domingo, 19 de octubre de 2008

TVR el lado Coca Cola de la vida

Cerca de las 23 de ayer, la emisión de TVR se vio perturbada cuando un grupo de personas se levantó del lugar que ocupaba en las tribunas y pidió la libertad de seis paraguayos* que están detenidos en nuestro país.
Los conductores, Sebastián Wainraich y Gabriel Schultz se vieron sorprendidos y no supieron manejar la situación. “Bueno, unos muchachos dentro del estudio… Muchachos pásenlos la bandera así la mostramos (…) no hace falta que entren así… (Wainraich)” de fondo apenas se percibía la proclama de los manifestantes y Schultz repetía “muy bien, muy bien… listo dejen la bandera y yastá (sic)” luego van a placa y pausa comercial.
La vuelta fue con un “vamos a decirles a nuestras mamás, que están preocupadas, que estamos bien, estamos bien” Schultz intenta aclarar que hacían estos “muchachos” que al menos hoy no cortan un puente como hicieron el otro día… en segundos irrumpe otra persona más, “van saliendo de a uno, bueno ya lo dijimos… ¿hay más acá?, se preguntaron” Y fue Damián de Santo que puso calma en el lugar, abandonó su asiento y le dijo al último reclamante “Si queres llegar a un lugar háganlo bien…” y se quedó hablando tras de cámaras.
Los conductores ensayan chistes de mal gusto “Por lo menos a los presidentes Greenpeace le manda a Evangelina Carrozo”, sin pensar que la petición está relacionada con personas cuya vida está en riesgo debido a la huelga de hambre que lleva ya más de 60 días. O “el de recién a los parecidos… con Pipo Luque”.

Minutos después una mujer grita desde la tribuna “gané, gané” y la cámara la muestra con una tapita de gaseosa en la mano. Wainraich y Schultz estaban tranquilos. Ahora miraban el lado Coca Cola de la vida.

Los 6 campesinos paraguayos (Agustín Acosta, Basiliano Caldozo, Simeón Bordón, Gustavo Lezcano, Roque Rodríguez y Arístides Vera) presos en la Argentina, llegaron a nuestro país para pedir refugio, por ser ellos "víctimas de una persecución política" en su país, donde están acusados de haber secuestrado y asesinado en 2004 a Cecilia Cubas, hija del ex presidente de Paraguay Raúl Cubas, durante los años 98-99. El cadáver de la mujer apareció enterrado en las afueras de Asunción el 16 de febrero de 2005, tras cinco meses de secuestro.
El 2 de mayo de 2006 fueron detenidos en Argentina mientras tramitaban el pedido de refugio político "confiados en la larga trayectoria del país como tierra de asilo para miles de perseguidos políticos y desoyendo las mínimas normas internacionales de protección de los peticionantes de refugio político”.
Pero en diciembre de 2006, un juez de primera instancia decidió extraditarlos, medida que ellos apelaron, por lo que esperan la resolución definitiva de la Corte Suprema. Ellos cumplen más de dos meses de ayuno en una prisión bonaerense.
"Repudiamos la actitud hipócrita de la presidenta Cristina Kirchner, que se presenta como defensora de los derechos humanos, pero violó flagrantemente nuestros derechos manteniéndonos en prisión por más de dos años sin ninguna causa", manifestaron los presos en un comunicado.
Los detenidos han recibido el respaldo del premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, de organizaciones humanitarias, sociales, culturales y políticas de izquierda y centroizquierda.
Actualmente, la causa de estos 6 compañeros, que siguen detenidos en el penal de Marcos Paz, está en estado de apelación ante la Corte Suprema.
Complejo Penitenciario Federal N° 2 - Marcos Paz - Acceso Zabala - Circunvalación 3 - Parcela 191 CP 1727 - Marcos Paz