domingo, 11 de octubre de 2009

Martín Becerra traza hipótesis sobre vencedores y vencidos en la "edición dominical" de ¡BAE!

Cómo será el futuro mapa de medios en Argentina, tras la aprobación del nuevo ordenamiento legal
Por: Natalia Vaccarezza
Mucho se habló últimamente sobre los cambios que determinará la Ley de Medios. Los límites establecidos forzarán replanteos y la aparición de nuevos actores ¿Quiénes están entre los derrotados y cuánto deberán resignar, al tiempo que otros se beneficien?
Una vez que se reglamente la ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que fue aprobada el viernes por el Senado, cambiará radicalmente el mapa de los medios en la Argentina, sobre todo en las ciudades más importantes del interior ¿Quiénes son los que más pierden y los que más ganan?
Sin dudas, los grupos Clarín, Vila-Manzano y Cadena 3 encabezarán el lote de los más afectados y tendrán que desprenderse de varias de sus empresas. "Estos grupos van a tener que desinvertir", explica a Buenos Aires Económico Martín Becerra, especialista en medios de comunicación y profesor de la Universidad de Quilmes.
Concretamente, el artículo 45 establece que sólo se podrá tener una licencia de comunicación audiovisual sobre soporte satelital, 10 de los servicios de radiodifusión sonora, televisión abierta o cable (hasta ahora eran 24), y 24 licencias de servicios de radiodifusión por suscripción. Además, los operadores no podrán prestar servicios a más de 35% del total de los habitantes del país o abonados a esos servicios. Las restricciones también alcanzan a la tenencia combinada de un servicio de cable y un canal de televisión abierta local.

División de bienes. El Grupo Clarín, por ejemplo, tendrá que optar por conservar sus canales, el 13, el 6 de Bariloche, el 7 de Bahía Blanca, el 12 de Córdoba o el 10 de General Roca, o bien elegir quedarse con Cablevisión-Multicanal. "No puede mantener ambas actividades -asegura Becerra. Eso, seguramente, no va a aceptarlo de manera amigable. Va a dar pelea, y ya la está dando".
El caso del grupo Vila-Manzano es muy similar al del multimedios que lidera Ernestina Herrera de Noble. Entre otras posesiones, tiene el holding Supercanal, un sistema de televisión por cable de Mendoza y varias localidades del país y asimismo es propietario de América 2 -donde es accionista Francisco De Narváez-, América 24, AM La Red, y otros canales (Canal 7 de Mendoza, Canal 6 de San Rafael, Canal 2 de Santa Fe, Canal 8 y Canal 5 de San Juan) y radios del interior. El Grupo controla 15 emisoras de radio por todo el país, pero sólo puede quedarse con 10.
Telefónica, en cambio, posee Telefé y ocho canales más en distintas ciudades. Su situación no lo obligaría a vender. Para Becerra, es un tema que "se va a tener que estudiar mucho porque no me parece que esté tan claro qué debe hacer. El ComFeR nunca le dijo que sí ni que no. Va a ser una cuestión que, incluso, podría llegar a discutirse en términos legales".

En el interior. Cadena 3, que tiene base en la provincia de Córdoba, alcanza a buena parte del territorio nacional con una veintena de licencias. Tendrá que desprenderse de muchas hasta llegar a las 10 permitidas.
Según la mirada de Becerra, quién es investigador del CoNICET, en el interior se encontrarán los grandes multimedios que serán grandes perdedores. "Eso va a ocurrir en Córdoba, Mendoza y Rosario, los grandes centros urbanos, -enumera- que tienen la comunicación hiperconcentrada". Además considera que "son importantes ciudades que tienen envergadura económica suficiente para que empiecen a surgir otros medios locales, menos concentrados, pero muy interesantes".
En el norte, igualmente se observa lo mismo con el Grupo Visión Jujuy, del que es parte el senador Guillermo Jenefes, que controla Canal 7, AM 630, FM 97.7, Radio Perico, Radio Libertador y Codivisión (un circuito cerrado por aire destinado a las zonas rurales). Además tiene 15 repetidoras por Jujuy y Salta. Con la nueva ley tendrá que elegir entre la televisión por suscripción y la abierta.

