viernes, 29 de agosto de 2008

La TV reaviva la polémica sobre la ética en los medios

El canal TN reabrió el debate sobre la cobertura noticiosa en la Argentina. Dalmasso y Lapa, los antecedentes. Habla una especialista.
Por Silvina Fiszer Adler *
Con pocos días de diferencia, dos polémicas surgidas en diferentes programas renovaron el debate sobre la ética periodística, la manipulación de la información y la difusión de noticias sensibles en la televisión argentina.
El primer episodio sucedió la semana pasada, sobre todo en España, por la emisión de un video en el canal Todo Noticias (TN) en donde se mostró una placa con el supuesto diálogo entre los pilotos del avión de Spanair que explotó en Barajas (TN más tarde explicó que el video era un versión editada del original). Luego, el sábado, el filósofo Tomás Abraham criticó con dureza al programa TVR por un informe sobre la pedofilia y el caso del padre Julio Grassi.
Si bien se trató de dos incidentes puntuales, la discusión trasciende en mucho a los programas afectados, e incluso a los canales en cuestión, ya que la impresión generalizada es que fueron sólo dos ejemplos de tantos hechos que ocurren casi a diario en cualquier canal de televisión del país dedicado a la cobertura de información.
Consultada sobre la polémica, Adriana Amado Suárez, doctora en Ciencias Sociales y directora de la licenciatura de Comunicación Social de la UCES, opina que el eje de la discusión no debería girar en torno a si la información dada a conocer por TN es real o si se trató de una reconstrucción, sino más bien en pensar si corresponde que esos datos sean difundidos.
“Me parece que más allá de si hubo manipulación o no, la pregunta es qué es lo que tiene que dar a conocer los medios, y eso se resuelve preguntando qué es lo que necesita conocer la ciudadanía”, explicó la investigadora en diálogo con Perfil.com, e hizo hincapié en la difusión de datos que constituyen elementos procesales de casos delicados como en esta oportunidad la muerte de 154 personas.
En la misma línea que Abraham, Amado Suárez considera que la charla entre los pilotos –reconstruida o no- no debería haber salido al aire. “No me parece que lo incómodo del asunto sea si era real o no era real, porque si hubiera sido textual tampoco convalida la publicación de algo que forma parte de un proceso que involucra la muerte de personas”. Su afirmación es aplicable para cualquier situación similar en cualquier canal.
Para Amado Suárez, los ejemplos de información que los medios dan a conocer y que no debería difundirse son cotidianos. “El caso de la placa del diálogo entre los pilotos es el mismo caso que el de las imágenes de Nora Dalmasso o las imágenes que pasó TVR en relación a Grassi. Yo no necesito ver eso, y lo que si necesito, como dijo Tomás Abraham, es saber un montón de cosas que no me están contando”.
“Con el caso del accidente aéreo nosotros estamos en medio de una discusión pública acerca de lo que es la aerolínea de bandera y sabemos que España tiene que ver con lo que nos pasa. Mucho más necesario entonces para un ciudadano argentino hoy es conocer el entramado del negocio que tiene que ver con la seguridad aérea en general que particularmente lo que estaban hablando los pilotos antes de despegar”, explicó la analista.
El caso de la placa de TN tiene ribetes similares a la difusión de la desgrabación de la última charla de los pilotos que protagonizaron la tragedia de Lapa. “En ese audio se podía escuchar a los pilotos hablando livianamente, pero al margen de que ellos ya no estaban para defenderse hay una familia, hay gente involucrada en esa información. La pregunta es si la tiene que conocer primero la ciudadanía o el juez”, señala Amado Suárez, y da pie a la discusión sobre el valor de la primicia para los medios de comunicación.
“El valor primicia hace olvidar cualquier evaluación de ética o respeto al derecho ciudadano a informarse. No estamos en una sociedad de transparencia total, entonces sabemos que hay cosas que se velan pero que hay cosas que no. Entonces la pregunta es por qué eso si y por que otras cosas no”, concluye la doctora en Ciencias Sociales.

Fuente: Perfil.com