Por: Gabriela Origlia
En mayo último comenzó a delinearse el primer borrador para la creación de una empresa nacional de telecomunicaciones, un carrier que -al menos en su origen- se proyectó que liderara el Correo Argentino, en cuyas oficinas se hicieron las primeras reuniones entre especialistas. Uno de los impulsores de la idea, presentada al ministro Julio De Vido, fue el cordobés Miguel Ángel Rossetto, por entonces presidente del Correo.
“De Vido dio el OK para seguir avanzando. Se interesó por la iniciativa”, confía a La Mañana un participante de algunos de aquellos encuentros.
El eje es el uso de la red de fibra óptica con que cuentan las provincias, Transener y el propio Correo. Además, el gobierno tiene en sus manos la banda de telefonía móvil que devolvió Movicom cuando se fusionó con Unifón en Movistar. Hoy en el país existen dos redes de fibra importantes, las de Telecom y Telefónica. Telmex y Claro tienen tendidos, pero no comparables en volumen. El objetivo analizado por el gobierno era utilizar las líneas nuevas de 500 mil Kv que se han hecho en los últimos años con fondos nacionales, las que tiene Transener entre Buenos Aires y Piedra del Aguila y las provinciales, por ejemplo las obras realizadas por EPEC, las de La Pampa en paralelo a un acueducto, las que está concretando La Rioja. En general, todos los distritos cuentan con estos tendidos.
Conforme a lo averiguado por este diario, esos miles de kilómetros de líneas permiten estructurar una empresa nacional con buena capacidad de transporte y que podría prestar servicios de banda ancha a precios competitivos (incluso menores a los que hoy se ofrecen en el mercado) y transmitir televisión. De todos modos, la Nación debería realizar una inversión extra, ya que las actuales fibras son las denominadas “oscuras”, no cuentan con la electrónica necesaria para la transmisión de datos, por lo que hay que reestructurarlas.
Las estimaciones de los especialistas es que se trata de una inversión que se repaga sólo con el negocio de la banda ancha, segmento con potencial de crecimiento en todo el país y al que se puede llegar con precios “más razonables” que los actuales.
Que el Correo administre la empresa es una posibilidad surgida a partir de que cuenta con bocas en todo el territorio, con algunas redes de fibra y con experiencia en el trato con los clientes. Pero no es una decisión cerrada.
El tema a resolver es el de la última milla, la de la llegada a las viviendas. Se podría resolver con acuerdos con las cooperativas o las empresas públicas existentes en distintos puntos del país.
“La creación de un carrier nacional va por separado de una estatización”, desliza una fuente a este medio y subraya que la posible estatización de Telecom, planteada por De Vido, viene siendo analizada desde hace tiempo en el gobierno. En el tema hay dos posiciones, una la sustentada por el ministro y la otra sostenida por diputados oficialistas que apunta a la incorporación de un socio local a la empresa. Entre los interesados figuran Eduardo Eurnekian y Ernesto Gutiérrez, de Aeropuertos Argentina 2000; el magnate mexicano Carlos Slim; el empresario del transporte Alfredo Román, el grupo Werthein (actual accionista de Telecom Argentina), el fondo inversor Pegasus, el operador de TV por cable Telecentro y el grupo Clarín.
Fuente: Diario La Mañana de Córdoba