¿Cuán sincera es la dureza con la cual trata el gobierno de Cristina de Kirchner al gobernador Juan Schiaretti por haber apoyado éste los reclamos del campo? Le niega audiencias, fondos y hasta le ha suspendido una obra emblemática como la autopista Rosario-Córdoba, importante hasta el anuncio del tren bala. Pero la Presidente no puede prescindir del helicóptero del gobernador cordobés, al que se ha aficionado a usar en sus viajes a las provincias. Lo llevó a Mendoza, esta semana lo traslada a La Pampa, lo usa como propio. Paga los gastos, claro, y Schiaretti guarda silencio por si el castigo pudiera ser peor.
Fuente: Ámbito Financiero