Los beneficiados. En el lugar opuesto, la normativa aprobada traerá nuevos vientos para las pequeñas y medianas productoras, y sobre todo, a los medios del interior, un sector muy perjudicado en materia comunicacional. Becerra, autor de "Periodistas y Magnates" y "Los dueños de la palabra", explica que "se van a ver claramente beneficiados porque van a tener la posibilidad de abastecer de programación que la ley exige que exista en lugares donde hoy no aparece. Van a aparecer nuevas productoras del interior o de capital que irán a poner sucursales. Si un grupo de periodistas o creativos monta una empresa o algunas de las existentes desarrolla un plan de expansión federal, naturalmente obtendrán tareas para realizar”.
También suma entre los favorecidos, a las cooperativas. Y festeja que "los operadores no comerciales podrán acceder por primera vez a la titularidad de una licencia".
Finalmente, Becerra destaca un avance que no tuvo gran trascendencia y se lo ocultó en el debate mediático. “El sistema de medios públicos mejora mucho porque hoy es un sistema que no es público sino gubernamental. Sacarlo de la influencia directa del Poder Ejecutivo me parece un gran salto adelante. La conformación de un sistema de medios públicos me parece que es un gran adelanto. Espero que se realice. Tenemos que entender que los medios públicos no cambian de un día para el otro. Tienen toda una cultura que llevan décadas detrás, pero lentamente va a mejorar mucho la situación a la existente”.

“El plazo para la desinversión será mayor a un año”
El artículo 161 de la ley de Comunicación de Servicios Audiovisuales fue uno de los más criticados y debatidos por la oposición y los multimedios. Justamente, el punto en cuestión y tras el que cerraron filas para plantear negativas, es el que establece que los titulares de una cantidad mayor de licencias a la permitida, deberán ajustarse a la nueva disposición en un plazo no mayor a un año.
Sin embargo, en la difusión se evitó profundizar sobre lo que la letra de la normativa estipula taxativamente ya que se aclara que los 12 meses empezarán a correr una vez que la autoridad de aplicación establezca los mecanismos de transición.
En tal sentido, todo indica que los multimedios tendrán el tiempo suficiente para adecuarse a la nueva norma, en virtud de los pasos que tendrán que darse sí o sí. El Poder Ejecutivo primero tiene que reglamentar la ley. Luego tendrá que conformarse la autoridad de aplicación, un órgano que se encargará de hacer cumplir los reglamentos, disposiciones y las obligaciones asumidas por los medios.
Para ello se formará una comisión bicameral que designará a los tres diputados o senadores que la integrarán. Al mismo tiempo se conformará un consejo federal audiovisual, que designará a los integrantes de cada provincia, a los representantes de los sindicatos, de las universidades, y de las cámaras empresarias. Luego, la autoridad de aplicación tendrá que establecer las reglas y disposiciones para la venta de activos.
Según Martín Becerra, especialista en medios, el cálculo más optimista para llevar a cabo todo ese proceso lo ubica en “alrededor de los 8 meses”. Y recién transcurrido ese tiempo comenzaría a regir el año. "Esto va a tardar más de un año. Ese plazo cuenta desde que las reglas de desinversión estén definidas", asegura a Buenos Aires Económico.

¿Entonces las empresas y la oposición exageran cuando plantean el tema?
Sí. Sobre todo los grupos y la oposición de derecha o centroderecha, que sobreactuó mucho, para causar pánico en sus propios trabajadores y en la audiencia, con la supuesta desaparición de señales.

Esos mismos sectores plantearon recurrentemente que varias cuestiones se dirimían en la Justicia.
Sí. Seguramente se abrirá una instancia de acciones legales de parte de los grandes medios que resulten perjudicados por la ley. Las empresas iniciarán juicios y se resolverá en cada caso. De todos modos, se trata de un bien que es administrado por el Estado y no veo argumentos legales fuertes para invocar supuestos derechos adquiridos.

¿No es un punto atacable con facilidad?
No lo creo. Los especialistas que pasaron el Senado y Diputados aseguran que la ley se ajusta completamente al marco legal. En todo caso, la Justicia resolverá.

