la AFA estipula que el Estado garantiza el piso de 600 millones anuales, adelantando un primer pago de 100 millones y luego once cuotas consecutivas de poco más de 45 millones de pesos. El miércoles, la DA 41 había reasignado al Fútbol $ 144,2 millones, que el Presupuesto destinaba a transferencias para gastos corrientes en provincias y municipios.
Esta semana también se conoció que la empresa IVECO, en su carácter de patrocinador principal del Torneo Clausura, abonará 7 millones de pesos. Si ése es el rango de aportes de los auspiciantes privados, será difícil recuperar los $ 928 millones que este año gastaría el Estado en la pelota para todos.

Fuente: Crítica de la Argentina