Por: Diego Genoud
Mientras avanza en la arquitectura jurídica que le permita poner en marcha cuanto antes la nueva ley de medios, el gobierno nacional se esfuerza por no descuidar la relación con los sectores que serán regulados por la norma sancionada en octubre pasado.
Hace diez días, Gabriel Mariotto hizo un movimiento que traspasó las fronteras. El titular del ComFeR voló a Estados Unidos para reunirse con la cámara que agrupa a las señales de cable norteamericanas que se emiten en Argentina, a través de distintos cableoperadores.Fuentes oficiales dijeron a Crítica de la Argentina que el funcionario viajó por orden del matrimonio presidencial para para explicar “en detalle y sin estridencias” el marco normativo que entrará en vigencia con la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que aprobó el Congreso argentino.
Según pudo saber este diario, Mariotto se reunió con directivos de señales estadounidenses como Fox, HBO, Discovery Channel, Cartoon Network y Disney Channel.
Sucede que bajo el decreto-ley 22.285, dictado bajo la última dictadura militar, las señales de cable no eran sujetos regulados. A partir de la entrada en vigencia de la ley 26.522 pasarán a ser sujetos comprendidos dentro de la norma y deberán inscribirse en un registro que será creado especialmente y en el que deberá figurar un responsable legal en nombre de cada señal. Mariotto buscó despejar dudas y temores y se esforzó por aclarar que la nueva ley no fija la necesidad de obtener nuevas licencias.
En otras palabras, el funcionario argumentó ante la industria estadounidense del entretenimiento que el kirchnerismo “respetará los derechos adquiridos”.
Desde el oficialismo remarcan que se trató apenas de una reunión informativa y minimizan su relevancia. “Es un tema importante pero es uno más”, afirman.
Sin embargo, este diario pudo saber que el verdadero objetivo del viaje fue contrarrestar el lobby que, según repiten en el kirchnerismo, el Grupo Clarín estuvo ejerciendo sobre los directivos de las señales norteamericanas. “Habían entrado en pánico”, aseguró un funcionario cercano al matrimonio presidencial.
El eje de la explicación de Mariotto giró en torno a dos artículos de la ley 26.522: el 58 y el 60. El artículo 58 crea un Registro Público de Señales y Productoras que deberá ser actualizado por la flamante autoridad de aplicación que reemplazará al ComFeR.
Allí se establece que serán incorporadas “las productoras de contenidos destinados a ser difundidos a través de los servicios regulados (...) y las empresas generadoras y/o comercializadoras de señales o derechos de exhibición para distribución de contenidos y programas por los servicios regulados” por la ley.
Por su parte, el artículo 60 establece que los responsables de la producción y emisión de señales empaquetadas que se difundan en el territorio nacional deberán inscribirse en el registro, designar un representante legal o agencia con poderes suficientes y constituir domicilio legal en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Según la nueva normativa, la falta de cumplimiento de las disposiciones será considerada “falta grave”.
Lo mismo sucederá con la distribución o retransmisión de las señales por parte de quienes lo hicieran sin la mencionada constancia.
Los licenciatarios o autorizados a prestar los servicios regulados en la presente ley de regulación del mercado de medios no podrán difundir o retransmitir señales generadas en el exterior que no cumplan los requisitos mencionados.
Fuente: Crítica de la Argentina