Fuente: Buenos Aires Económico


"Clarín es el principal representante de la alianza financiera, mediática y sojera"
Claudio Díaz, periodista, escritor e historiador desmenuza y analiza los movimientos del grupo monopólico de medios y conjetura sobre los intereses que persigue.
Por: Jonathan Rippel
Claudio Díaz conoce el grupo Clarín desde adentro. Trabajó en el diario y en Radio Mitre hasta que decidió salirse y comenzó a convertirse en una especie de enemigo que el gigante persigue con pasión. Sus palabras describen, en pasado, presente y futuro los pasos de la empresa de Ernestina Herrera de Noble.
"El proceso de expansión y crecimiento del Grupo Clarín -explica Díaz a Buenos Aires Económico- tiene que ver con que, de alguna manera, formó parte de lo que fue la recomposición del capitalismo a escala global y particularmente en nuestro país con el modelo de José Alfredo Martínez de Hoz en adelante, cuando a la Argentina se la devuelve al esquema colonial, reconvirtiéndola en un país agrario, con muy poco desarrollo industrial, con la idea de que tenga un movimiento obrero muy dócil, que se bancara los modelos de ajuste.
Clarín es, al principio, un socio menor en esto de asociarse con la dictadura pero a partir del momento en que con el diario La Nación interviene Papel Prensa, lógicamente pasar a formar parte de ese conglomerado, lo fue llevando a aferrarse cada vez más a ese modelo y, en la actualidad, a ser un protagonista importante. Hoy se puede hablar de una alianza financiera mediática sojera, de la cual Clarín es el principal representante".

¿Y cómo entran en escena el secretario de estado norteamericano, Henry Kissinger y el millonario David Rockefeller?
No tengo el dato preciso de cuándo arrancó, pero es muy sospechoso que ya en los años de la dictadura, y en los primeros años de la democracia, Kissinger se convierte en columnista del diario. Se reunió en diversas oportunidades con Jorge Rafael Videla y Martínez de Hoz, después con Carlos Menem, y luego con el accionista del grupo, Héctor Magnetto. La información que circuló en algún momento desde la propia Bolsa de Comercio, cuando Clarín empezó a cotizar con acciones, es que una parte de su capital accionario estaba en manos de Kissinger, no en forma directa sino a través de un testaferro.

¿Qué papel juega el Consenso de Washington en el manejo de los medios?
Durante la famosa reunión del Consenso de Washington en los '90, lo que marca el poder económico mundial es que como quedaba atrás la etapa de dominación a través de las Fuerzas Armadas, el control de los pueblos para que acepten como único sistema al neoliberalismo, pasa por el convencimiento, por los discursos que realicen los medios de comunicación instalando como verdad única eso que fue el pensamiento "políticamente correcto", ese modelo que fue impuesto primero por las armas. El vasallaje empieza a efectuarse a través de lo que sería una colonización informativa que termina conduciendo a la colonización del pensamiento, para la que se había pedido la participación a los grandes diarios de cada país. A cambio, le aseguraban el silencio de todo lo que iba a hacer la dictadura en cuanto a desnacionalización, secuestro, desapariciones y persecución de todos los militantes político-sociales. Y lo que se pidió es que cada país, según la legislación vigente, permitiera que esos grandes diarios tuvieran acceso a la radio y la televisión. Acá ocurre cuando Menem instruye a Roberto Dromi para la derogación del artículo 45 que impedía que los propietarios de un diario fueran al mismo tiempo dueños de emisoras de radio y de canales de televisión. Ahí Clarín puede comprar Radio Mitre, Canal 13, crear la señal de cable TN, y comprar radios y canales en las provincias, y todo respondiendo a ese proyecto de la Comisión Trilateral, que a su vez responde al "Gobierno Mundial", hegemonizado por las corporaciones.
La idea de un "Gobierno Mundial" compuesto de corporaciones es polémica: tiene muchos adherentes pero también severos críticos que la consideran una simplista teoría conspirativa.
Pero las corporaciones multinacionales que controlan la gran riqueza que produce la humanidad, tienen en muchísimos casos un patrimonio mucho más grande que el de los propios países. Al tener más poder que un Estado, ellos digitan la política mundial y, entonces, agarran el planeta como una unidad de producción única. Después viene el trabajo en cada país de convencer a la dirigencia de que tienen que llevar determinado plan a cabo. Para el caso específico de Argentina, por ejemplo, se establece que puede participar con su aparato industrial pero de manera muy pequeña y tiene que dedicarse otra vez a ser una granja agraria.

¿Por qué?
Porque nos hacen creer que nosotros le podemos dar de comer a 300 o 400 millones de personas. Ese humanismo pretendido del modelo sojero parte de una falsedad porque no le asegura el plato de comida a los 40 millones de habitantes de nuestro país. Ese modelo es el que estos medios, con Clarín a la cabeza, empezaron a difundir en los últimos años. La Trilateral, específicamente en Argentina, una vez que se fue la dictadura, porque con Videla y Martínez de Hoz tenía un trato casi directo, empezó a hacer lobby organizando periódicamente, cada año o año y medio, reuniones en la Argentina con la dirigencia política, sindical, empresaria y periodística. Hay que decir que en el período 1986-1993 en esas reuniones participaron, me arriesgo a decir, un 70 u 80 por ciento de dirigentes del radicalismo y del PJ que terminaron siendo funcionarios de alto rango.

