Por: Juanma Romero
España se dispone a rediseñar su mapa audiovisual. Otra vez más. Ahora, en los próximos meses, apenas alcanzará a esbozarlo. Moverá una pieza

Al otro lado del teléfono, resoplidos. Silencios. Dudas. Los expertos no aciertan a calibrar los efectos que tendrá una TVE sin publicidad y si la nueva arquitectura de la Corporación la acercará a los estándares de calidad de otras cadenas públicas europeas. Domina el escepticismo.
Y es, básicamente, por la crisis. “Si el Gobierno hubiera implantado el modelo en tiempos de bonanza, habríamos confiado en él. Ahora, con esta recesión, no se sabe”, vacila Adelaida Bolea, profesora de Comunicación Audiovisual de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). “Me inquieta ese 3% que deberán pagar las privadas, porque la facturación publicitaria ha caído muchísimo. Al final, el Estado deberá sacar la cara por RTVE si las previsiones de recaudación difieren de la realidad”. Bolea, como otros analistas, apunta a un mal dato: la caída de un 11% de la inversión publicitaria en televisión en 2008. Los 3.357 millones que ingresaron las cadenas nacionales y autonómicas en 2007 se redujeron a 2.988 millones el año pasado, según cifras de InfoAdex.
Y las cosas no mejoran. La patronal de las privadas, Uteca, añade que, en lo que va de año, las TV comerciales facturaron 270 millones menos. Esta semana, Telecinco comunicó que había ganado un 64% menos entre enero y marzo por el bajón de los anuncios.
Influye la recesión y también el comportamiento de los anunciantes. En 2008, la televisión siguió acaparando el 43,4% del total de inversión publicitaria. Pero bajará.
El modelo francés
Conclusión inevitable: los más de 500 millones que libere TVE en publicidad no tienen por qué ir a parar en su integridad a las privadas. Eso es, de hecho, lo que ha ocurrido en Francia en los cuatro primeros meses de vida del modelo Sarkozy, que ha importado Zapatero. “Puede que las privadas incrementen sus tarifas, pero no habrá un trasvase total de los anuncios de TVE a las comerciales”, avanza Miguel Ángel Pérez Ruiz, profesor de Estructura Publicitaria de la UCM. “Y hay que contar con la fragmentación de las audiencias que acarreará la TDT”.
El peligro late. Puede que la operación rescate de las privadas no le funcione al Gobierno y, por tanto, “se comprometa la financiación de RTVE”, apunta Laura Bergés, docente y colaboradora del Institut de la Comunicació de la Universitat Autónoma de Barcelona.
¿Cómo se comportarán los espectadores? En principio, TVE podrá ganar share. “Es lo lógico, sobre todo si la programación y los recursos materiales y humanos son parecidos a los actuales”, expone Eduardo García Matilla, presidente de Corporación Multimedia. Discrepa Pérez Ruiz, apoyándose en el caso francés. Y Rafael Alberto Pérez, profesor de Comunicación Audiovisual de la UCM, se queda en la frontera: “Puede capturar una audiencia mayor porque ves un filme sin cortes, pero perderá si se duerme. No sentirá la presión del mercado. Prefería un modelo más prudente. Con menos publicidad, pero con publicidad”.

García Matilla aconseja escapar del ideal BBC: “Aquí no funcionaría. La BBC ha cuidado su función de servicio público y se ha acoplado a los tiempos. TVE quiso competir con las privadas con contenidos basura. Cada vez es más difícil retrotraer la situación. Correría el peligro de ser una cadena de élites, para las minorías. Esto pasa por la improvisación, porque no se sabe qué RTVE se quiere diseñar”. “Cambiar los hábitos de consumo televisivo es tarea ardua”, dice Pérez Ruiz.
En todo caso, ésta es la “oportunidad” de cambiar, agrega Bergés. “Si hay dinero, se salvará. La financiación lo es todo. Puede pasarse del control de los anunciantes al de los ciudadanos. Pero pretender hacer la BBC con un presupuesto raquítico, tres veces menor, pues no”. Una televisión pública de calidad cuesta. Y más en un panorama incierto.
Diferencias Notables
Un presupuesto tres veces mayor que el español
1. Más dinero y recursos: La radiotelevisión británica maneja un presupuesto anual cercano a los 4.000 millones de euros, frente a los 1.200 con los que contará RTVE. Es decir, tres veces más. Además, la BBC emplea a unas 25.000 personas en 43 países. RTVE mantiene una plantilla de 6.000 trabajadores (perdió 4.150 con su ERE).
2. Sólo 12,4 euros al año: Según la guía de la Unión Europea de Radiodifusión, RTVE es la corporación audiovisual más barata. A cada ciudadano le cuesta, hasta ahora, 12,4 euros al año. La alemana (ARD y ZDF), 88 euros por cabeza. Por detrás, la BBC, 82 euros. Le sigue la francesa (29 euros), que para 2008 controló un presupuesto de 3.015 millones.
3. Canon generalizado: Un británico debe pagar por televisor un canon de 161 euros al año para alimentar los 10 canales de TV y los 16 canales de radio. En Alemania también se paga canon, aunque se permite la publicidad, mínima. Es otro de los mejores referentes que citan los expertos, como la televisión de los países nórdicos. Italia combina canon y publicidad, y Francia acaba de implantar el modelo de Zapatero. En EEUU hay una red de 356 cadenas, la PBS, todas pequeñas y ninguna financiada por el Estado.
Fuente: Diario Público