domingo, 5 de abril de 2009

En guerra con Clarín, el Gobierno decidió frenar la fusión de cables

En momentos en que la crisis global acelera las fusiones de grandes medios, el ComFeR les pidió documentación a Multicanal y Cablevisión para determinar si exceden el máximo de licencias que permite la ley vigente. Ponen la lupa también a las operaciones de los pequeños cableros que les vendieron sus compañías. La decisión política está tomada, resta ver cómo hacerlo, afirmaron fuentes oficiales. La fusión se aprobó cuando Néstor Kirchner dejaba de ser presidente y se llevaba bien con el multimedios, que el año pasado facturó $ 5.700 millones. El cable le aporta casi 50% de sus ingresos.Por: Rodolfo Barros
Cuando recién comienza a debatirse el proyecto oficial de servicios de comunicación audiovisual, que entre otras cuestiones, promete limitar la concentración de canales de aire y cable en manos de un mismo conglomerado empresario, el Gobierno estudia dar marcha atrás con la aprobación de la fusión Cablevisión/Multicanal, las cableoperadoras del Grupo Clarín. “La decisión política está tomada, resta saber cómo hacerlo”, confirmaron fuentes oficiales.
Uno de los argumentos que están bajo estudio es que Clarín acumuló muchas más de las 24 licencias que puede tener como máximo para operar en el país, según la vigente Ley de Radiodifusión.
La decisión se produce en momentos en que la tensión entre el Gobierno y Clarín, la principal empresa de medios de la Argentina, que facturó $ 5.700 millones en 2008, llegó a su máximo, luego de que la presidenta Cristina Kirchner presentara el proyecto de ley que, de aprobarse, limitará con fuerza los negocios en cable y televisión abierta del grupo en un acto en el que se entonaron cánticos contra la empresa.
En el Comité Federal de Radiodifusión (ComFeR), que conduce Gabriel Mariotto, están pidiendo documentación tanto a las empresas de cable de Clarín como a las que les vendieron sus licencias y operaciones de cable. Tratan de revisar la situación de unas 260 licencias.
La fusión de ambas compañías de cable convirtió a Clarín en el mayor cableoperador de América latina por cantidad de abonados. En la empresa afirman que la concentración es una tendencia mundial. Ponen como ejemplo que en España, por la crisis, se esperan fusiones entre compañías de televisión abierta. Recuerdan, por ejemplo, que tanto en Venezuela, como Colombia y Brasil, hay cableoperadores que concentran porcentajes similares del total de abonados, que es lo que hace Cablevisión Multicanal en la Argentina.
Sin embargo, analistas del mercado aseguraron a Perfil que no hay que olvidar que la Argentina es el país con mayor penetración de ese servicio en América latina. Sin embargo, recordaron que hay casos como el de Cable+, que en España acapara 57% de los abonados y en Italia el 75%. Para Clarín, el cable es el futuro de la compañía y la base sobre la que apalancará su expansión. Así lo afirmó en el prospecto que envió a los mercados cuando comenzó a cotizar en Bolsa: “La sociedad posee una red de cable extensa, de alta calidad y de gran capacidad... puede ofrecer servicios de televisión paga básica, Internet de banda ancha, video premium, telefonía y servicios de datos de valor agregado a sus clientes residenciales y comerciales”.
De hecho, casi la mitad de los ingresos del grupo provinieron del negocio del cable el año pasado.
La fusión Cablevisión/Multicanal fue aprobada por la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, controlada políticamente por el ministro de Planificación, Julio De Vido, poco antes de que Néstor Kirchner dejara de ser presidente de la Nación, en diciembre de 2007. La aprobación se realizó con requerimientos leves, que provocaron la sonrisa de algunos analistas, como ofrecer gratis el servicio en estaciones de bomberos y asilos de ancianos. En esos tiempos las relaciones entre Clarín y el Gobierno eran cordiales, pero tras el inicio del conflicto del campo, en marzo del año pasado, se resintió. Fue entonces cuando la presidenta Cristina Kirchner amenazó con enviar al Congreso la nueva ley.
La crisis entre el grupo y el Gobierno llegó a su clímax esta semana, cuando el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, le aplicó multas por deslealtad comercial. En Clarín afirman que la sanción es discriminatoria.

Fuente: Diario Perfíl