Buenos Muchachos, Buenos Negocios
En el libro "Diario de guerra. Clarín: el gran engaño argentino" hablás también sobre Héctor Huergo, director del suplemento Rural de Clarín.
El ingeniero Huergo es pariente lejano de Ernestina (Herrera de Noble). Ingresó al diario en los años '80. Y siempre estuvo en la parte de información vinculada al agro. En 1994 entra en contacto con Felipe Solá, que era el secretario de Agricultura y Ganadería y que le recomienda a Menem que lo ponga como director del INTA. Huergo se instala durante varios meses allí y, según denuncian tiempo después técnicos y científicos del organismo, se apropia de todas las investigaciones científicas que habían hecho -calidad de los suelos, régimen de lluvias, etcétera- y luego de 9 meses se va. Científicos del INTA descubren que a partir de ahí también empiezan los grupos de la soja a "convencer" a los funcionarios de nuestro gobierno de la importancia de la soja transgénica. Luego, la periodista francesa Marie Monique-Robin escribe el libro "El mundo según Monsanto" y habla sobre Huergo. Ella explica que Monsanto suele comprar periodistas y medios. Un detalle que cuenta es que en noviembre de 2003 Huergo, ya director del suplemento Rural, entrega unos premios, reconocimientos a diferentes sectores de Argentina que según él ayudan a crecer al campo. Y le da un premio a Felipe Solá con el argumento de que cuando fue secretario de Agricultura habilitó la soja transgénica, lo que le permitió ganar a los productores 7 mil millones de dólares. Solá era entonces gobernador de la Provincia de Buenos Aires, con lo cual uno puede ver cómo trabajan estas corporaciones internacionales.

¿Y el resto de los accionistas de Clarín?
Aranda compra el arrozal que tiene en Corrientes. Es Huergo el que tiene la información, a fines de los '90, de que con el ingreso de millones de habitantes de China y del sudeste asiático al mercado laboral habrá un mayor consumo y la producción mundial de arroz no alcanzará para abastecer a todo el mundo y, entonces, aparece como un buen negocio el tener un arrozal. Y Aranda lo compra. En algún momento, nada menos que (George) Soros, uno de los tipos más influyentes del mundo, se asocia con Aranda con la idea de convertir su arrozal en el más grande de América. Y para lograrlo, los tipos se quieren apropiar de un pedazo de la naturaleza desviando las aguas de un arroyo. Además, está el rumor de que en ese 18 por ciento de acciones que Goldman Sachs tiene de Clarín, hay dinero de Kissinger. Entonces está claro que Clarín es parte del poder económico mundial que somete a la Argentina.

Perfil
Claudio Díaz, autor de Prensa Canalla, La ultraderecha argentina y Manual del antiperonista ilustrado, carga sobre sus hombros varios galardones, entre ellos, el premio latinoamericano de periodismo José Martí y tres Martín Fierro al servicio informativo de Radio Mitre. Pero luego de declaraciones que hizo en marzo del año pasado a la revista "Veintitrés" en las que criticó el modo de cubrir la polémica entre la patronal del campo y el Gobierno por parte del Grupo Clarín, desde el multimedia le prohibieron seguir escribiendo la página principal del suplemento zonal Morón/Ituzaingó y le quitaron los días de vacaciones que le adeudaban. Decidió denunciarlo y renunciar. Tiempo después, con otros periodistas, creó www.quetepasaclarin.com. El Grupo recurrió a la Justicia para impedir, mediante un juicio penal, que el blog mencionado siguiera siendo usado por sus creadores. Argumentaron que estaban utilizando la marca como propia, con fines de lucro, cuando la única intención era desenmascarar el doble discurso y la manipulación informativa del diario. De no haberse bajado del blog "quetepasaclarin.com", su staff hubiera tenido que pagar una multa diaria de 500 pesos. Pero Claudio Díaz no se dejó amilanar y acaba de publicar "Diario de guerra. Clarín: el gran engaño argentino", en el que revela los vínculos entre el Grupo Clarín, Kissinger, Rockefeller y Soros.

Fuente: Buenos Aires Económico