jueves, 15 de octubre de 2009

Sostienen legisladores: "Esta ley destruye la industria audiovisual argentina"

La flamante ley de medios audiovisuales fue, como era de esperar, el gran tema del primer debate inaugural de las Jornadas del Cable. El sector cableoperador tiene diferencias internas pero ante el embate kirchnerista es el espanto el que lo llama a unirse.
Por: Omar Méndez
El escándalo lo instaló temprano una versión de la nueva ley con fe de erratas que comenzó a circular para asombro de todos sus críticos. Era la ley aprobada pero no lo era exactamente como había sido aprobada: sin tocarse nada en la sesión de rigor del senado, el sábado último, pese a la cantidad de fallas. La nueva versión tenía las correcciones formales y otras no tan formales, aunque para el Gobierno, impulsor de la ley, eran retoques insignificantes. Lo asombroso es que muchos de esos cambios, entre otros, ya habían sido solicitados por senadores de la oposición en la extensa sesión del viernes que devino en la votación en la madrugada del sábado. Evidentemente notorios, esos errores y las críticas y los pedidos de corrección si eran aceptados formalmente en la sesión hubiese significado la vuelta del entonces proyecto de ley a la Cámara de Diputados, con la consiguiente postergación de su conversión en letra legal. Aquel retorno era la derrota que no quería sufrir la administración Kirchner.
Como bombero del incendio que generó la acción, y sin mostrar signo de preocupación alguna, el jefe del bloque de senadores kirchneristas, Miguel Ángel Pichetto, minimizó la irregular corrección a destiempo y las repercusiones que generaron las modificaciones a la ley de medios respecto a las publicadas en el Boletín Oficial en tiempo récord el mismo sábado.
"Este mecanismo de remisión de nota de fe de erratas no implica ninguna irregularidad, sino que se trata de una herramienta de administración legislativa usual en leyes de la extensión y complejidad como la que sancionamos en la sesión del viernes pasado", dijo el legislador.
Desde la otra vereda, la diputada Silvina Giudici, salió a aclarar que la fe de erratas "es una prueba más de lo que ya señalamos cuando la ley pasó por Diputados: todo el proceso parlamentario tiene vicios de nulidad", dijo.
"Se incorporaron hasta las comas como ordenaron desde Olivos, encima lo hicieron mal, tanto que ahora se nota el liquid paper".
Esos detalles fueron expuestos en la tarde de este miércoles en la primera sesión, la de apertura, de debates sobre los efectos de la ley y las estrategias para enfrentarla, en las Jornadas de Cable de Buenos Aires.
En la mesa inaugural, con Walter Burzaco, presidente de la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC) como moderador, Giudici, junto a Samuel Cabanchik, senador nacional, y Gustavo Ferrari, diputado electo por Unión Pro, expusieron sobre los efectos de esta ley que ya entró al juego.
Los tres legisladores coincidieron en la adjetivación: "la ley destruirá la industria audiovisual argentina". Allí no hubo dudas: tal como se ha redactado y con los objetivos esenciales que persigue, la letra legal desarma por completo el actual mapa de las comunicaciones y telecomunicaciones de Argentina.
Entre las coincidencias y conclusiones del debate surgió una especialmente, sugerida reiteradas veces por los legisladores: El cable debe actuar como un gran colectivo para enfrentar los efectos colaterales desastrosos de la ley. No se deben escuchar los cantos de sirena, que partan del ComFeR y de otras oficinas gubernamentales: para Cabanchik y Ferrari esas maniobras caracterizan a este Gobierno que centra su poder en la división de los opositores. "Los empresarios y cámaras deben unirse y actuar con coherencia y de forma común, sin aceptar dádivas que puedan ser ofrecidas individualmente", sugirió Ferrari, como estrategia ante el inevitable tiempo de litigios que se viene.
"Estamos convocados a resistir juntos, sin perder la asociación", sostuvo el diputado electo, uno de los que debutará en la arena legislativa a partir de diciembre, mes en que se acabará la mayoría funcional en las cámaras del actual Gobierno.

Los trazos gruesos de las conclusiones expuestas en el Hilton Hotel de Buenos Aires, reducto de las Jornadas 2009, pueden resumirse:
  • El gran objetivo de la ley es la concentración de poder del Gobierno: se deben acallar las voces contrarias y resaltar las voces a favor con el dinero destinado a la publicidad oficial.
  • Que una ley imponga que una cableoperadora sólo pueda tener un canal propio y que una operadora de cable no pueda tener un canal de aire es una barbaridad.
  • La autoridad de aplicación de la ley puede tener una conformación perversa, con el peligro de que el actual jefe de Gabinete decida todo, con arbitrariedad.
  • El Gobierno usará la pauta publicitaria oficial (el dinero destinado a la propaganda de sus actos) para disciplinar a todo el arco de grupos, empresas, asociaciones, ONGs, por la dependencia que les generarán los montos por publicidad oficial para sus funcionamientos.
  • Se condena al sector comunitario de radios pequeñas que no se pueden beneficiar con esas prebendas oficiales.
  • Las grandes organizaciones sindicales tomarán esas licencias destinadas a organizaciones comunitarias para conformar una fuerza de propaganda funcional al Gobierno y funcional para su propaganda.
  • La discusión de la ley fue una gran oportunidad perdida de pluralizar un espectro sobre el que todo el país pudiera crecer.
  • Se trata de una ley 100% regresiva.
  • "El maquillaje que intenta poner el Gobierno tiene un total desprecio por el orden republicano" (Cabanchik).
  • No hubo en momento alguna un debate auténtico en todo el proceso que llevó a convertir este proyecto en ley.
  • El proceso no ha tenido la voz de alguien fundamental: el usuario. Nadie sabe qué píensa el usuario. Tampoco ha tenido la voz de la enorme mayoría de los periodistas que serán perjudicados con la implementación de esta ley. No se escuchó tampoco al colectivo de artistas.
  • "Aún no sabemos si tenemos ley o no" (Cabanchik, refiriéndose a la cantidad de avasallamientos de los derechos constitucionales que tuvo todo el proceso de dictado de la ley).
  • El proceso de aprobación de esta ley está plagado de perversión.
Fuente: Todo TV News