jueves, 30 de abril de 2009

Felipe Solá cuestionó el proyecto de Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual

"La Argentina merece tener una ley de Radiodifusión, que debe tener como objetivo defender al usuario, para que el precio del cable esté al alcance de la gente", dijo el diputado nacional.
El diputado nacional Felipe Solá sostuvo hoy que se deben defender los contenidos que brindan las empresas de cable del interior y cuestionó al nuevo proyecto de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual que propicia el Gobierno. "La Argentina merece tener una ley de Radiodifusión, que debe tener como objetivo defender al usuario, para que el precio del cable esté al alcance de la gente. Para eso debe haber competencia y no monopolios o oligopolios, ya que tenemos que defender los contenidos y que cualquier persona pueda tener cable, porque el que hoy no lo tiene está fuera de una gran parte de la cultura informativa". Ante esto, Solá aclaró que "hay una discusión central que conmueve a los dueños de las empresas de cable que están aquí debatiendo, que es la amenaza desde el Gobierno con su nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, ya que permite el ingreso al mercado de grandes empresas que facturan diez veces más que las más grandes empresas de cable, como son las empresas de telecomunicaciones de origen extranjero que operan en el país". "Esas compañías obtuvieron las licencias con el compromiso del no manejo de los contenidos culturales, es decir que no podían tener la explotación de cables. Por eso, creo que debemos hacer una nueva Ley y defender lo que ha funcionado bien desde hace treinta años y pedir que ahora se escuche también la opinión del interior y no solo la opinión de Buenos Aires", indicó el hasta ahora diputado del peronismo disidente.
Felipe Solá señaló “lo cierto es que el cable cambió la geografía cultural e informativa argentina”. Acotó que así como atribuyen a Perón la frase: "desde que se inventó la Spika se acabaron los giles" y lo mismo ocurrió con el cable. “Con el cable la gente comenzó a informarse y través de una industria que creció de abajo hacia arriba, que arrasó mucho de lo estructurado y aquello de la programación en cadena -propio del proceso militar- se fue destruyendo”.
“Aumentando el grado de identidad y poder local, porque en vez de ser informado de misceláneas, la gente sabe ahora lo que pasa en su localidad.
Hoy la cancha está inclinada en contra de las pymes argentinas y eso ocurre también contra la industria del cable. El cable ha contribuido y ha acompañado muy bien a la democracia.
Hoy se discute qué hacemos con este modelo: si lo cambiamos o lo preservamos. Ocurre que ha sido exitoso; si lo cambiamos no podremos conservar lo exitoso”.
Estamos hablando -dijo Felipe Solá- de usuarios de cables, que son ciudadanos y antes que nada debemos defender al usuario y sus derechos.
No es abriendo el juego del mundo de las telecomunicaciones como se van a defender esos derechos, porque esas grandes empresas son monopólicas y oligopólicas.
Y porque las grandes empresas han aprovechado la infraestructura generado por el pueblo argentino durante mucho tiempo.
Pretender que hay una lógica tecnológica vinculada a la evolución tecnológica y que por ello las redes confluyan. No es cierto. Eso lo van decidir los hombres y debe ser discutido por los hombres, pero no en un momento electoral como este momento.
Y no por un gobierno que esté enfrentado con uno de los operadores de cable, porque eso está sospechado de nulidad. En suma el gobierno pretende sumar un elemento de presión y control.
Será el 10 de diciembre -cuando se instale un nuevo parlamento- el momento para discutir una nueva legislación.

Fuente: Diario La Capital y Portinos